Argentina prepara nueva licitación para la importación de autos eléctricos e híbridos: posibles cambios en el régimen

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • En los próximos días llegarán a Argentina los primeros autos híbridos y eléctricos importados sin arancel, correspondientes a una licitación de marzo por 50.000 unidades.
  • La primera convocatoria no cubrió todo el volumen ofrecido por falta de tiempo para que las empresas se adapten; se hizo una segunda licitación para asignar el remanente.
  • El Gobierno ya prepara la licitación para 2026 y estudia modificar el sistema de cupos, pasando de una cantidad fija a un porcentaje del mercado automotor.
  • El cambio responde a que las ventas proyectadas para 2025 superan las 630.000 unidades, reduciendo el peso de las importaciones actuales al 8%, por debajo del 10% inicial.
  • Se evalúa que el cupo se base en el volumen real de patentamientos del año anterior, con un porcentaje que podría ser entre 20% y 30%, para fomentar mayor apertura y bajar precios.
  • ADEFA niega cambios en el sistema y priorizará precios competitivos; otras fuentes oficiales confirman que la idea del porcentaje está en discusión y podría formalizarse vía decreto.
  • El ministro Luis Caputo busca bajar los precios de autos y ha advertido a la industria sobre aumentos; tras la subida del dólar en julio, los precios aumentaron entre 3% y 12%.
  • La apertura de importaciones se ve como una posible respuesta oficial para contener la suba de precios y fomentar la competencia.
  • Inicialmente se fijó un techo FOB de u$s11.000 para autos importados, que luego se elevó a u$s16.000 para incluir más marcas; Caputo mantiene la idea de bajar ese límite para ofrecer vehículos más accesibles.
  • El régimen de importación sin arancel busca diversificar el mercado, aumentar la competencia y reducir precios, pero su futuro dependerá de las decisiones políticas para 2026.

En los próximos días, Argentina recibirá las primeras unidades de autos híbridos y eléctricos que ingresarán bajo el régimen de importación sin arancel de extrazona, correspondiente a la licitación realizada en marzo de este año. En total, se adjudicaron 50.000 unidades, distribuidas entre las terminales locales agrupadas en ADEFA y las marcas no radicadas en el país, representadas por CIDOA.

Sin embargo, esa primera convocatoria no alcanzó a cubrir el volumen ofrecido, debido principalmente al poco tiempo que tuvieron las empresas para adaptarse al procedimiento. Por ello, se realizó una segunda licitación para adjudicar el remanente, que ya fue resuelto recientemente. Con el proceso de 2024 prácticamente cerrado, el Gobierno ya comienza a preparar la licitación para las unidades que podrán importarse durante 2026.

Posibles modificaciones en el sistema de importación

Aunque el régimen está vigente por decreto por un plazo de cinco años, fuentes del sector señalan que el Gobierno está evaluando cambios en la modalidad de asignación de cupos para los próximos años. La principal novedad que se estudia es pasar de un sistema basado en una cantidad fija de unidades a uno que establezca un cupo en función de un porcentaje del mercado automotor.

Este cambio responde a una realidad de mercado diferente a la prevista inicialmente. Cuando se definió el primer lote de 50.000 autos, esta cifra equivalía aproximadamente al 10% del mercado estimado para 2025, que se calculaba en 500.000 vehículos 0 km. Sin embargo, las proyecciones actuales indican que las ventas superarán las 630.000 unidades, reduciendo la participación de las importaciones liberadas a menos del 8%. Esto limita el impacto real de la medida para incentivar la competencia y bajar precios.

Por eso, la propuesta que circula es tomar como base el volumen real de patentamientos del año anterior para fijar el cupo de importación. De aprobarse, esto permitiría aumentar la cantidad de vehículos autorizados en la medida en que crezca el mercado local. Según algunas versiones, ese porcentaje podría ubicarse entre un 20% y 30%, lo que representaría una mayor apertura y una presión significativa para la reducción de precios.

Desde ADEFA, sin embargo, niegan que se esté avanzando con cambios en el sistema y aseguran que la prioridad para la próxima licitación será favorecer a aquellas empresas que ofrezcan los vehículos con precios más competitivos al público. Aun así, otras fuentes oficiales mantienen que la idea del porcentaje está sobre la mesa y podría formalizarse mediante un decreto que modifique el actual régimen.

La mirada oficial y la presión sobre la industria

El ministro de Economía, Luis Caputo, ha manifestado en varias ocasiones su voluntad de lograr que los autos se vendan a precios más bajos en beneficio de los consumidores argentinos. En mayo, cuando una automotriz anunció un aumento del 3,5%, Caputo salió públicamente a advertir que esa decisión pondría en riesgo la “relación de confianza” entre el Gobierno y la industria automotriz, y afirmó que contaba con herramientas para defender al consumidor.

Tras la eliminación del cepo cambiario, algunas terminales moderaron sus aumentos, pero a fines de julio, con la subida del dólar, los precios volvieron a incrementarse entre un 3% y un 12%, superando ampliamente la polémica previa. En esta ocasión, el ministro mantuvo un perfil más reservado.

Ante esta escalada, algunos analistas interpretan que la intención de abrir aún más la importación podría ser la respuesta oficial para contener la suba de precios y fomentar la competencia en el mercado interno.

El desafío del precio FOB y la competencia

Cuando se diseñó el régimen, el equipo económico propuso un precio FOB máximo de u$s11.000 para los vehículos importados, con el objetivo de facilitar el ingreso de autos económicos. Sin embargo, las terminales advirtieron que con ese límite sólo podrían participar marcas chinas y modelos de bajo nivel, lo que llevó a Caputo a flexibilizar el tope a u$s16.000. Aun así, el ministro mantiene en mente la idea de volver a bajar ese techo para incentivar la llegada de vehículos más accesibles y mejorar la oferta para los consumidores.

En definitiva, el sistema de importación sin arancel para autos eléctricos e híbridos representa una estrategia clave para diversificar el mercado y promover una mayor competitividad. La expectativa está puesta ahora en cómo se definirán las nuevas reglas para 2026, y si el Gobierno logrará equilibrar la apertura con la protección de la industria local, mientras cumple su objetivo de reducir los precios para el público.

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