




A 24 horas del temblor inicial, las réplicas todavía se sienten con fuerza en todos los ámbitos de la política nacional. El fallo de la Corte Suprema de Justicia que ratifica la condena sobre la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner generó conmoción y alterará absolutamente el tablero de juego, y no sólo en provincia de Buenos Aires donde la todavía presidenta del PJ nacional ya no podrá ser candidata en septiembre próximo.
La reconfiguración obligada del peronismo y la nueva era que se abre marcan un cambio de época que genera expectativa. De hecho, hubo reacciones de todo tipo. De derecha a izquierda, celebrando o condenando la resolución judicial, todo el arco político del país se expresó y pronunció de algún modo ante lo acontecido. Todos, excepto el peronismo cordobés.
Pues, hasta ahora, ninguno de los máximos referentes de Hacemos Unidos sentó posición. Deliberadamente y bien al estilo cordobesista, Juan Schiaretti ni Martín Llaryora emitieron sonido al respecto. Tampoco lo hizo el intendente de la Capital, Daniel Passerini, quien suele despegarse de esa línea en ocasiones. De igual modo, no hubo pronunciamientos de funcionarios, legisladores y referentes de la primera línea del llaryorismo ni schiarettismo. Sólo la diputada Natalia de la Sota se expresó y fue para criticar la judicialización de la política y la politización de la justicia.
Es una decisión orgánica de Hacemos la de no opinar, al menos por ahora. Desde hace años, el peronismo cordobés hace gala de su independencia respecto al justicialismo nacional sobre todo desde que el PJ “fue colonizado por el kirchnerismo” según palabras del propio Schiaretti. De allí que la estrategia nacional del cordobesismo nunca se discutió con el partido a nivel central, sino que siempre se definió en el Panal. Incluso, en las últimas elecciones, donde el ex gobernador fue candidato presidencial, el kirchnerismo fue blanco de sus principales críticas de campaña.
Es por eso que el oficialismo cordobés no se hace cargo de lo que sucedió con la dos veces presidenta de la Nación y no siente ninguna obligación en tener que salir a decir algo públicamente. Le esquiva al asunto sin remordimientos.
De hecho, así lo dejaron entrever ayer en la Legislatura donde, más allá de los pinchazos que metió la oposición, el llaryorismo siguió inmutado frente al que seguramente será uno de los principales hechos políticos del año.
Por su lado, siguiendo con su agenda de armado nacional, Schiaretti estuvo ayer en la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) en CABA, donde se reunió con el Consejo Directivo de la entidad que preside Gustavo Weiss. En la charla a la que fue acompañado por el diputado Carlos Gutiérrez, el secretario de Integración Regional y Relaciones Internacionales, Carlos Massei, y el ministro hoy asesor del Gobierno, Hugo Testa.
Allí, el tres veces gobernador de Córdoba defendió la obra pública, criticó al gobierno nacional pero no hizo ninguna referencia al tema que hoy ocupa la agenda central del país. Desde su entorno, aseguran que tampoco sacó conclusiones todavía sobre cómo puede impactar en el armado nacional del su partido y en el peronismo en general, la detención de la ex vicepresidenta que se hará efectiva en las próximas horas.
El cordobés eligió hablar de la importancia de la obra pública y sobre ello giró su charla.
“La obra pública está, en primer lugar, para que nuestra gente viva mejor, para garantizar el progreso y, apoyar a la producción y creación de riqueza; ese es el sentido de la obra pública”, dijo tras criticar la concepción que el presidente Javier Milei tiene sobre ese punto.
“Y no puede ser hecha solo por iniciativa privada, en ningún lugar del mundo este sistema alcanza el 20% de toda la obra pública. La inmensa mayoría la ejecuta el Estado. Como ejemplo basta mirar al Reino Unido, Chile, Brasil, Estados Unidos, entre otros”, ejemplificó al señalar que no es sostenible en el tiempo mantener en cero la inversión en obra pública, sin afectar la seguridad y la productividad.
En cuanto al impacto de la obra pública en Córdoba, recordó que “entre 2015 y 2023, el PBI de la construcción creció en la provincia un 4,5 %, frente a apenas un 0,4 % a nivel nacional, como consecuencia de un programa de obras públicas que movilizó 8.400 millones de dólares en ese período”. El gobernador del “plan cemento” recordó que la inversión se destinó a obras viales, gasoductos, cloacas y desagües pluviales, cuencas hídricas, “redes de agua potable, hospitales, escuelas, viviendas, entre otros”.
Schiaretti fue categórico al cuestionar el ajuste fiscal hecho a los hachazos como único camino posible. Subrayó la necesidad de diagnósticos rigurosos y de políticas públicas coherentes que aseguren el equilibrio fiscal sin sacrificar la obra pública y cerró: “como digo siempre: tanto Estado como sea necesario, tanto mercado como sea posible".
CON INFORMACION DE DIAIRO ALFIL.




Unión por la Patria repudia la "proscripción" de Cristina Kirchner y denuncia un “atentado a la democracia”

Grabois denuncia un "golpe judicial" y llama a la abstención: tensión en el PJ tras el fallo contra Cristina Kirchner

Elisa Carrió celebró la condena a Cristina Kirchner pero pidió "no hacer leña del árbol caído"

La condena a Cristina Kirchner profundiza divisiones y movilizaciones en el movimiento sindical

Estela de Carlotto repudia la condena a Cristina Kirchner y denuncia un “proceso autoritario” en Argentina

Ricardo Alfonsín cuestionó el fallo contra Cristina Kirchner y advirtió sobre la crisis institucional



