
Estados Unidos refuerza su influencia en América Latina
INTERNACIONALES


El reciente acuerdo político firmado por Javier Milei en Washington ha generado un nuevo marco de cooperación entre Argentina y Estados Unidos. Según fuentes, el acuerdo incluye la cesión de yacimientos estratégicos de litio y gas, la instalación de una base militar estadounidense en el extremo sur del país y limitaciones a la actividad económica de China, a cambio de una supuesta estabilidad cambiaria.
Este acuerdo se enmarca dentro de una estrategia más amplia de Estados Unidos para recuperar su predominio en América Latina y limitar la influencia de competidores, especialmente en el acceso a recursos naturales esenciales para la industria tecnológica y militar.
El enfoque de Washington parece evocar viejas rivalidades de la Guerra Fría, en un escenario donde emergen tensiones relacionadas con el narcotráfico y conflictos económicos. La situación en el Mar Caribe se ha convertido en un punto focal, con amenazas directas de Trump sobre el control del Canal de Panamá, actualmente operado por un consorcio hongkonés, y las crecientes preocupaciones por el vínculo comercial entre México y China.
El enfrentamiento con el régimen de Nicolás Maduro ha escalado, pasando de la retórica a la acción militar en aguas venezolanas. Las tensiones han aumentado también en la región caribeña con la reciente implicación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en ataques relacionados con el narcotráfico, un movimiento considerado como un intento de desestabilización política en Colombia.
En el Cono Sur, países como Ecuador, Perú y Chile son piezas clave en la estrategia estadounidense. La salida de Dina Boluarte del poder en Perú fue facilitada por sectores alineados con Washington, preocupados por sus vínculos con China. En Ecuador, el gobierno de Daniel Noboa busca reinstaurar bases militares estadounidenses, evocando la memoria de la Base de Manta, en respuesta a la creciente violencia por el narcotráfico.
Además, en Chile, las elecciones que se avecinan preocupan a Estados Unidos, que busca potencialmente debilitar al gobierno de Gabriel Boric y asegurar el control de las reservas de litio. Bolivia, tras la reciente elección de Rodrigo Paz, también se muestra como un punto estratégico, donde la Casa Blanca podría intentar retomar el control sobre recursos vitales que fueron asegurados durante los mandatos de Evo Morales.
No obstante, Brasil representa un desafío significativo para los planes de Trump. El liderazgo de Lula da Silva y su postura independiente han complicado la influencia estadounidense, especialmente en un contexto donde el país controla importantes yacimientos de recursos raros.
En resumen, aunque el plan de Trump avanza con éxito aparente, la resistencia de los países latinoamericanos podría generar escenarios inesperados. La historia de la región sugiere que la defensa de la soberanía y los recursos naturales seguirá siendo una prioridad frente a presiones externas.






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