Gordo Dan y la polémica en redes: el ataque de un influencer libertario a Luis Juez que sacude al oficialismo

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Daniel Parisini, conocido como «Gordo Dan», volvió a atacar en redes al senador Luis Juez y a su hijo Martín, generando repudio del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
  • Los posteos se centraron en el rechazo de Juez a un veto presidencial y en aspectos personales de su vida familiar, incluyendo a su hija con parálisis cerebral.
  • Parisini publicó un “carpetazo” con información crítica y compartió fragmentos de entrevistas de Juez, que luego fueron replicados por otros militantes libertarios.
  • Agustín Romo, presidente del bloque libertario en Diputados bonaerenses, también se sumó a los ataques, vinculando el voto de Juez con el supuesto daño al plan económico del gobierno.
  • A raíz de la presión en redes, Juez decidió poner su cuenta de Twitter en modo privado, mostrando la tensión entre aliados del oficialismo y activistas digitales.
  • El episodio evidencia un choque de estilos dentro del oficialismo: la disciplina parlamentaria versus la militancia disruptiva en redes, con influencia directa en la agenda política.

El influencer libertario Daniel Parisini, conocido en las redes como «Gordo Dan», volvió a generar controversia tras publicar una serie de mensajes críticos contra el senador por Córdoba Luis Juez y su hijo Martín, concejal en la misma ciudad. La escalada de ataques desató el repudio del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y puso en evidencia las tensiones entre figuras del oficialismo y militantes libertarios en el ámbito virtual.

El conflicto se inició cuando Parisini borró un primer posteo crítico hacia Juez debido a la ola de críticas que recibió, pero luego retomó el tema con mayor intensidad. Durante toda la jornada del viernes, el influencer se dedicó casi exclusivamente a apuntar contra el legislador y su familia, replicando contenidos y realizando comentarios sobre aspectos personales del senador, incluidos fragmentos de su vida familiar. La disputa se centró principalmente en la decisión de Juez de rechazar un veto presidencial, medida que, según Parisini, habría debilitado el plan económico del gobierno.

El Gordo Dan no se limitó a criticar la acción legislativa de Juez. Publicó también un llamado “carpetazo” —un compendio de información y documentos críticos— sobre la situación personal del senador, incluyendo referencias a su hija con parálisis cerebral. En uno de los fragmentos más polémicos, Parisini compartió un pasaje de una entrevista que Juez había concedido al programa Canal C, en la que el senador explicaba: “A ella la crió la madre, que es un ser excepcional, teniéndola en un barrio muy pobre de Córdoba. La pelearon, la lucharon, es mi hija, pero nunca en mi cabeza estuvo”.

El posteo fue replicado por otros militantes libertarios y usuarios de redes sociales, generando un debate intenso y a menudo agresivo. Entre los comentarios críticos, un usuario identificado como @MiltonFriedom5 escribió: “Es una basura humana y lo defienden. Capital humano cero”. La viralización del contenido amplificó la presión sobre Juez y sobre el espacio político que representa, obligando al senador a cerrar su cuenta de Twitter y volverla privada para contener el impacto.

En paralelo, Parisini reposteo contenidos de otros referentes del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, como Agustín Romo, presidente del bloque libertario en la Cámara de Diputados bonaerense. En uno de esos mensajes, Romo escribió: “Luis Juez usando a su hija para justificar su voto que destruye el plan económico del gobierno que sacó a 12 millones de personas de la pobreza es la demostración exacta, pero 100% exacta, de la manga de psicópatas a los que nos enfrentamos”. La repercusión de estas publicaciones reflejó un conflicto no solo entre Parisini y Juez, sino también entre distintos sectores de la coalición oficialista y el activismo libertario más radicalizado.

El episodio expone las dificultades del Gobierno para controlar a su base en el espacio digital, donde las críticas internas y los enfrentamientos personales se viralizan rápidamente. El caso de Juez evidencia que, a pesar de ser aliado del oficialismo, algunos legisladores pueden verse expuestos al escrutinio de figuras externas como Parisini, cuya influencia en redes sociales obliga a los políticos a tomar decisiones rápidas sobre su exposición pública.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intervino para manifestar su rechazo a los posteos de Parisini, pero la acción tuvo un alcance limitado frente a la capacidad de difusión de los contenidos en plataformas digitales. La disputa pone en evidencia la tensión entre la estrategia oficialista tradicional y la dinámica de militancia digital, donde los actores más jóvenes o influyentes en redes pueden marcar agenda política con velocidad y virulencia.

En este contexto, la acción de Parisini contra Luis Juez refleja no solo un conflicto personal o familiar, sino también un choque de estilos dentro del oficialismo: la disciplina parlamentaria y la prudencia institucional versus la acción disruptiva y directa de los militantes libertarios en el espacio virtual. Mientras el senador cordobés resguarda su privacidad y limita su exposición, Gordo Dan continúa utilizando las redes como plataforma de presión política, demostrando el peso que los influencers tienen en la política argentina contemporánea.

El caso pone en evidencia un desafío para el oficialismo: cómo equilibrar la lealtad de sus legisladores con el activismo digital que puede generar conflictos internos y dañar la imagen pública de aliados clave. La historia entre Parisini y Juez parece lejos de cerrarse, y los próximos días definirán si la polémica tendrá consecuencias más amplias en la política cordobesa y nacional.

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