Javier Milei criticó a los países que no apoyaron a Israel: “Veo en algunos indiferencia y en otros, miedo”
POLÍTICA Federico Gallligani*Visiblemente emocionado tras presenciar un largo acto en memoria de las víctimas del Holocausto y del terrorismo de Hamas, el presidente Javier Milei subió este miércoles por la noche al escenario de la sala sinfónica del Centro Cultural Kirchner (CCK) y, en hebreo, pidió por las almas de todos ellos, para luego reclamar por la liberación de los que todavía permanecen secuestrados en la Franja de Gaza.
El mandatario nacional fue el último orador en el acto organizado por la DAIA, brazo político de la comunidad judía en la Argentina, y por el Museo del Holocausto que, además de la Shoá, conmemoró el histórico levantamiento en el gueto de Varsovia, ocurrido el 19 de abril de 1943.
En ese contexto, el jefe de Estado ratificó efusivamente su alineamiento con Israel y cuestionó en duros términos “al resto de los líderes del mundo libre, en especial a aquellos de las grandes naciones, que deberían ser los pilares de la libertad a nivel global”.
“Los miro y veo, en algunos, indiferencia y en otros, miedo a pararse del lado de la verdad. Hoy el mundo calla mientras aún hay más de 100 secuestrados sufriendo, de los cuales ocho son compatriotas argentinos”, remarcó.
En este sentido, Milei advirtió que existe “un recrudecimiento tanto del fanatismo islámico intolerante como del antisemitismo en sus distintas versiones”, pero que muchos países no lo condenan “con la tajante condena y firme acción que les demandan, sino con incomodidad y gestos ambiguos”.
“Cuando el mundo calla, nosotros tenemos la obligación de hablar, porque es el silencio de los buenos lo que permite la barbarie de los malos. Y porque hablar, mirar de frente y no hacer la vista gorda a pesar de que sea difícil, a pesar de que para muchos sea inconveniente, es la única forma de que la Shoá no se repita”, sostuvo.
Entre el público se encontraba la canciller Diana Mondino, quien escuchó atentamente cuando el líder de la Casa Rosada anunció que iba a postular a la Argentina para presidir la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), un organismo que reúne a Gobiernos y expertos para reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el genocidio ocurrido durante el nazismo.
Milei arribó al edificio pasadas las 19:00, acompañado por el titular de la DAIA, Jorge Knoblovits, y luego de abrazarse con algunas de las personas que estaban en la primera fila del recinto, se dirigió a acariciar a los perros de la brigada anti explosivos.
De hecho, como una muestra cabal del peligro que todavía genera el antisemitismo, el protocolo de seguridad no se limitó únicamente al interior de la sala, sino que en los alrededores del CCK -que pasará a llamarse próximamente Palacio Libertad, por decisión del Gobierno-, la Policía quitó todos los tachos de basura que estaban en la calle e incluso del contenedor grande que estaba en la entrada, idéntico a los que se pueden observar en el resto de la ciudad de Buenos Aires, solamente quedaba la base.
“Lo que ocurrió no es un problema de Israel, solamente. Primero, porque 21 argentinos fueron asesinados por Hamas en aquella jornada trágica. 20 argentinos más fueron secuestrados y hoy, a siete meses del atentado, hay al menos ocho compatriotas, de quienes seguimos desconociendo si están aún entre nosotros o si han pasado a otra vida”, expresó el jefe de Estado, al referirse a los ataques del 7 de octubre pasado en la Franja de Gaza.
Con la voz quebrada, Milei comenzó su discurso enviándole sus condolencias a la familia de Lior Rudaeff, el hombre de 61 años que recientemente fue confirmado como una víctima más de aquel asalto, y remarcó que “cuando se libra una batalla entre el bien y el mal, entre la libertad y la opresión, y entre la civilización y la barbarie, tomar partido no es una opción, entre otras, sino una obligación moral”.
Sobre el final, el mandatario nacional recordó que “la Argentina es una amiga histórica del pueblo judío”, que fue “el primer país de la región en reconocer la existencia del Estado de Israel” y tenemos actualmente “la comunidad judía más grande de Latinoamérica y la décima más grande del mundo”.
“Hemos sufrido los atentados cobardes de parte del gobierno de Irán, no solo a la comunidad judía argentina, sino al pueblo argentino. Todos estos hechos, debido al esfuerzo e insistencia de quienes buscan la verdad, a tres décadas, se están empezando a esclarecer”, destacó, en relación con el último fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, que sentenció que el ataque contra la embajada de Israel en marzo de 1992 y la bomba que hizo explotar la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994, “respondieron a un designio político y estratégico” de esa república islámica.
La participación del Presidente en este acto de la DAIA y el Museo del Holocausto fue una señal más de acercamiento por parte del libertario, no solamente al mundo hebreo, sino también a Israel, que fue su segundo destino oficial tras asumir al frente de la Casa Rosada.
* Para www.infobae.com