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El cordobesismo extraña la vieja grieta

POLÍTICA 02/03/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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“El problema que tenemos es que somos nostálgicos con la grieta de antes y estamos dando una batalla con la misma metodología cuando el rival es otro”. La frase la lanzó sobre el final de la semana a Alfil un conocedor de las conversaciones que se llevan adelante dentro del peronismo cordobés en torno a cómo encarar la tensión con el gobierno de Javier Milei. Preocupación que crece en la previa al discurso que el Presidente dará esta noche en el inusual horario de las 21 desde el Congreso y en el marco de la apertura de sesiones ordinarias.

Las heridas aún no cicatrizadas de un lado y del otro por lo que fue el fracaso de la ley ómnibus amagan con poner nuevamente al gobernador Martín Llaryora entre los blancos predilectos del líder libertario y esto puede esmerilar la figura del titular del Panal que esta semana decidió no confrontar. La estrategia pasó por otro lado:  mostrar a más de un vocero en el cruce verbal en la construcción de narrativa frente al León.

Por lo tanto, y después de lo que adelantó este diario ayer acerca de por dónde pueden venir los nuevos dardos de Milei a Llaryora, en el PJ cordobesista están definiendo la estrategia para salir a responder en el arranque de esta nueva fase.

Atravesados al mismo tiempo por una serie de coyunturas que van desde los factores locales como la paritaria no resuelta con los docentes, donde la Provincia busca trasladar la totalidad de la responsabilidad a la Nación por la caída del Fonid y una porción de Uepc distribuye las cargas en sus críticas; la tensión constante en la Unicameral durante todas las semanas –haya o no sesión-, la inseguridad que crece y la convivencia del PJ que en algunos ámbitos aún se muestra incómoda.

Por ejemplo, en lo que piensa la Vieja Guardia acerca de la confrontación con Nación, donde a pesar de la dureza de los últimos mensajes de la senadora Alejandra Vigo, algunos ponen en duda el timming llaryorista. El silencio público del exgobernador Juan Schiaretti ante lo impulsivo del modelo Llaryora dice mucho.

Quienes hablan con ambos, reconocen que el tres veces gobernador admite en privado que la pelea con la Nación fue apresurada. Y le atribuyen una frase para comparar los momentos de sus disputas con el kirchnerismo: “cuando me peleé con los K, la gente ya lo había hecho antes y los tractores estaban en las rutas”. Como para definir la templanza de la reacción por la 125 con lo intempestivo de sus herederos.

Análisis que razona mientras evalúa el momento de su reaparición y mantiene conversaciones con dirigentes de todo el arco político. Desde el PJ, hasta el radicalismo y el PRO, el dialogo de uno de los socios fundadores del cordobesismo se sostiene.

Es más, algunos integrantes del PRO que lo vieron en los últimos días se entusiasman con un armado transversal que lidere él desde el interior y contenga dirigentes de todos los espacios. “Con (Martín) Lousteau en Caba, (Florencio) Randazzo y (Emilio) Monzó en provincia de Buenos Aires más una porción de radicalismo, (Maximiliano) Pullaro en Santa Fe y ‘el Gringo’ acá se puede conformar algo interesante”, fue la conclusión que sacó uno de los comensales en la cena que lideró el diputado nacional Nicolás Massot hace unos días.

Entusiasmados, además, porque el foráneo que fue armador en 2013 y 2015 de Macri en Córdoba, les dijo que si el candidato de las Legislativas el año próximo es Schiaretti se torna “invencible” para cualquier contrincante. Aunque creen que eso dependerá de él y sea el mismo convencimiento con el que el propio Massot le habló también a Llaryora en los últimos días, en algunas de las conversaciones que mantuvieron durante la estadía del parlamentario en Córdoba.

En tanto, la pieza radical es el enigma. En el ‘F5’ de ese diálogo, el reciente mimo de Llaryora al intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer por el polémico freno a la creación de la universidad, fue observado desde el scanner de lo que todavía es Juntos por el Cambio.

Como así también la chance de que la vicegobernadora Myrian Prunotto encaje como escolta de Schiaretti en el 2025. Alternativa que choca de lleno con el agotador poroteo de cada semana en la Unicameral por el quórum. Si ella arma el bolso para ir al Congreso, a ese lugar hoy iría el presidente provisorio Facundo Torres y las dudas pasan por cómo se acomoda abajo. Cuando Llaryora dio ese salto en el 2017, al segundo escalón provincial subió Oscar González, pero el contexto legislativo de Schiaretti era más holgado que éste.  

Por último, el discurso del intendente Daniel Passerini en el arranque del año legislativo con las sesiones ordinarias del Concejo tendrá grandes ejes como seguridad, transporte y contexto de crisis nacional, para devolver algunos de esos dardos en dosis desde el cordobesismo a Milei. Lo que asoma como el punto de partida a una gestión con impronta propia después de lo que fue el reciente triunfo parlamentario con la creación del ente y el respaldo de una buena porción del arco opositor.

El vínculo con Llaryora, la contención de algunos egos y ansiedades, camuflados en encuentros de operativo clamor para algunos líderes, serán, por su parte, el desafío que muestre los objetivos reales de la totalidad del peronismo capitalino. 

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE GABRIEL SILVA.

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