El Gobierno insiste: “Esta vez es distinto” y desafía al mercado financiero

• El ministro Luis Caputo afirma que Argentina vive un proceso de cambio profundo y distinto, respaldado por el presidente Milei y un plan con tres anclas (fiscal, monetaria y cambiaria) que ya muestra resultados, como control de inflación.
• Caputo desafía las dudas del mercado y asegura que grandes fondos internacionales siguen interesados en financiar al país, con dólares asegurados para próximos vencimientos.
• Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central, niega falta de reservas y confirma que no se usaron los u$s12.000 millones del FMI, que se destinan a reservas para pagar deuda.
• Celebran la colocación del BONTE 2030 por u$s1.000 millones y una operatoria REPO récord de u$s2.000 millones; reconocen no haber alcanzado la meta de reservas del FMI pero minimizan su impacto.
• La prioridad es mantener la flotación cambiaria, abrir el mercado (cepó liberado para individuos) y sostener una macroeconomía ordenada con superávit fiscal, clave en un año electoral.
• Desde el Banco Central critican a la “casta” financiera por preferir medidas menos disruptivas; el Gobierno apuesta a un modelo “disruptivo y nunca visto”.
• El equipo económico se muestra firme y confiado, convencido de que el cambio es irreversible y diferente a procesos anteriores.

El equipo económico encabezado por el ministro de Economía, Luis Caputo, insiste en que Argentina atraviesa un proceso de cambio profundo y diferente a experiencias pasadas. “Esta vez es distinto”, repite con énfasis Caputo, quien asegura contar con el respaldo político del presidente Javier Milei y un plan sólido basado en tres anclas —fiscal, monetaria y cambiaria— que, según destaca, ya empieza a mostrar resultados positivos, como el control de la inflación.

Frente a las dudas y especulaciones del mercado, particularmente sobre la permanencia del país en índices internacionales como el MSCI, Caputo se muestra desafiante. Señala que muchos actores globales, incluidos grandes fondos como BlackRock, Vanguard y State Street, que también poseen deuda estadounidense, siguen interesados en financiar a Argentina, siempre y cuando se mantenga la capacidad de pago. “El Tesoro ya cuenta con los dólares necesarios para cumplir con los próximos vencimientos”, asegura el ministro.

En ese mismo tono desafiante se pronunció el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, durante un foro del Instituto Internacional de Finanzas. “No nos faltan reservas, sobran reservas”, afirmó, desmintiendo rumores de intervenciones en el mercado cambiario y asegurando que no se utilizaron los u$s12.000 millones recibidos del FMI. Destacó que esas divisas se destinaron a la compra de reservas para cumplir con la deuda.

El equipo económico celebra la reciente colocación del BONTE 2030, que captó u$s1.000 millones entre inversores extranjeros, y la operatoria REPO por u$s2.000 millones del Banco Central, la más alta desde enero. Reconocen que no se cumplió por completo la meta de reservas pactada con el FMI, pero minimizan el impacto y apuntan a que aún hay margen para acumulación futura.

El mensaje hacia el establishment financiero es claro: la prioridad es mantener un sistema cambiario flotante, con mayor apertura —como la liberación del cepo para individuos— y una macroeconomía ordenada que sostiene un superávit fiscal en un contexto global complejo. Reconocen que este es un año electoral donde la consolidación del proyecto político es clave para avanzar con reformas estructurales.

En paralelo, desde el Banco Central lanzan críticas a la “casta” empresarial y financiera, acusándolos de preferir medidas menos disruptivas como la liberación de dividendos, mientras el Gobierno apuesta a un modelo “disruptivo, nunca visto en Argentina”. El oficialismo festeja que la atención del mercado haya cambiado: “Antes nos preguntaban cuándo dejábamos de intervenir, ahora cuándo vamos a intervenir”.

Así, el equipo económico se muestra firme y desafiante frente a la volatilidad y el escepticismo del mercado, confiando en que el cambio en curso es irreversible y diferente a los procesos anteriores que marcaron la historia económica del país.