El Gobierno restablece retenciones para soja y maíz y genera tensión con el campo

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno restablecerá desde el 1° de julio las retenciones plenas para soja (33%) y maíz/sorgo (12%), y sube la del girasol al 7%.
  • Trigo y cebada mantienen una alícuota reducida (9,5%) hasta marzo de 2026, con nuevas condiciones para exportadores.
  • La medida fue oficializada por decreto y genera fuerte rechazo en el sector agropecuario.
  • Productores advierten sobre el impacto negativo en la comercialización, la inversión y la previsibilidad.
  • El Gobierno justifica la medida por razones fiscales y para reforzar reservas. La Exposición Rural podría ser clave en el diálogo con el campo.

A partir del 1° de julio, el Gobierno nacional reestablecerá las alícuotas plenas de retenciones para la soja y el maíz, una medida que había sido anticipada pero que igualmente provocó fuerte malestar entre las entidades agropecuarias. La decisión fue oficializada este viernes mediante el decreto 439/2025, firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo.

Según lo dispuesto, la alícuota para la soja pasará del 26% al 33%, mientras que el maíz y el sorgo tributarán el 12%, frente al 9,5% previo. También se ajusta la carga para el girasol, que vuelve al 7%. Por otro lado, el trigo y la cebada conservarán la tasa reducida del 9,5% hasta marzo de 2026, con una condición adicional: los exportadores deberán liquidar el 90% de las divisas en un plazo de 30 días hábiles desde la DJVE, el doble del plazo anterior.

El decreto llega en un momento simbólico: pocos días antes de la tradicional Exposición Rural de Palermo, donde se espera que Milei diga presente. El anuncio es leído por el sector como un gesto contradictorio: por un lado, se mantiene el beneficio para cultivos invernales; por otro, se da marcha atrás con una rebaja que había dinamizado las exportaciones de granos durante el primer semestre del año.

Desde el Gobierno argumentan que la decisión busca “garantizar la eficacia exportadora” del trigo y la cebada en plena campaña 2025/2026. La soja y el maíz, en cambio, ya se encuentran avanzados en su proceso de cosecha. Sin embargo, entidades como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coninagro expresaron su “preocupación” y reclamaron previsibilidad y estabilidad tributaria.

Las cifras respaldan la inquietud. Sólo en las últimas dos semanas se declararon exportaciones por más de 5.000 millones de dólares en productos derivados de soja y maíz. Y aunque la campaña de soja está más avanzada, el 45% del maíz aún no fue recolectado, lo que implica que gran parte de esa producción quedará sujeta a las nuevas retenciones.

Además de la cuestión fiscal, la medida tiene impacto directo en las decisiones comerciales de los productores. Especialistas advierten que la suba de impuestos podría frenar la venta de granos en los próximos meses, afectando la liquidez del sector y la planificación para futuras campañas.

En paralelo, los cultivos invernales continúan su curso. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 72,7% del trigo ya fue sembrado, en una superficie estimada de 6,7 millones de hectáreas, mientras que la cebada alcanza el 50,8% de avance. Las exportaciones de estos dos cultivos generan en conjunto unos 4.000 millones de dólares anuales, lo que explica su peso estratégico.

Aunque el Gobierno defiende la medida como parte de su programa de consolidación fiscal y fortalecimiento de reservas del Banco Central, el nuevo esquema de retenciones suma un capítulo más a la tensa relación entre la Casa Rosada y el agro. Todo indica que la Exposición Rural será el escenario elegido para continuar —o intentar recomponer— el diálogo.

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