El Escribano Luis María Gontero Cornavaca detenido por "Trenza de los remates judiciales"

El escribano Luis María Gontero Cornavaca fue detenido en su estudio notarial del Centro de la ciudad de Córdoba al acumularse evidencia que probaría que es un integrante de la asociación ilícita de la "Trenza de los remates judiciales". 

Al recibir de Policía Judicial el resultado del análisis su computadora secuestrada, el fiscal de Delitos Complejos Enrique Gavier dispuso la detención que se concretó el pasado lunes en la escribanía del 4° piso A de la peatonal de 9 de Julio 228.

Al mismo tiempo fue allanado el domicilio particular de Gontero Cornavaca, en el country La Santina Sur, en el Camino a San Carlos, al sur de la capital cordobesa. 

 Gavier dispuso la detención del escribano porque, además de agravarse su situación por ser considerado miembro de una asociación ilícita, tiene otras dos causas con elevación a juicio firme, que esperan ser juzgadas, en las cámaras 3ª y 5ª. Además, existen otras imputaciones en otras fiscalías y otras denuncias, todo relacionado con su actuación notarial.  

Una de las causas de Gontero Cornavaca elevada a juicio el viernes pasado es la que involucra a quien está sindicado como jefe de la organización, Walter José Bucheme. Allí el escribano está imputado por falsedad ideológica. 

Ahora, por lo que indica la computadora secuestrada se determinó que es autor no sólo de ciertas falsedades ideológicas, sino además como miembro activo de importantes falsificaciones necesarias en la asociación ilícita.  

Sobre la organización

La Trenza de los remates judiciales era una organización ilegal que copaba los remates y presionaba a oferentes y martilleros para determinar el curso de la subasta. Al monopolizar los trámites de esos actos lograban imponer condiciones para fijar precio y ser parte activa y necesaria de las negociaciones. 

Más de 30 miembros de esa asociación ilícita están imputados por el fiscal Gavier en la causa que aún está tramitando.

Fuente: La Voz del Interior sobre una nota de Francisco Panero