Revés en Santa Fe: Milei suspendió su caminata por protestas y debió refugiarse en un hotel

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Milei debió suspender su caminata en la Peatonal San Martín de Santa Fe por una multitudinaria protesta en rechazo a sus políticas.
  • El Presidente fue trasladado a un hotel en la zona del Puerto, donde las manifestaciones también se concentraron.
  • Intentó mostrarse saludando a un reducido grupo de simpatizantes, pero enseguida partió rumbo a Paraná.
  • El episodio expuso la tensión social en una provincia clave y obligó al Gobierno a recalibrar su estrategia.
  • El oficialismo atraviesa un escenario delicado, marcado por derrotas en el Congreso y polémicas en Buenos Aires.

El presidente Javier Milei sufrió este sábado un tropiezo en su recorrida por el Litoral argentino, cuando una multitudinaria movilización en Santa Fe lo obligó a cancelar la caminata proselitista prevista en la tradicional Peatonal San Martín y modificar de urgencia su agenda. El episodio, que sorprendió a la comitiva presidencial, refleja la creciente tensión en torno a las políticas del Gobierno y el pulso electoral a pocas semanas de los comicios del 26 de octubre.

Según informó la agencia Noticias Argentinas (NA), Milei llegó a la capital santafesina con la intención de protagonizar una actividad de alto impacto simbólico en pleno centro comercial de la ciudad, acompañado por Agustín Pellegrini, candidato a diputado de La Libertad Avanza. La estrategia apuntaba a reforzar la presencia libertaria en una provincia clave y mostrar al mandatario en contacto directo con la ciudadanía. Sin embargo, el masivo despliegue opositor desbarató el plan.

Las manifestaciones comenzaron a concentrarse en las horas previas al arribo presidencial, con organizaciones sociales, sindicales y referentes de la oposición local que convocaron a marchar en rechazo al ajuste económico y las reformas impulsadas desde la Casa Rosada. La magnitud de la protesta llevó a que el operativo de seguridad desaconsejara la exposición pública en la peatonal, una de las zonas más transitadas de la capital provincial.

En ese marco, el equipo de seguridad resolvió trasladar al Presidente directamente a un hotel ubicado en la zona del Puerto. La decisión buscaba preservar la integridad del mandatario y garantizar un espacio controlado para la reunión con dirigentes y militantes. Pero lejos de diluirse, las tensiones se trasladaron también a ese punto: apenas trascendió el cambio de agenda, columnas de manifestantes se desplazaron hacia el establecimiento y rodearon la zona, generando momentos de incertidumbre y un operativo reforzado por parte de las fuerzas de seguridad.

En un intento por no dar señales de repliegue absoluto, Milei salió brevemente del hotel para saludar a un grupo reducido de simpatizantes que se habían congregado. El gesto fue aplaudido por sus seguidores, pero resultó insuficiente para revertir la imagen de un acto frustrado y marcado por la presión callejera. Minutos más tarde, el mandatario partió hacia Paraná, donde lo aguardaba un encuentro con el gobernador entrerriano Rogelio Frigerio, en el marco de una agenda conjunta.

El revés en Santa Fe se produce en un momento sensible para el oficialismo. En las últimas semanas, el Gobierno enfrentó derrotas legislativas en el Senado, donde se revirtieron vetos presidenciales a leyes de alto impacto social como la emergencia pediátrica y el financiamiento universitario. A ello se suma la polémica en torno a José Luis Espert, candidato a diputado en la Provincia de Buenos Aires, salpicado por acusaciones de vínculos con un empresario detenido por narcotráfico.

En este contexto, la campaña de Milei en el interior del país busca reforzar la presencia territorial y enviar señales de fortaleza política, pero la resistencia social en provincias estratégicas plantea un desafío adicional. Santa Fe, con fuerte peso electoral y marcada tradición en la producción agroindustrial, es un territorio clave para el futuro inmediato de La Libertad Avanza, y lo ocurrido este sábado marca un precedente difícil de soslayar.

Desde el oficialismo intentaron minimizar el episodio, asegurando que la agenda de campaña seguirá adelante y que las protestas responden a sectores minoritarios que buscan obstaculizar el cambio. No obstante, la escena de un Presidente forzado a modificar su recorrido por la presión de la calle quedó instalada como una postal de la fragilidad que enfrenta el Gobierno en medio de la contienda electoral.

El paso en falso en Santa Fe contrasta con la jornada en Paraná, donde Milei pudo desplegar actividades sin incidentes graves, aunque con un dispositivo de seguridad reforzado. La imagen de respaldo junto a Frigerio buscó equilibrar el saldo de la jornada, en un delicado equilibrio entre mostrar cercanía popular y evitar nuevos focos de conflicto.

Con la campaña en su recta final, el Gobierno enfrenta el dilema de profundizar sus recorridas territoriales para consolidar apoyo o recalibrar la estrategia ante el riesgo de nuevas manifestaciones masivas que compliquen el mensaje de fortaleza y gobernabilidad que Milei busca transmitir. El reloj electoral no detiene su marcha, y cada gesto adquiere valor de cara a un octubre decisivo.

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