El crédito corporativo en pesos sufre su primera caída en 15 meses y refleja el impacto de las altas tasas de interés

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • En agosto, el crédito a empresas en pesos cayó 2,3% mensual real, la primera baja después de 15 meses consecutivos de crecimiento, reflejando el impacto de las altas tasas de interés.
  • La caída se explicó principalmente por la contracción de adelantos en cuenta corriente, que descendieron 10,3% mensual real, junto con la recomposición de liquidez tras el pago de aguinaldos.
  • Según PxQ, la tasa de adelantos saltó de 36% a 85% nominal anual, provocando un “apretón monetario” que generó una contracción acumulada de 6,6% en términos reales desde mediados de julio.
  • Guillermo Barbero (First Capital Group) destacó que el saldo de préstamos comerciales llegó a $26,4 billones, con caída mensual nominal de 1,3% y baja real de 3,2%, siendo el tipo de financiamiento menos dinámico en el último año.
  • LCG advirtió que las altas tasas podrían mantenerse tras las elecciones, ralentizando los préstamos, aumentando la morosidad y generando riesgo de recesión.
  • Empresas y bancos concentran esfuerzos en administrar liquidez de corto plazo, mientras esperan definiciones macroeconómicas y políticas, donde el resultado electoral jugará un papel decisivo.

El financiamiento en pesos al sector privado mostró en agosto una clara señal de deterioro: los créditos a empresas cayeron 2,3% mensual en términos reales, según estimaciones privadas basadas en los datos del Banco Central (BCRA). Se trata de la primera baja después de 15 meses consecutivos de crecimiento, un reflejo del fuerte aumento en las tasas de interés implementado por el Gobierno para intentar contener la cotización del dólar.

El retroceso se explicó principalmente por la marcada contracción en los adelantos en cuenta corriente, que se desplomaron 10,3% mensual real. Según la consultora LCG, además de la suba de tasas, la recomposición de liquidez tras el pago de aguinaldos en los meses previos también influyó, aunque en menor medida.

Por su parte, la consultora PxQ, de Emmanuel Álvarez Agis, destacó que el nivel elevado de tasas, derivado de la salida de las LEFIs, afectó de manera directa la economía real. La tasa de adelantos a compañías saltó del 36% nominal anual a 85%, provocando un verdadero “apretón monetario” que explica la caída del crédito corporativo. Según PxQ, desde mediados de julio de 2025, los préstamos a empresas acumulan una contracción de 6,6% en términos reales.

Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, coincidió en que la suba de tasas afectó al financiamiento en pesos. “En relación a los préstamos comerciales, se reflejó una caída mensual en términos nominales del 1,3%. El saldo alcanzó los $26,4 billones, mostrando un crecimiento interanual del 69,9% frente a los $15,6 billones de un año atrás. En términos reales, la baja mensual fue del 3,2% y el incremento anual del 26,8%”, precisó.

Barbero subrayó que “hace más de un año no se observaba una caída nominal de saldos en ninguna línea de préstamos”. Explicó que, aunque la baja inflación y la estabilización de las carteras generan variaciones positivas y negativas, las empresas optaron por cancelar financiamiento ante el elevado costo del crédito. “Este fenómeno podría sostenerse algunos meses, pero para crecer en producción o ventas será indispensable acceder a fondos en condiciones más compatibles con el mercado de precios. Es el tipo de financiamiento que menos ha crecido en términos reales en los últimos 12 meses”, añadió.

¿Las altas tasas llegaron para quedarse?

LCG advirtió que el nivel actual de tasas podría prolongarse en el tiempo. “Las altas tasas de interés, resultado de la política económica implementada por el Gobierno, continúan ralentizando los préstamos en pesos y aumentando los niveles de morosidad. Esperamos que este entorno se mantenga después de las elecciones, hasta que se revea la configuración macro. En este contexto, la ralentización del crédito tendrá un efecto en la menguada actividad económica y aumentará la probabilidad de una recesión”, sostuvo la consultora.

El BCRA justificó la salida del esquema de LEFIs asegurando que las tasas elevadas por encima de la inflación serían un fenómeno “transitorio”. Sin embargo, el verdadero impacto sobre la economía recién se empezará a medir en los próximos meses. Incluso si las tasas logran estabilizarse, el Gobierno enfrentará para octubre un escenario complejo: enfriamiento de la actividad, mayor morosidad de familias y compañías, y la preferencia de los agentes económicos por no tomar crédito debido al alto costo financiero. En la práctica, esto implica resignar crecimiento.

En este contexto, tanto empresas como bancos concentran sus esfuerzos en administrar la liquidez de corto plazo, a la espera de mayor claridad sobre el frente financiero y macroeconómico. Los analistas destacan que el resultado electoral será un factor decisivo, dado que influirá directamente en las expectativas de tasas, inversión y demanda de crédito en los próximos meses.

El retroceso del financiamiento corporativo en pesos marca así un punto de inflexión: después de más de un año de expansión sostenida, el crédito empieza a reflejar las consecuencias de un endurecimiento monetario abrupto, con impacto directo en la producción y en la actividad económica general.

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