Aunque la agenda política local está enfocada en el paquete judicial que se debatirá el viernes 27 en la Legislatura, y en la nueva y adelantada licitación del juego que tiene en manos la Lotería de Córdoba, hay otros temas que el gobierno de Martín Llaryora podría definir antes de que finalice el año, como el nuevo ministro de Cooperativas y Mutuales. La cartera, cuya creación fue promesa de campaña del gobernador, quedó vacante desde que Martín Gill pidió primero licencia sin goce de sueldo, en septiembre, y luego renunció, dos meses después, para enfrentar un juicio por violencia de género.
Desde entonces, subroga el ministerio el titular de Vinculación y Comunicación, Daniel Pastore, dirigente muy cercano al gobernador.
Ahora, en el Panal observan que la Provincia sigue poniendo fondos y recursos al Ministerio sin jefatura, que se hacen acciones y actividades con presencia en el territorio, pero que el oficialismo no capitaliza políticamente el esfuerzo. “No se está haciendo política con esto”, reconoció un dirigente que mira de cerca lo que hacen las reparticiones. Y al Ministerio de Cooperativas y Mutuales se lo creó para fortalecer políticamente el esquema territorial del oficialismo, teniendo en cuenta de que en los 427 municipios y comunales de la provincia hay 1400 cooperativas y 400 mutuales que prestan servicios básicos como la energía, internet, agua, salud, y distintas variantes de lo que se conoce como “ayuda mutua”.
Será por eso que el apuro en designar al nuevo ministro no venga del lado del titular de Gobierno, Manuel Calvo, el funcionario que encabeza las relaciones con los intendentes y jefes comunales, que de alguna manera tiene que compartir con Cooperativas el vínculo con los caciques territoriales, un activo valioso y cuidado por el cordobesismo como para compartir. “No es tan grave”, señalaron cuando se les marcó que el Ministerio había cumplido un año de su creación sin ministro propio a cargo.
Habrá que ver. Llaryora cambió las vacaciones y saldría recién en febrero a descansar, con la idea de recorrer en enero la agenda festivalera de las Sierras. Medio en broma, medio en serio, en el gobierno aseguran que no esperan la visita del presidente Javier Milei a los grandes eventos musicales del verano: al inicio de su gestión, el libertario supo ser muy crítico con Llaryora por los aportes económicos de la Provincia a las grandes fiestas populares.
En ese marco, en las últimas horas se sumó el nombre de Gustavo Brandan, actual Secretario de Coordinación de Infraestructura del Ministerio de Infraestructura de la Provincia, ex intendente de Colonia Caroya y de camada llaryorista, como posible nuevo ministro. Algunos lo dan como número puesto, pero no está salo en la puja: también se menciona a dos secretarios de la propia Cartera de Cooperativas: Domingo Benso, de Desarrollo de Cooperativas y Mutuales y Gabriel Frizza, un ex PRO que es secretario de Planificación y Articulación Territorial. Nunca dejó de sonar el exintendente de Rio Cuarto, Juan Manuel Llamosas, aunque al actual titular del Centro Cívico del Imperio, que es legislador provincial electo, se lo ubica como posible jefe de bloque de Hacemos en la Legislatura en caso de que Miguel Siciliano sea candidato a diputado nacional. Habrá que ver porque el Panal tiene altas expectativas con Río Cuarto ciudad y departamento a partir de la asunción de Guillermo De Rivas en el Palacio Mójica, y hoy Llamosas integra ese esquema.
“Tiene que ser un hombre de la política”, razonan aquellos que sí ven necesidad y apuro en designar al reemplazo de Gill, descartando de alguna manera que un groso técnico del cooperativismo se haga cargo. Todo esto, sin descartar las versiones que dicen que, finalmente, el ministerio nuevo que fue promesa de campaña quedará subsumido en otro, como una secretaría, con speech de ajuste en el gasto político. Se verá.
No es el único cargo de primera línea que el sanfracisqueño tiene que decidir. Está pendiente la presidencia del ERSEP, el ente regulador de los servicios públicos, hasta ahora a cargo del exintendente de Cruz del Eje Mario Blanco, a quien se le venció el mandato. Se habla de otro intendente, pero lo cierto es que no es un cargo para crecer mucho en la opinión pública, más bien lo contrario. El ente es el encargado de dar explicaciones técnicas y políticas sobre aumentos de tarifas y eso no es popular. Llaryora ya ubicó ahí como segunda a Mariana Caserio, en una decisión que le sirvió para cerrar parcialmente la interna en Punilla pero que molestó al schiarettismo y al viguismo, rencor viejo rencor con el caudillo Carlos Caserio, el padre de la funcionaria.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE BETINA MARENGO.