Natalia de la Sota arma su propio peronismo, lejos de Martín Llaryora y el kirchnerismo

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Consciente de la centralidad que ha adquirido en la escena política de Córdoba, Natalia de la Sota no va a disminuir su actividad durante las próximas semanas. Pero en adelante, buena parte de los registros consecuentes se escenificarán en una oficina propia, no ya en terrenos neutrales o ajenos.

Dicha oficina está ubicada en Rogelio Martínez, un sector residencial, habitado mayormente por funcionarios y personal de la Justicia Federal, cuya sede tribunalicia se yergue en la entrada al barrio.
 
El lugar elegido es por demás simbólico. Allí tuvo su última morada capitalina José Manuel de la Sota, su padre. Ahí mismo, a pocas cuadras del centro, se encuentra una obra emblemática de las gestiones del “Gallego”, la Ciudad de las Artes, en terrenos que pertenecieron al Ejército Argentino, convertida en dependencia de tradicionales escuelas terciarias que conformaron la Universidad Provincial.
Presentado como oficina para el trabajo legislativo, no como un “búnker”, la diputada podrá desde allí “llamar al pie” a la pléyade de dirigentes que intenten acercarse a ella, siquiera con la intención de integrar un amplio espacio como opción para las elecciones de octubre.
El primer registro allí tomado tuvo a Alejandro Topo Rodríguez como coprotagonista. Aunque lo describieron como un encuentro entre amigos, ambos dirigentes aprovecharon para actualizar críticas conjuntas a la gestión de Javier Milei, una coincidencia que trasciende límites provinciales.
El nombre Natalia de la Sota
La disposición de un espacio propio sintoniza con una decisión más profunda que la legisladora ya suelta ante diversos interlocutores: De la Sota tiene capital y nombre propio, condiciones que difuminan los rótulos con que intentan vaticinar su futuro periplo.

En otras palabras, aunque esté decidida a jugar por fuera del peronismo cordobés, no quiere ser referencia de otros sectores del PJ. “Ni kirchnerismo, ni Frente Renovador. Ni siquiera una versión del delasotismo. Natalia es De la Sota”, conjugan viejos conocedores.

La descripción llega luego de otra semana en la que su nombre apareciera en múltiples hipótesis, ya como líder, ya como prenda de unidad de los sectores peronistas y progresistas que quedan por fuera del proyecto de Partido Cordobés que encabeza Martín Llaryora.

También de aquellos que aún miran con escaso entusiasmo la construcción nacional de Hacemos, que capitanea Juan Schiaretti, y aún no hace pie con firmeza por fuera del ejido cordobés.

Los ambages del peronismo
Acaso en esta clave haya que leer la foto con Rodríguez, tomada la tarde del lunes en la mencionada oficina de calle Félix Olmedo. El excompañero de banca de la cordobesa, que sigue armando para Hacemos en el vasto territorio bonaerense, mantiene un fluido vínculo con el “Gringo”.

Consecuentemente, no tardaron en circular análisis sobre la significancia del registro. Algunos coincidieron en apaciguar el ímpetu de quienes pretenden una sonora salida del peronismo cordobés. Otros destacaron que el mensaje iba dirigido a sectores del PJ que dudan de asignarle un rol central en un posible armado.

Pero, paralelamente, sí toman estado público los contactos que “Nati” mantiene con potenciales socios de origen no pejotista, como el Movimiento Verde Cordobés, que lidera Pablo Riveros, director de Ordenamiento Territorial en el ministerio de Ambiente, o Libres del Sur, parte de Hacemos Unidos por Córdoba, pero con un zizagueante trayecto previo.

Por sobre las especulaciones, entornistas de la exlegisladora provincial prefieren destacar que sus próximos pasos apuntarán a reforzar su actividad territorial en toda la provincia. Buena parte de ella se expondrá en su sede, en la que espera recibir a múltiples actores políticos.

Las universidades de Córdoba
Por la mañana del lunes De la Sota asistió a la convocatoria cursada por el rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Jhon Boretto, en la sede del Consejo Superior de dicha casa de estudios.

Allí, los rectores de las cuatro universidades nacionales de la provincia, junto a los decanos de las sedes regionales de la Universidad Tecnológica Nacional y autoridades de la Universidad Provincial, pidieron a los legisladores nacionales por Córdoba que respalden el proyecto de financiamiento universitario que impulsa el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), la FUA y el Frente Sindical.

De la Sota fue una de las ocho representantes parlamentarias que acudieron al convite. Junto a ella hicieron uso de la palabra sus pares de Encuentro Federal, Carlos Gutiérrez y Juan Brügge; las radicales Soledad Carrizo y Gabriela Brouwer de Koning; Gabriela Estévez y Pablo Carro, de Unión por la Patria. De viaje, Alejandra Vigo, senadora por Unidad Federal, envió una representante.

Ante un auditorio en que no pasaron inadvertidas las ausencias de los diputados de La Libertad Avanza y los senadores Luis Juez y Carmen Álvarez Rivero, quienes prefirieron participar del almuerzo de la Fundación Mediterránea en que habló Guillermo Francos, De la Sota aprovechó para rubricar que su construcción se basa en las profundas diferencias que mantiene con la gestión libertaria.

Además de ratificar su compromiso con la causa universitaria, disparó contra el accionar de un gobierno nacional que se retira de sus obligaciones, que cree en un Estado minimizado “que no tenga nada que ver con la salud, la educación, la ciencia, la tecnología, la atención de la discapacidad”.

En la misma alocución recordó la vigencia del DNU 70/23, rechazado en el Senado pero aprobado en Diputados, gracias a los votos de 15 de los 18 representantes por Córdoba en la Cámara Baja, entre ellos sus compañeros de Encuentro Federal. De ellos también De la Sota parece tomar mayor distancia.

CON INFORMACION DE LETRAP.

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