Crece el pluriempleo y la sobreocupación en la Argentina: más horas de trabajo, menos ingresos y mayor precariedad

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Pluriempleo récord: 12,4% de los trabajadores tienen más de un empleo; 29,2% trabaja más de 45 horas semanales.
  • Salarios en caída: fuerte pérdida del poder adquisitivo desde 2017, con mayor impacto en empleados estatales.
  • Incluso profesionales precarizados: médicos residentes trabajan más de 60 horas semanales con sueldos bajo la canasta básica.
  • Más trabajo, menos ingresos: trabajar más horas no garantiza superar la pobreza; incluso los registrados pueden ser pobres.
  • Flexibilización encubierta: crece el empleo múltiple y mal pago en sectores como plataformas, ventas o vigilancia.
  • La clave es la calidad del empleo, no solo la cantidad: se trabaja más, pero se vive peor.

En la Argentina de 2024, el pluriempleo y la sobreocupación se han convertido en los nuevos rostros de la precarización laboral. Según datos recientes, el 12,4% de los trabajadores —unos 2,4 millones de personas— tienen más de un empleo para compensar ingresos insuficientes, mientras que el 29,2% trabaja más de 45 horas semanales, en muchos casos hasta 16 horas por día. Se trata de una sobreexplotación que no distingue entre empleo formal o informal y que, en la mayoría de los casos, no garantiza superar la línea de pobreza.

La explicación de fondo es clara: los salarios reales se han desplomado. Desde fines de 2017, los estatales perdieron un 34% de su poder adquisitivo y los privados un 18,8%. Incluso desde que asumió Javier Milei, los sueldos públicos cayeron un 15,3% en términos reales, y los privados que habían mostrado una tenue recuperación ya volvieron a ceder.

El fenómeno no solo afecta al trabajador medio, sino que se expresa con fuerza incluso entre profesionales con alta formación. Médicos residentes del Hospital Garrahan y del Hospital Posadas denuncian sueldos por debajo de la canasta básica familiar, pese a jornadas semanales que superan ampliamente las 60 horas. Y aunque intentaron medidas de fuerza, las amenazas de despido desde las autoridades hospitalarias —dependientes del Ministerio de Salud nacional— los obligaron a levantar los paros.

Además, el crecimiento del trabajo "plataformizado" y de sectores como la venta directa, el telemarketing o la vigilancia configura una nueva lógica laboral, en la que más trabajo no se traduce en más ingresos reales. De hecho, quienes trabajan un 47% más de horas, apenas ganan un 12,8% más que el promedio, y su ingreso por hora es un 23% menor.

Según el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), ni siquiera el empleo registrado garantiza salir de la pobreza: el 16,6% de quienes están formalmente empleados sigue por debajo del umbral. El 27,9% de los ocupados es pobre y el 4,3% indigente, mientras que el 24,7% gana menos que el salario mínimo. Entre los sobreocupados, casi un 14% tampoco llega a ese piso básico.

El deterioro del mundo del trabajo no es nuevo, pero se ha profundizado. Solo entre mediados de 2023 y fines de 2024, 370.000 personas se sumaron al pluriempleo. La tendencia, aseguran los especialistas, responde a una flexibilización laboral encubierta, donde el mercado se ajusta no con desempleo masivo, sino con empleos múltiples, mal pagos y jornadas extenuantes.

En este contexto, la discusión ya no pasa por crear más empleo, sino por revisar seriamente la calidad del trabajo disponible, su remuneración y su capacidad real para garantizar condiciones de vida dignas. La Argentina de 2024 expone con crudeza una paradoja insostenible: trabajar más que nunca y vivir cada vez peor.

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