Buenas señales para los bonos argentinos en un contexto financiero favorable

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La Secretaría de Finanzas colocó letras por $6.367 billones, renovando 167,6% de vencimientos y generando un excedente de casi $2 billones que el BCRA usó para comprar bonos AL30 y GD30, reduciendo deuda y sin expandir la base monetaria.
  • Se realizaron emisiones REPO y bonos en pesos por un total de 4.000 millones de dólares, con tasas atractivas comparadas con Estados Unidos.
  • La Reserva Federal mantendría sin cambios su tasa, mientras que bancos centrales europeos bajaron las suyas, favoreciendo a mercados emergentes.
  • El riesgo país argentino es alto (720 puntos), pero una mejora en el precio del bono AL35 podría bajarlo a 550 puntos, facilitando el acceso a crédito.
  • El Gobierno planea emitir nuevos bonos con cupón alto y vencimientos escalonados para atraer inversores y mejorar la gestión de deuda.
  • La próxima semana se esperan datos económicos clave y una posible desescalada del conflicto entre Irán e Israel influye en precios del petróleo y acciones locales.
  • Las reservas superan los 40.000 millones de dólares y podrían fortalecerse con compras del BCRA y un crédito para un oleoducto.
  • La inflación tiende a moderarse, con preferencia por Lecap y Boncap duales y menor interés en plazos fijos en pesos.
  • El mercado muestra señales de mayor calma, con menor demanda de dólares en futuros y mejor escenario para refinanciar deuda y estabilidad financiera.

La reciente licitación del Tesoro y el rescate de deuda del Banco Central (BCRA) marcan un panorama alentador para el mercado de bonos en Argentina. El viernes pasado, la Secretaría de Finanzas colocó letras por más de $6.367 billones, renovando en un 167,6% los vencimientos del día y generando un excedente de casi $2 billones que fue depositado en el BCRA. Con estos fondos, se adquirieron bonos AL30 y GD30 por un valor nominal cercano a los 1.450 millones de dólares, operación que no implica expansión monetaria, reduce el stock de deuda y fortalece la capitalización del Banco Central.

El entorno financiero internacional también es propicio. Se concretó una operación REPO por 2.000 millones de dólares a una tasa del 8,5% anual, notablemente superior a la tasa estadounidense vigente del 4,1%. Además, se colocaron bonos en pesos por otros 2.000 millones con una tasa del 29,5% anual. Por ejemplo, el bono en pesos con vencimiento en 2030 cotiza actualmente en $110,5, con una tasa interna de retorno del 27,7%, mientras que el AL30 ofrece un retorno del 13%. Este diferencial implicaría una expectativa de devaluación anual del 13%.

A nivel global, la Reserva Federal de Estados Unidos mantendría su tasa de interés sin cambios, lo que genera expectativa para los mercados emergentes como Argentina. Por su parte, los bancos centrales de Europa han reducido sus tasas recientemente, en un contexto de inflación moderada.

Sin embargo, la gran pregunta es si Argentina podrá conseguir los dólares necesarios para refinanciar el capital de su deuda a vencer. Con un riesgo país que ronda los 720 puntos básicos, comparado con un superávit fiscal y saneamiento del BCRA, un aumento en el precio del bono AL35 a 75 dólares reduciría ese riesgo a 550 puntos, mejorando el acceso a los mercados voluntarios de crédito.

El Gobierno apuesta a emitir nuevos títulos con cupón alto para atraer inversores y reducir la volatilidad, idealmente con vencimientos escalonados para facilitar la gestión de deuda.

En cuanto a la coyuntura, la próxima semana estará cargada de datos económicos clave: inflación mayorista, balanza comercial, empleo y ventas minoristas. En el plano internacional, la posible desescalada del conflicto entre Irán e Israel ha impulsado la baja en el precio del petróleo, afectando la cotización de acciones petroleras locales.

En resumen, los bonos argentinos muestran señales de firmeza, con colocaciones a tasas razonables que consolidan reservas superiores a 40.000 millones de dólares. El BCRA podría reforzar su posición con compras de dólares en el mercado, mientras que un crédito cercano a 1.700 millones de dólares para un oleoducto aportaría mayor dinamismo económico.

Con una inflación que apunta a moderarse, el foco se traslada a instrumentos como Lecap y Boncap duales, mientras que la demanda por plazos fijos en pesos se modera.

Los mercados parecen encaminados hacia una mayor calma, con menos apetito por dólares en futuros y un dólar más ofertado, lo que augura mejores condiciones para la refinanciación de deuda y la estabilidad financiera del país.

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