Cristina Kirchner, desde su prisión domiciliaria, volvió a cargar contra Bullrich y el modelo económico de Milei

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Cristina Kirchner reapareció con un mensaje político desde su prisión domiciliaria, durante un acto en Parque Lezama por el Día de la Bandera.
  • Criticó duramente a Patricia Bullrich, a quien calificó de “nefasta”, y denunció un intento de provocar caos con las vallas instaladas frente a su domicilio.
  • Cuestionó la política económica del gobierno de Milei, señalando alta desocupación, caída del consumo y salida de dólares tras el levantamiento del cepo.
  • Acusó al Gobierno de tener un “superávit trucho” y de desfinanciar áreas clave como salud, educación y obra pública.
  • Máximo Kirchner encabezó el acto y llamó a reorganizar el peronismo, proponiendo el 18 de junio como el “día de la dignidad”.
  • Cristina volvió a posicionarse como referente del espacio opositor, en tono desafiante y con duras críticas al modelo libertario.

Desde su departamento en el barrio porteño de Monserrat, donde cumple prisión domiciliaria, Cristina Fernández de Kirchner volvió a enviar un mensaje grabado con fuerte contenido político. En ocasión del Día de la Bandera y ante una militancia congregada en Parque Lezama, la ex presidenta apuntó con dureza contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y arremetió contra la política económica del gobierno de Javier Milei.

Cristina calificó a Bullrich como “una mujer nefasta, capaz de cualquier cosa”, y denunció que la instalación de vallas de la Policía Federal en los alrededores de su domicilio fue realizada “sin orden judicial”, con la intención de “provocar conflicto y caos”. “Mamita, qué currículum”, ironizó, recordando el paso de la ministra por los gobiernos de De la Rúa, Macri y ahora Milei. “Nunca llegó a ninguna parte, pero provocó dolor y daño”, agregó.

Desde el entorno de Bullrich evitaron responder directamente, pero advirtieron que “si viola la tranquilidad, se revisará su situación judicial”, y celebraron que “las calles de San Telmo no sean una unidad básica peronista”.

Cristina también criticó con fuerza los indicadores económicos. Señaló que la desocupación llegó al 9,7% en el conurbano y al 9,2% en Córdoba, lo que definió como un “retorno a los peores recuerdos de la Argentina”. A esto sumó cuestionamientos por los salarios congelados, la caída del consumo y el aumento del costo de los servicios.

Respecto al plano fiscal, acusó al Gobierno de sostener un “superávit trucho” y denunció deudas millonarias con las provincias, el vaciamiento de la obra pública y el desfinanciamiento de áreas clave como educación, salud y ciencia. También cuestionó la salida de dólares tras el levantamiento parcial del cepo: “En 45 días se fueron casi 4 mil millones. Estamos al horno”, sentenció.

La ex mandataria cerró su mensaje advirtiendo que el modelo libertario es “insostenible” y dejó abierta una crítica más profunda: “¿Por qué la gente va a seguir pagando impuestos si no vuelve nada del Estado a la sociedad?”.

El acto en Parque Lezama fue encabezado por su hijo, el diputado Máximo Kirchner, quien llamó a reorganizar el peronismo con “disciplina y conducta” y propuso convertir el 18 de junio —día de la movilización en apoyo a CFK— en una nueva fecha simbólica: “El día de la dignidad”.

En un contexto judicial adverso y con el peronismo en plena reconfiguración, Cristina volvió a mostrarse como referente central de un espacio en resistencia. Su mensaje apunta no solo al Gobierno, sino también a la interna opositora: con tono desafiante, marcó el rumbo de un sector que se niega a rendirse.

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