Congreso con tijera: el presupuesto 2026 ajusta la política y achica la planta de personal

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
BCLHLIZXMBGHDC4BFECLDVVNV4
  • El Presupuesto 2026 prevé $674.013 millones para el Congreso, con una baja real del 3,8% tras descontar inflación.
  • La planta de personal legislativo se reducirá en 948 agentes, un 6,6% menos que en 2025.
  • El Senado, presidido por Victoria Villarruel, mantendrá su dotación de 5.018 empleados, aunque con caída real del 2,7% en asignación individual.
  • Diputados, bajo Martín Menem, recortará 627 empleados, lo que permitirá una mejora salarial real del 10,5% por puesto.
  • Los organismos auxiliares también ajustan: 321 empleados menos, pero con suba real del 9,4% en salario promedio.
  • En perspectiva 2022-2026, el gasto total del Congreso se mantuvo estable en términos reales, pero el gasto por empleado creció 9,2% gracias a la reducción de la planta.

El Poder Ejecutivo presentó en el Congreso Nacional las bases del Presupuesto 2026, con un mensaje claro: la austeridad no será un eslogan, sino una política aplicada también al corazón de la política. La iniciativa, en línea con la prédica de Javier Milei de achicar el gasto público, apunta a que el Poder Legislativo dé señales de contención, en respuesta a la presión social por recortar lo que muchos ciudadanos consideran el “costo de la política”.

Según los números oficiales, el Congreso contará el próximo año con $674.013 millones entre gastos corrientes y de capital. A primera vista, se trata de un aumento nominal del 9,8%. Pero descontando la inflación proyectada del 14,1%, en términos reales implica una caída de 3,8%. El dato central no está solo en la cifra global, sino en la manera en que se distribuirá: menos empleados, más poder adquisitivo para los que permanezcan.

Hoy el Poder Legislativo emplea a 14.402 personas. Para 2026, el plantel se reducirá en 948 agentes, lo que equivale a un recorte del 6,6%. Este ajuste en la plantilla permitirá que los salarios ganen aire: la masa salarial registraría una mejora real promedio de 10,9%. En otras palabras, menos gente, pero con mejores sueldos.

Senado sin variaciones, Diputados con tijera

El Senado, presidido por Victoria Villarruel, mantendrá estable su dotación de 5.018 empleados, con un presupuesto de $180.475 millones. Esto significa un aumento nominal del 11%, pero una baja real del 2,7% en la asignación individual. En términos comparativos, la Cámara alta no cambia en estructura, aunque sí ajusta en poder de compra.

La Cámara de Diputados, bajo el mando de Martín Menem, muestra un perfil distinto. Allí el ajuste será más visible: la dotación de personal caerá de 5.184 a 4.557 empleados, es decir, 627 menos en un año. El presupuesto previsto es de $218.103 millones, un incremento nominal del 10,9% que se traduce en un retroceso real del 2,8%. La contracara es que el salario promedio mensual ascenderá a $3.681.623, con una mejora de 10,5% en términos reales.

Áreas administrativas y organismos auxiliares

El resto del presupuesto legislativo se reparte entre organismos auxiliares y dependencias administrativas, como la Biblioteca, la Imprenta, la Dirección de Ayuda Social y las distintas defensorías. En conjunto, suman 3.809 empleados y recibirán $186.920 millones, con un aumento nominal del 15,3% y un avance real del 1%. También aquí habrá recortes: la dotación bajará en 321 personas, aunque con una suba del 9,4% en el poder adquisitivo promedio por trabajador.

Una foto en perspectiva

El análisis histórico entre 2022 y 2026 muestra que, pese a los recortes en la planta, el gasto total del Congreso se mantuvo prácticamente estable en términos reales, con apenas un alza del 0,2%. El verdadero cambio estuvo en el gasto por empleado, que creció 9,2% gracias a la política de reducir la cantidad de personal.

De esta manera, el Poder Legislativo acompaña la estrategia del Ejecutivo: evitar que las partidas crezcan en términos reales, sostener las funciones esenciales y mostrar disciplina presupuestaria. Según consignó Infobae, “el ajuste en el Congreso forma parte del compromiso gubernamental de racionalizar los recursos públicos y responder a la demanda social de menor gasto político”.

El mensaje político

El recorte en la estructura del Congreso tiene una lectura que trasciende las planillas: Milei busca extender la narrativa de austeridad a todas las instituciones. No solo se trata de ajustar ministerios o empresas estatales, sino de dar señales en un ámbito históricamente criticado por su “sobredimensión” de cargos y contratos.

El Gobierno pretende capitalizar políticamente este gesto. En un clima social marcado por la exigencia de eficiencia y transparencia, exhibir un Congreso más flaco y con menos empleados puede funcionar como un mensaje hacia adentro y hacia afuera: se acabaron los privilegios y comienza una etapa de administración austera.

Claro que el debate no está cerrado. Desde la oposición advierten que reducir personal en comisiones y áreas técnicas podría impactar en la capacidad operativa del Parlamento. Otros sectores señalan que el ahorro es marginal frente al peso del gasto público total, pero el oficialismo insiste en que lo simbólico también cuenta: ajustar donde “la política” se financia a sí misma.

En definitiva, el Presupuesto 2026 proyecta un Congreso más chico, con menos empleados y un gasto real contenido. Una jugada que Milei exhibirá como coherente con su promesa de campaña: el ajuste empieza por la política.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto