Los gobernadores se plantan: impulsan ley para redistribuir fondos del Impuesto a los Combustibles y tensan el vínculo con Nación

• Los 24 distritos firmaron un proyecto para eliminar los fondos fiduciarios del Impuesto a los Combustibles Líquidos y redistribuir esos recursos según la coparticipación.
• La iniciativa fue presentada en el Consejo Federal de Inversiones con la presencia de 18 gobernadores y otros seis representantes provinciales.
• Los mandatarios buscan recuperar autonomía sobre estos fondos para atender prioridades locales en medio de la crisis económica.
• Critican los fondos fiduciarios por ser opacos y concentrar poder discrecional en Nación.
• El Gobierno de Milei defiende esos fondos, pero planea frenar la propuesta en el Congreso, enfocándose en otro proyecto para blanquear capitales en dólares.
• Los gobernadores cuentan con apoyo transversal y podrían evitar un veto presidencial, enviando un mensaje claro sobre la necesidad de federalismo real.
• Este conflicto agrega tensión en un contexto político delicado, donde la estabilidad del Gobierno depende de acuerdos internos con las provincias.

En un gesto de unidad federal pocas veces visto en los últimos tiempos, los 24 distritos del país firmaron un proyecto de ley para eliminar los fondos fiduciarios financiados con el Impuesto a los Combustibles Líquidos y redirigir esos recursos según los criterios de coparticipación, tanto primaria como secundaria. La propuesta fue formalizada este martes durante un encuentro en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), y supone un nuevo capítulo de tensión con la Casa Rosada.

Participaron del encuentro 18 gobernadores de manera presencial —entre ellos Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Macri (CABA), Martín Llaryora (Córdoba) y Alfredo Cornejo (Mendoza)— y otros seis mandatarios o representantes provinciales vía remota. El texto firmado destaca que, en el contexto de crisis económica que atraviesan tanto Nación como provincias, es necesario devolver la potestad de uso de estos recursos a cada jurisdicción para que puedan destinarlos según sus propias prioridades.

La iniciativa apunta directamente a uno de los mecanismos que el Gobierno de Javier Milei ha defendido con fuerza: los fondos fiduciarios, cuestionados por su opacidad, pero útiles al Ejecutivo para direccionar partidas con fines específicos. Para los mandatarios provinciales, sin embargo, esos esquemas concentran poder discrecional y restan capacidad de gestión local. “El proyecto no afecta la sustentabilidad fiscal nacional y refuerza el federalismo real”, señalan en el comunicado conjunto.

El oficialismo nacional, que busca mantener el eje parlamentario en su proyecto de "reparación histórica de los ahorros" —una iniciativa para blanquear capitales en dólares "guardados en el colchón"—, ya analiza estrategias para frenar la avanzada provincial en el Congreso. Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que si ese blanqueo se aprueba, la recaudación por IVA e ingresos brutos también beneficiaría a las provincias.

Más allá del trasfondo técnico, el movimiento de los gobernadores tiene un fuerte contenido político: recuperar protagonismo legislativo y forzar la discusión sobre el reparto de fondos nacionales en medio del ajuste. Con respaldo transversal y señales de contar con los votos suficientes para evitar incluso un veto presidencial, el proyecto marca una advertencia directa al Poder Ejecutivo: el federalismo está dispuesto a reclamar su lugar en la distribución de los recursos.

El conflicto, latente desde el inicio de la gestión Milei, suma así un nuevo frente en un contexto en el que la gobernabilidad ya transita por una cornisa. Mientras el Gobierno busca fortalecer su agenda con el FMI y los mercados, las provincias le recuerdan que sin consensos internos, no hay estabilidad posible.