A finales de los noventas, Britney Spears logró consolidarse como una estrella mundial de la música, a tal grado de ganarse el mote de la “Princesa del pop”. No obstante, su realidad actual contrasta con aquella época de gloria y esplendor.
Y es que tras varios años de escándalos, polémicas y pleitos legales con su papá y ex parejas, la cantante ha decidido cambiar de residencia para llevar una vida más tranquila alejada de los reflectores.
Con 43 años de edad recién cumplidos, la intérprete de “Toxic” hizo sus maletas y se mudó a México, para evitar el acoso de los paparazzi y los medios de comunicación que se han encargado de ensuciar su imagen.
A través de un video compartido en redes sociales, Britney indicó que ya no soporta el acoso, “realmente me duele que hagan que mi cara parezca que llevo una máscara blanca de Jason. Ni siquiera se parece a mí, siempre han sido increíblemente crueles conmigo”.
Con México como su nuevo hogar, la cantante reconoció: “Sé que no soy perfecta de ninguna manera, pero parte de su comportamiento es extremadamente cruel”.
Fuente: Pronto