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Nuevo capítulo con barcos rusos y chinos ligados a la guerra y espionaje

INTERNACIONALES 07/03/2023 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Casualidad o no, los tres países del llamado «eje del mal» —Rusia, China e Irán— se han enfocado en los últimos años en potenciar su fuerza naval. Con enormes buques, están llegando a todos los rincones marítimos posibles, tal como lo confirmó en enero pasado el contralmirante iraní Shahram Irani. Al tiempo que este anunciaba la futura llegada de barcos del régimen de Teherán al Canal de Panamá, también aseveraba que era la primera vez que la flota del país islámico iba a estar presente en el océano Pacífico.

De manera que Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, ha podido saber, investigación tras investigación, cómo barcos iraníes, rusos y chinos están permitiendo a estos regímenes avanzar con sus planes a miles de kilómetros de su territorio. El país gobernado por Xi Jinping parece hacerlo con supuestas flotas comerciales, mientras que Vladímir Putin lo disimula con naves petroleras o de ayuda humanitaria. Varios reportes han revelado cómo opera esta «flota en la sombra» de Moscú con engaños para vender su petróleo a países sancionados, debido las restricciones por la guerra en Ucrania.

En otras palabras, avanzan lento pero sin pausa. Quieren garantizar su presencia operacional militar en aguas occidentales, y más específicamente en el Caribe, el llamado patio trasero de Estados Unidos. El escándalo que desató la próxima llegada de barcos iraníes al Canal de Panamá, y su parada previa en Brasil, fue de tal magnitud que el país centroamericano se pronunció. Su posición es de neutralidad. No van a frenar el paso de los buques Dena y Makran a pesar de la evidente «señal de advertencia». Y ante esto, los expertos remarcan cómo la fuerza naval que Irán logró cosechar en sólo 20 años tiene la capacidad de cruzar grandes distancias oceánicas.

El «caballo de Troya» chino
Con el pasar de los días se suman novedades sobre este escenario. China —cuyo régimen está enfrascado en derrotar a EE. UU. en términos tecnológicos, económicos y militares— podría estar usando sus grúas gigantes de carga, de barco a tierra, como antenas de espionaje. Estas funcionan en puertos de todo el país norteamericano.

Funcionarios de seguridad nacional y del Pentágono las comparan con un «caballo de Troya», ya que si bien están comparativamente bien hechas y son económicas, «contienen sensores sofisticados que pueden registrar y rastrear la procedencia y el destino de los contenedores», indicó The Wall Street Journal. No sólo eso, las grúas «también podrían proporcionar acceso remoto a alguien que busque interrumpir el flujo de mercancías», dijo Bill Evanina, exalto funcionario de contrainteligencia de EE. UU.

«Es la combinación perfecta de negocios legítimos que también pueden enmascararse como recopilación clandestina de inteligencia», agregó el experto al mismo medio. Y para que quede claro lo que intenta decir, remarcó que «las grúas pueden ser el nuevo Huawei», en relación a la china Huawei Technologies Co., acusada de espionaje a través de la tecnología 5G y de la que tanto advirtió el expresidente estadounidense Donald Trump y el anterior gobierno brasileño de Jair Bolsonaro.

Buque ruso con «ayuda humanitaria»
Con china usando sus barcos para posible espionaje dentro de EE. UU. sin una posición realmente firme por parte del gobierno demócrata de Joe Biden, aparece Rusia con buques que simulan llevar sólo ayuda humanitaria, cuando el objetivo es transportar armamento que podría estar utilizando para la guerra en Ucrania.

Según medios rusos, el barco Sparta IV llegó a la ciudad de Tartus, Siria, con ayuda humanitaria transportada en cubierta en días donde ocurrieron los trágicos terremotos en Turquía, país vecino. Pero luego, el buque sancionado recibió mercancía en esa misma ciudad.

Según Naval News, la carga «involucró vehículos militares distintivos y las grandes bodegas del barco se abrieron». Mientras navegaba por el estrecho de Bósforo —el cual atraviesa Estambul y separa a Europa de Asia— tenía un calado declarado de 6,2 metros, lo que sugería «una carga pesada». El portal asegura que la afirmación está respaldada por la evidencia fotográfica. El estrecho está cerrado a los buques de guerra debido a la invasión rusa en Ucrania. Pero parece que Moscú consiguió la forma de evadir esta restricción.

De cierta manera, tiene semejanzas con los buques iraníes que trafican armas, uno de los cuales fue incautado cerca de las costas de Yemen con más de 3000 rifles de asalto, 20 misiles guiados antitanque y otros componentes en una operación conjunta entre EE. UU. y Reino Unido en enero de este año.

Fuente: PanamPost

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