Elecciones y dólar: cómo los resultados definirán la política cambiaria y monetaria en Argentina

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Tras la fuerte volatilidad de julio, el dólar oficial retrocedió $57 (-4,1%) en agosto, impulsado por la reducción de retenciones y la persistencia de la “supertasa”.
  • La incertidumbre financiera está condicionada por las elecciones legislativas de medio término, que se celebran en distintas fechas según distrito: Ciudad de Buenos Aires (mayo), provincia de Buenos Aires (septiembre) y nacionales (octubre).
  • Los resultados electorales influirán directamente en el dólar y las tasas, generando distintos escenarios:
  1. Triunfo claro del oficialismo o favorable para LLA: dólar entre $1.250 y $1.300, tasas 20%-30%, mayor demanda de pesos y estabilidad financiera.
  2. Resultado ambiguo o intermedio: dólar $1.350-$1.500, tasas alrededor del 35%, cautela en los mercados y mezcla de cobertura en dólares y pesos.
  3. Derrota clara del oficialismo: dólar cercano a $1.450-$1.500, tasas superiores al 50%-60%, presión sobre reservas y volatilidad elevada.
  • Las elecciones no solo definirán el mapa político, sino que también condicionarán la estabilidad del dólar, las tasas de interés y las expectativas del mercado hasta fin de año.
  • Si querés, puedo hacer también una versión aún más breve en formato gráfico o tabla, mostrando los escenarios de dólar y tasas según el resultado electoral, lista para publicación rápida.

La tensión sobre el dólar oficial y las tasas de interés volvió a instalarse como eje central del debate financiero en Argentina. Tras la fuerte volatilidad de julio, en la que el tipo de cambio oficial estuvo presionado y las tasas de interés alcanzaron niveles récord, agosto abrió con un respiro: el dólar retrocedió casi $57 (-4,1%). Este descenso responde, en parte, a la reducción de retenciones, que incentivó la liquidación de soja y otros productos del agro tras semanas de freno, y a la persistencia de la “supertasa”, que volvió a atraer estrategias de carry trade por parte de parte del mercado.

Sin embargo, la calma es relativa. Los próximos meses estarán marcados por un factor de incertidumbre clásico: las elecciones legislativas de medio término. A diferencia de años anteriores, los comicios no se celebrarán simultáneamente en todos los distritos clave: la Ciudad de Buenos Aires votó en mayo, la provincia de Buenos Aires lo hará en septiembre, y las nacionales para la Cámara de Diputados y el Senado están programadas para octubre. Esta segmentación electoral obliga a los inversores a reconfigurar sus carteras y ajustar sus expectativas sobre el dólar y las tasas según los resultados que vayan conociéndose.

Gustavo Ber, economista consultado por Ámbito, advierte que la reacción del mercado dependerá de la interpretación que los inversores hagan del desenlace: “Está sujeta a la lectura que el mercado haga del resultado, que hoy es incierto”, señala. En la provincia de Buenos Aires, primera escala electoral, los comicios se dividen en ocho secciones, lo que permite que un partido triunfe en algunas zonas y no en otras. Esto mantiene en alerta al peronismo, que observa con recelo la estrategia de Axel Kicillof de distanciarse de las elecciones nacionales, interpretada como un intento de despegarse de Cristina Kirchner, y la posibilidad de perder terreno en su bastión histórico.

Los analistas coinciden en que los resultados determinarán el rumbo del dólar y las tasas. Federico Glustein proyecta que si el Gobierno logra un buen desempeño, “el tipo de cambio se mantendría contenido, y la tasa se alinearía a la inflación mensual, entre 1,5% y 1,9%”. Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, remarca que un triunfo claro del oficialismo fortalecería el peso y los activos locales, disminuyendo la presión sobre los rendimientos exigidos y ampliando el margen de maniobra del Banco Central.

En un escenario favorable para La Libertad Avanza (LLA), Eric Paniagua, de Dekadrak Venture Capital Consulting, estima que el dólar podría situarse alrededor de $1.300 y las tasas ajustarse al rango del 25%-30%, favoreciendo la consolidación de políticas económicas y sociales del oficialismo. Ber, por su parte, proyecta que un triunfo contundente permitiría al dólar aflojar hasta $1.250 y la tasa converger hacia el 20%, reduciendo la dolarización y aumentando la demanda de instrumentos en pesos.

En cambio, un resultado ambiguo o intermedio, donde el oficialismo gane por un margen estrecho, generaría cautela. Según Ber, el dólar podría mantenerse en torno a $1.350 y las tasas en 35%. Glustein anticipa movimientos más elevados, con el tipo de cambio entre $1.450 y $1.500, y Reschini prevé que parte de los flujos seguiría buscando cobertura en dólares, mientras otra se mantendría en pesos.

Finalmente, un escenario desfavorable para LLA intensificaría la presión sobre el dólar y elevaría las tasas de interés. Ber proyecta un tipo de cambio cercano a $1.450, testeando el techo de la banda, y tasas superiores al 50%. Glustein advierte que los movimientos podrían ser más vertiginosos de lo esperado si el Gobierno adopta políticas urgentes para sostenerse en el poder, y Paniagua calcula que el dólar podría acercarse a $1.500 o más, con tasas rondando el 60%.

En suma, las urnas no solo definirán el mapa político, sino también marcarán la agenda del dólar, las tasas y las expectativas del mercado de cara al cierre del año. Cada voto tendrá, en este contexto, un impacto directo en la estabilidad financiera y en la percepción de riesgo del país.

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