Mirtha Legrand, socia vitalicia de Instituto desde 1978

 Por Mariano Di Bártolo

Del glamor porteño a la cancha de Instituto

Mirtha Legrand; socia vitalicia desde 1978.

Muchos pensarán: hablar de Santos Turza para que comente lo ocurrido con “La Sra. de los Almuerzos” en la Televisión Argentina, es inverosímil. Cuando éste hombre descubrió el filón desde la cantera futbolística del Instituto Atlético Central Córdoba a Mauro Dybala, Oscar Dertycia, Diego Klimowicz  entre otras decenas de jugadores, por lo menos sonaría a “sacrilegio.”

Paulo Dybala y Santos Turza 

Pero sirven estos párrafos para describir a una persona única que “atajó” en los arcos que le ponían.  Así como descubriendo  figuras del fútbol hoy mundial, se atrevió  a ir más allá. Hoy  lo llamaríamos un hombre de “todo terreno”, pero claro  hace cincuenta años, con pocos  recursos económicos y manejándose con una casi infalible intuición, la misma con la que descubrió, descubre y descubrirá a los hombres y mujeres el cesped.

Santos Turza, es como cómo un holograma de Instituto, salvo que viste, calza, observa acierta y firma. Lleva caminados casi 53 años en el “albirojo” y no se cansa de manifestar que no ha de jubilarse y no dejará de recibir el : “Che, me parece que ese chico pinta para bueno… lo mirás?” Nunca se niega. Iría en contra de su naturaleza.

Pero no crean que es fácil unir esta história futbolística entre el maestro Turza y la Sra. Mirta Legrand. Aunque si les digo que la Sra. es “Socia Vitalicia” del club de Alta Córdoba, les comenzará el “cosquilleo”. A los Archivos nos remitiremos.

Recuerda Turza que ese sábado a la noche de 1978, cuando el cincuentenario, “Mirta” llegó con su marido Daniel Tynaire.  Tras la cena subió al escenario agradeció la invitación y de manos del presidente recibió el carnet y el certificado que la declaraba “socia vitalicia” del club de la calle Sucre.

No son muchos los que quedan que formaron parte de esa iniciativa y pueda recordar esta grata anécdota institucional. No obstante escuchar en un pequeño relato de esta figura, ese suceso conmueve.

Por el prestigio de la institución y por el poder de convencimiento de traer a esa figura en esplendor y darle al aniversario de la fundación (8 de agosto) un toque especial. Fueron gestiones de buenos oficios que se hicieron ante la “diva” y su “sequito” que terminaron aceptando el cordial ofrecimiento.

Recuerda Turza, que estuvieron hasta las primeras horas de la madrugada, los llevaron al hotel y el domingo temprano, regresaron en un vuelo regular a la Capital Federal.

Santos Turza

Histórias que se entremezclan. Con sabor a “césped” y “glamuor porteño”. Hasta la fecha, cada vez que puede, Mirta recuerda al “Institutito” cariñosamente como el club de sus amores en Córdoba.

Un repaso frugal al vuelo de un momento que adorna y sólo adorna a la institución que tantas lágrimas como alegría les dio y les da a su enorme cantidad de seguidores inclaudicables.