El Gobierno detiene la privatización de Trenes Argentinos y apuesta a una millonaria inversión para modernizar la red

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • El plan de privatización de Trenes Argentinos fue suspendido tras evaluar que la empresa no es rentable para el sector privado en su estado actual.
  • El Gobierno anunció una inversión de más de 52.798 millones de pesos para obras e incorporación de equipamiento ferroviario, buscando mejorar la infraestructura antes de reconsiderar la privatización.
  • Trenes Argentinos proyecta ingresos de 83.801 millones pero gastos operativos superiores al billón de pesos, generando una pérdida cercana a 978.773 millones.
  • Emplea a más de 23.000 trabajadores, cuyos salarios representan el 74,3% del gasto total. La tarifa cubre solo el 7,8% del costo real; el resto se financia con fondos estatales.
  • La inversión incluye 42.617 millones para obras en vías, puentes e infraestructura, y 10.182 millones para renovar maquinaria y trenes.
  • Se instalará el sistema de frenado automático (ATS) en líneas clave para mejorar la seguridad, y se renovarán vías en ramales importantes como La Plata, Tigre y Belgrano Sur.
  • La privatización de Trenes Argentinos Operaciones está suspendida sin fecha de reactivación; solo sigue operando la concesión privada de Belgrano Cargas.
  • El Gobierno busca fortalecer el servicio ferroviario para millones de usuarios, modernizando la red y sentando bases para una futura gestión eficiente que podría incluir participación privada.
  • La decisión refleja la compleja situación financiera y social del sistema, priorizando la inversión pública para garantizar la operatividad y seguridad antes de una eventual privatización.

El plan de privatización de Trenes Argentinos quedó momentáneamente en pausa luego de un análisis del Gobierno nacional que concluyó que, en su estado actual, la empresa no resulta rentable para el sector privado. Frente a este diagnóstico, el Ejecutivo decidió dar un giro en su estrategia y anunció una inversión histórica de más de 52.798 millones de pesos destinada a obras y adquisición de equipamiento ferroviario, con el objetivo de mejorar la infraestructura antes de evaluar nuevamente una eventual privatización.

Una empresa en números rojos

La situación financiera de Trenes Argentinos es crítica. Según datos oficiales, la empresa proyecta ingresos por alrededor de 83.801 millones de pesos, mientras que sus gastos operativos superan ampliamente el billón de pesos. Esta desproporción genera una pérdida estimada que ronda los 978.773 millones de pesos, una cifra que refleja la complejidad del desafío para el Estado.

Actualmente, la empresa emplea a más de 23.000 trabajadores, cuyos salarios representan el 74,3% del gasto total. Desde el oficialismo reconocen que, para alcanzar un equilibrio financiero, sería necesario reducir la planta de personal y aumentar las tarifas, pero ninguna de estas medidas está contemplada por ahora. De hecho, el esquema tarifario vigente muestra que los pasajeros solo cubren el 7,8% del costo real del servicio, con el resto financiado a través de transferencias estatales, un modelo que complica la sustentabilidad económica del sistema.

Obras prioritarias y renovación tecnológica

En este contexto, el nuevo plan ferroviario prevé destinar aproximadamente 42.617 millones de pesos a la mejora de vías, puentes y otras infraestructuras esenciales. A su vez, se destinarán 10.182 millones para la compra de maquinaria, locomotoras y trenes modernos, con la intención de renovar un parque obsoleto y aumentar la eficiencia.

Entre las obras más destacadas figura la instalación del sistema de frenado automático (ATS) en las líneas San Martín, Sarmiento y Mitre. Esta tecnología busca aumentar la seguridad y minimizar el riesgo de accidentes, una preocupación constante en el transporte ferroviario. Además, se proyecta la renovación de vías en importantes ramales como La Plata, Tigre y Belgrano Sur, puntos clave para la conectividad de miles de usuarios.

Privatización suspendida y futuro incierto

Actualmente, la única concesión privada que permanece operativa es la de Belgrano Cargas. La privatización de Trenes Argentinos Operaciones, que había sido uno de los pilares del plan de apertura a capitales privados, se encuentra suspendida sin fecha de reactivación definida. La decisión de pausar esta privatización evidencia los desafíos financieros y operativos que enfrenta el sistema ferroviario.

Con esta inversión, el Gobierno de Javier Milei busca fortalecer un servicio que resulta esencial para millones de argentinos, mejorando la calidad y seguridad del transporte. La apuesta apunta a sentar las bases para una futura gestión más eficiente, que podría incluir nuevamente a privados, pero solo una vez que se hayan subsanado las debilidades estructurales.

Un giro estratégico frente a la crisis ferroviaria

La pausa en la privatización junto al desembolso récord de fondos refleja la difícil coyuntura social y económica de Trenes Argentinos. El Ejecutivo decidió priorizar la inversión directa para garantizar la operatividad del sistema, modernizar la red y atender los reclamos por un transporte más seguro y confiable.

Este giro estratégico pone de relieve la complejidad de reformar un sector vital que, pese a su importancia para la movilidad y el desarrollo regional, sigue arrastrando problemas históricos de gestión, financiación y mantenimiento.

En definitiva, el futuro del ferrocarril en Argentina se encuentra en un punto de inflexión, donde la mejora tecnológica y la inversión pública serán claves para definir si la privatización será una opción viable o si el Estado deberá continuar como garante principal de este servicio esencial.

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