Una radiografía social con leves señales de alivio y fuertes contrastes en el consumo

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Leve baja de la pobreza del 26% al 24% y crecimiento de la “Clase baja superior, no pobre”.
  • “Clase alta” y “media alta” mantienen su estructura, con montos ajustados por inflación.
  • Persisten fuertes restricciones de consumo en los sectores medios y bajos.
  • Viajes al exterior y autos muestran crecimientos superiores al 50%.
  • Caídas marcadas en supermercados, indumentaria y turismo receptivo.
  • El consumo masivo sigue en retroceso, con excepciones puntuales como los lácteos.

En un contexto marcado por un año de fuertes ajustes económicos, oscilaciones en los ingresos y transformaciones en los hábitos de consumo, la consultora W, dirigida por el especialista en tendencias Guillermo Oliveto, presentó su informe correspondiente al tercer trimestre de 2025. El estudio ofrece una radiografía social que confirma leves movimientos en la base de la pirámide y una reducción en la proporción de hogares bajo la línea de pobreza, lo cual constituye —según el propio equipo— el contraste más significativo respecto del trimestre anterior.

El relevamiento vuelve a segmentar a la población según el ingreso mensual de los hogares, una metodología ya consolidada en los informes de Oliveto. En el vértice superior se mantiene la denominada “Clase alta”, que representa al 5% de los hogares y para la cual se requiere un ingreso mínimo de 7 millones de pesos mensuales, aunque su promedio asciende a 12 millones. Inmediatamente después aparece la “Clase media alta”, donde se ubica el 17% de la población, con pisos de 3,7 millones de pesos. A continuación se encuentra la “Clase media baja”, un segmento que abarca al 26% de los hogares y cuyo ingreso arranca en 2,05 millones, con un promedio en torno a los 2,4 millones. Estas tres categorías no muestran cambios porcentuales respecto del trimestre anterior, aunque sí actualizaciones en los montos por efecto inflacionario.

Las novedades se registran en los estratos de menores ingresos. La “Clase baja, en pobreza” retrocedió del 26% al 24% de la población, lo que implica una leve mejora en el margen. Allí se agrupan los hogares que no superan los 1,18 millones de pesos mensuales. La contracara es el crecimiento del estrato inmediato superior: la “Clase baja superior, no pobre”, que pasó del 24% al 28% y tiene un ingreso promedio de 1,85 millones. Esta recomposición parcial en los niveles más bajos marca la principal diferencia en la estructura social del trimestre.

El informe de la consultora se nutre de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec para los indicadores estructurales, mientras que la línea de pobreza se calcula con el criterio de una familia tipo. El resto de los cruces surge del modelo propio del equipo de Oliveto, que hace años sigue la evolución de los consumos y comportamientos sociales.

En la presentación del reporte, realizada durante el encuentro “Las nuevas generaciones y tendencias del mercado” del Banco Ciudad, Oliveto propuso una lectura sintética de la dinámica económica actual: “¿Cómo va el consumo? La respuesta es: ¿cuál consumo?”. Su planteo grafica el nivel de fragmentación y heterogeneidad que atraviesa al mercado argentino.

En la punta de la pirámide, la “Clase alta” continúa destinando recursos a viajes y experiencias que mantienen niveles de demanda, mientras que la “Clase media alta” logró cierta estabilización luego de la volatilidad registrada en 2024. Sin embargo, incluso entre estos grupos, Oliveto advirtió que “no hay espacio para el error”: muchos hogares sostienen su calidad de vida con un delicado equilibrio financiero. Caballito, señaló, se consolida como un “barrio icónico” de esta franja social.

En cambio, tanto la “Clase media baja” como la “Clase baja superior, no pobre” transitan lo que la consultora denomina “la cultura del ‘no’”. En estos segmentos, la frase “no hay plata” aparece como patrón dominante y atraviesa múltiples decisiones cotidianas, desde compras de alimentos hasta consumos recreativos.

El estudio identifica además ganadores y perdedores del nuevo ciclo de consumo. En el “semáforo” elaborado por la consultora, autos y viajes al exterior figuran entre los rubros con mejor desempeño, con crecimientos superiores al 50% entre enero y octubre de 2025 respecto del mismo período del año pasado. Del otro lado, el turismo receptivo, la indumentaria y los supermercados arrastran caídas que oscilan entre el 5,1% y el 18%.

Dentro del consumo masivo, Oliveto destaca un comportamiento dispar. Mientras los lácteos se mantuvieron prácticamente estables, el resto mostró retrocesos: limpieza cayó 1%; alimentos, 3%; cosmética, 4,5%; golosinas, 5,5%; bebidas sin alcohol, 14%; y bebidas alcohólicas, 16,5%. Según datos de Scentia, las ventas totales en supermercados acumulan una baja del 5,1% entre enero y octubre de 2025.

La radiografía social y de consumo dibuja así un país donde conviven señales incipientes de alivio en la base y una marcada prudencia en las capas medias, mientras los sectores de mayores ingresos sostienen la actividad en ciertos rubros. Un mapa complejo que anticipa, para los próximos meses, un escenario de recuperación aún incierta y con profundas diferencias según el nivel socioeconómico.

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