Mega sesión en Diputados: Milei enfrenta una prueba decisiva con alto costo político y fiscal

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Diputados debate hoy una mega sesión con proyectos de fuerte impacto fiscal y social, incluidos vetos presidenciales a leyes sobre discapacidad y jubilaciones.
  • La emergencia en discapacidad tiene altas chances de aprobarse pese al rechazo de Milei, con un costo de hasta 0,42% del PBI.
  • El aumento de jubilaciones y del bono (0,7% del PBI) es el tema más incierto y dependerá del rol de la UCR y los gobernadores.
  • También se tratarán la distribución automática de ATN, la reforma de la comisión bicameral, cambios en husos horarios y evasión tributaria.
  • Gobernadores como Llaryora (Córdoba) y Jaldo (Tucumán) ya marcaron distancia del Gobierno, mientras PRO y UCR muestran divisiones internas.
  • El resultado será clave: Milei necesita sostener el ajuste y su equilibrio fiscal, mientras la oposición busca capitalizar el malestar social en plena campaña.

La Cámara de Diputados se prepara para una jornada maratónica que podría redefinir la relación de fuerzas entre el oficialismo y la oposición. Con una agenda cargada de proyectos de fuerte impacto social y fiscal, el Gobierno de Javier Milei afronta este miércoles una mega sesión en la que estarán en juego vetos presidenciales, fondos para las provincias y medidas de alivio económico. La incertidumbre domina la previa, marcada por tensiones con gobernadores, heridas abiertas tras los cierres de listas y un clima electoral que empuja a los bloques a jugar cada voto con la mirada puesta en octubre.

El temario arranca con la insistencia en la declaración de emergencia en discapacidad, una iniciativa aprobada por amplia mayoría pero vetada por Milei por su costo fiscal. El proyecto aumenta pensiones y ajusta por inflación las prestaciones profesionales, con un impacto estimado entre 0,22% y 0,42% del PBI. Tanto oficialistas como opositores admiten que este veto tiene altas probabilidades de ser rechazado.

En segundo lugar se debatirá el aumento del 7,2% de las jubilaciones y pensiones, junto con la suba del bono de $70 mil a $110 mil, también vetados por el Presidente. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la medida representa un gasto de 0,7% del PBI. Aquí el resultado es más incierto: el rol de la UCR y de los gobernadores será determinante. “Que quede claro quiénes apoyan y que los que votan en contra de los jubilados y discapacitados paguen el costo político”, advirtió la semana pasada un diputado dialoguista, anticipando la dureza del debate.

El tercer capítulo de la sesión será la distribución automática de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) con las provincias. La iniciativa, que cuenta con media sanción del Senado, es respaldada por la mayoría de los gobernadores. Los libertarios, en cambio, promueven una propuesta intermedia que ya recibió guiños de mandatarios como Alfredo Cornejo (Mendoza), Ignacio Torres (Chubut) y Marcelo Orrego (San Juan).

El listado de temas incluye además la reforma para destrabar la comisión bicameral que controla los decretos de necesidad y urgencia, modificaciones en los husos horarios para ahorrar energía, la actualización de montos en delitos de evasión tributaria, y el debate sobre la emergencia en Bahía Blanca, postergado en la última sesión por falta de consenso. Hacia el final, se tratarán dos proyectos especialmente sensibles: la restitución de la moratoria previsional —con escasas chances de prosperar— y la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos, punto que genera fricciones entre la Casa Rosada y las provincias.

La batalla por los votos es feroz. El año pasado, Milei logró blindar dos vetos clave gracias al apoyo del PRO, sectores del radicalismo y algunos gobernadores. Pero hoy el escenario es más complejo. Gobernadores como Martín Llaryora (Córdoba) y Osvaldo Jaldo (Tucumán) ya marcaron distancia del Ejecutivo en materia previsional y social. El primero advirtió que “Argentina no va a salir adelante dándole la espalda a quienes más lo necesitan”, mientras que el tucumano, hasta ahora un aliado de Milei, expresó su desacuerdo con los vetos.

En el PRO también asoman fisuras. María Eugenia Vidal, enfrentada al acuerdo con los libertarios en CABA, se abstuvo en la votación previa junto a otros ocho legisladores amarillos. Algo similar ocurre en la UCR, donde su titular, Rodrigo de Loredo, no logró un entendimiento electoral con Milei en Córdoba, lo que complica la disciplina interna. En cambio, representantes radicales cercanos a Cornejo ya anticiparon que apoyarán al oficialismo.

La oposición advierte que las abstenciones favorecen al Gobierno porque elevan el umbral para alcanzar los dos tercios necesarios, mientras que las ausencias lo reducen. “Votar afirmativo es defender la ley y a los jubilados. Votar en contra o abstenerse es defender al Gobierno”, sintetizó el diputado Oscar Agost Carreño, del PRO cordobés.

En este clima, la estrategia opositora fue acumular proyectos de alto impacto en una sola sesión para garantizar quórum y forzar definiciones. “Si quieren los fondos, que voten primero las jubilaciones”, fue la consigna entre los dialoguistas. De fondo, lo que se juega es mucho más que un paquete de leyes: la pulseada por el rumbo económico y la capacidad del oficialismo de sostener su bandera del equilibrio fiscal frente a demandas sociales impostergables.

Con la campaña electoral recién iniciada, el resultado de la sesión podría convertirse en un punto de inflexión. Para Milei, será una prueba de fuego: mantener el ajuste sin concesiones o ceder ante la presión política de una oposición que huele sangre y busca capitalizar el malestar social en la recta final hacia octubre.

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