Avanza la reforma tributaria: alivios, blindajes y nuevas reglas bajo la lupa

• Se actualizan los montos para delitos tributarios, elevando significativamente los umbrales de evasión.
• Se crean mecanismos para extinguir la acción penal pagando la deuda antes o poco después de la imputación.
• Se elimina la “reparación integral” como forma de cerrar causas tributarias.
• Se reducen plazos de prescripción fiscal de 5 a 3 años para contribuyentes cumplidores.
• Nuevo régimen simplificado para declarar y regularizar, con beneficios y restricciones (como la salida del monotributo).
• Se blinda a quienes adhieran al blanqueo de fiscalizaciones retroactivas.
• Se unifican plazos de prescripción para tributos locales con la ley nacional.
• Se actualizan multas por infracciones formales, con llamados a la proporcionalidad.
• La propuesta busca modernizar el sistema, pero genera debates sobre su aplicación e impacto real.

El proyecto de reforma de la Ley de Procedimiento Tributario y la Ley Penal Tributaria, aún en discusión en el Congreso, propone una serie de cambios sustanciales que podrían redefinir el vínculo entre contribuyentes y el Estado. Aunque el texto no está aprobado, ya genera debate en el ámbito impositivo, judicial y político.

Evasión con nuevos umbrales

Uno de los puntos centrales es la actualización de los montos que configuran delitos tributarios, que eleva drásticamente los pisos actuales: por ejemplo, la evasión simple pasaría de $1,5 millones a $100 millones, y la agravada, de $15 millones a $1.000 millones. La medida busca adecuarse a la inflación acumulada, pero los expertos advierten sobre la necesidad de incorporar mecanismos automáticos de actualización.

Pago voluntario y extinción penal

El proyecto incorpora nuevas herramientas para cancelar causas penales mediante el pago total de la deuda antes o poco después de la imputación, algo que promete mayor celeridad y previsibilidad. No obstante, se reclama mayor claridad y notificación por parte del fisco para que los contribuyentes puedan acceder a estos beneficios.

Adiós a la “reparación integral”

En un giro más duro, se prohíbe cerrar causas penales tributarias por la vía de la reparación integral del Código Penal, acotando alternativas para resolver conflictos menores sin juicio.

Más seguridad jurídica, menos discrecionalidad

Se establecen criterios claros para no formular denuncias penales, como diferencias de interpretación técnica o declaraciones presentadas antes de la fiscalización. También se reduce el plazo de prescripción fiscal de 5 a 3 años para contribuyentes cumplidores, eliminando además una polémica prórroga automática.

Régimen simplificado con luces y sombras

Un nuevo Régimen de Declaración Jurada Simplificada permite blanquear ingresos y patrimonio por debajo de los $1.000 millones, aceptando una declaración sugerida por ARCA. Aunque representa una oportunidad para regularizarse, excluye automáticamente del monotributo a quienes adhieran, lo que podría afectar a profesionales con ingresos medios.

Blindaje fiscal y equidad cuestionada

El llamado “plan colchón” impide que el fisco use los datos del blanqueo para iniciar fiscalizaciones o revisar períodos anteriores. Si bien mejora la seguridad jurídica, algunos advierten que ARCA podría aplicar estos beneficios de manera restrictiva, como ya ocurrió en el pasado.

Prescripción unificada y multas ajustadas

En busca de mayor coherencia federal, se propone unificar los plazos de prescripción en provincias y municipios con los nacionales. Además, se actualizan las multas por infracciones formales, aunque se insiste en que deben ser proporcionales y no punitivas frente a errores menores o demoras atribuibles al propio fisco.

Conclusión

El proyecto de reforma tributaria avanza con propuestas ambiciosas: promete alivios, ordenamiento y blindajes para los cumplidores. Sin embargo, la letra chica —y su aplicación práctica— será clave para definir si se trata de una modernización genuina o un nuevo mapa de privilegios y desigualdades. El debate recién comienza.