Diario Córdoba Web tiene el orgullo de contar entre sus filas a uno de esos periodistas que se pueden llamar "imprescindibles".
Ramón Antonio Gómez se puede considerar uno de esos profesionales diferentes, esos que dejan una marca indeleble, que transmiten sus vivencias y que a cada paso dan cátedra.
El Negro forma parte del equipo de los grandes del periodismo de Córdoba junto a los recordados Víctor Brizuela, el Chino Torri, Marcos Marchini, Sergio Albarrán, Jose Luis Marchini, José Ademan Rodríguez. y tantos otros de una época que hizo historia en el periodismo de Córdoba.
Ramón está más vigente que nunca y con las ganas intactas para seguir por el sendero que un día abrazó para nunca más dejar.
¿Cómo es el Negro Ramón Gómez?
Una de sus frases favoritas, frase que lo pinta de cuerpo entero es: “En los medios vendemos noticias, no remedios”. , la frase no le pertenece, como el mismo se encarga de decir, es del periodista Horacio Pagani, pero bien podría ser de Ramón, casi que le queda como anillo al dedo. Con esa frase, sintetizó en pocas palabras la labor del periodista, la difícil y en muchos casos odiosa labor del periodista.
Ramón Gómez, a lo largo de su carrera, por casi 50 años en los principales medios de Córdoba y Argentina, siempre hizo honor a la profesión que quiso abrazar y abraza día a día.
Clarín, Showsport, el Diario Córdoba de papel que marcó toda una época en el periodismo de La Docta, Cadena 3, Canal 12, ATC en su momento, actual Canal 7, son algunos de los tantos medios en donde brilló y generaciones enteras lo supieron disfrutar.
Le hizo notas a todos con la simpleza y sabiduría que es todo un sello de calidad y profesionalismo.
En una oportunidad Ramón dijo con la sabiduría que lo caracteriza: “Una de las felicidades mías la tuve en el diario Córdoba. Ángel Stival (trabajó en el Córdoba y La Voz del Interior), delante de todos se paró y dijo: “’la mayoría de los que estamos acá escribimos bien y muy bien, pero el único que consigue noticias, es el Negro Gómez… Él nos hace comer’. Imagínate, ahí estaban él, el Negro Reyna, César Arese… todos escribían como los dioses, eran unos monstruos, y fue un orgullo para mí que dijera eso. Lo que pasaba, es que nadie conseguía una noticia de las que hacían vender el diario todos los días… Venia el Jefe de Redacción y me decía, ‘Negro, ¿qué tenés para la tapa?’ Nadie me tenía envidia, sabían que yo les salvaba las papas con eso”.
Ese es el Negro Gómez, el periodista que permanentemente da cátedra, pero también el incondicional amigo de sus amigos. En el periodismo he hecho muchos, muchos amigos. Cuando le digo a mi mujer, que si me pasa algo lo llame a (Daniel) Willington o a “chupete” Guerini, antes qué a cualquier pariente, se lo digo en serio, dice Ramón con el orgullo de saber que del otro lado sienten lo mismo.
Seguramente "su gran amor" es el Diario Córdoba de papel, en una oportunidad le preguntaron cómo fue su primer día de Trabajo, y Ramón dijo: Estaba cagado de miedo. Me mandaron a cubrir Las Palmas – Talleres. Lo que yo tenía que hacer ese día era hablar por teléfono al diario para pasar el resultado, porque había que poner el plomo con el resultado del partido y se iba para la maquina a imprimir. Era lo único que faltaba. Así que mi trabajo ese día fue decir: Las palmas 1, Talleres 0. Fue eso nomás, me quedé a esperar que el diario saliera del taller, no sabés la felicidad que tenía... También recuerdo en el diario Córdoba empezó a trabajar Alfredo Leuco, yo ya estaba ahí. El jefe de deportes era Eduardo Solís. Resulta que un día lo mandó a hacer una nota a Leuco, que fue, volvió, la escribió y se la dio a Solís. El tipo la leyó, no puso ninguna cara, nada, se levantó y lo llamó… “Ruso”, vení (“A Leuco le decíamos Ruso”, recuerda Gómez…). Solís hace una pausa hasta que llega Leuco, y le larga: ‘Hay dos formas de escribir, bien o mal, y esta, está mal’. La hace un bollo y la tira. Leuco se da vuelta, me abraza, y me dice, ‘no hago más periodismo… no es para mí’. Lo calmo un poco, y le digo, ‘vos sabés que Solís tiene razón, pero también, además de bien o mal, hay que escribir para vos o para la gente. Esa nota no estaba bien porque la escribiste para vos y tus amigos, y hay que escribir para la gente, que es la que decide. Por suerte siguió y hoy es el gran periodista que todos admiramos.
Así es Ramón Antonio Gómez, el Negro, un ejemplo, un decano, un imprescindible. Hoy en Diario Córdoba Web tenemos la suerte de disfrutarlo. ¡¡Bienvenido Ramón Gómez, maestro de periodistas!!.
Esta nota se realizó con la invalorable colaboración de ENREDACCIÓN, sobre una nota de Fabián García