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El llaryorismo celebró la salida de Guillermo Ferraro y Juan Negri ¿salta a la cancha del Partido Cordobés?

POLÍTICA 28/01/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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Caído el capítulo fiscal de la ley ómnibus del presidente Javier Milei, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, ahoga -hasta nuevo aviso- el grito de guerra que lanzó con todo el sector productivo cordobés detrás. Sin embargo, sabe que la discusión se aplaza, pero lo medular del programa de ajuste deberá discutirse más temprano que tarde.

El perfil crítico que el cordobesismo comenzaba a tomar quedará en suspenso para retomar al canal habitual de discurso de la gobernabilidad. Hasta última hora de este sábado, la mesa chica de Llaryora ajustaba la agenda de una nueva incursión porteña para este lunes por la tarde. Tendrá como objetivo mantener reuniones con su bloque en la Cámara de Diputados y el resto del armado trasversal en el recinto que encabeza Miguel Ángel Pichetto.

Al equipo del mandatario provincial, la rosca del Congreso le parece relevante. Hasta el punto de que el primer cambio del gabinete minarquista no les movió el flequillo. Debería haberlo hecho desde una óptica de sentido común, porque bajo la órbita del eyectado ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, se ubicaban varios cordobeses como Franco Mogetta, en Transporte; Luis Giovine, en Obras Públicas; y Bartolomé Heredia, en el Enohsa.


“Ferraro no decidía nada”. Esa fue la contundente respuesta, con aroma a alivio, que surgió de un encumbrado despacho del llaryorismo, tras los cambios que empoderan a Toto Caputo. Ese sector del peronismo cordobés siempre dijo que el exgobernador Juan Schiaretti no tenía nada que ver en la colocación de recursos humanos en la estructura de Milei. Tildaban de "cuentapropistas" a algunos de los exfuncionarios del cordobesismo que se mudaron a Buenos Aires.
La vieja guardia schiarettista también negaba la devolución de favores con cargos, aunque la militancia antiperonista de la última campaña era argumento suficiente para pensar en afinidades en el plan político.

¿Importa la suerte de los cordobeses a Llaryora? La respuesta es la misma de siempre. “Nosotros tenemos voluntad de colaborar, siempre y cuando no se toque el tejido productivo y se solucionen los temas importantes de nuestra agenda, no importan los nombres”, disparan.

¿Encontró Llaryora la posibilidad de salir del laberinto de que construyó Schiaretti? Era una pregunta que se hacían varias figuras del peronismo cordobés en las últimas y frenéticas horas.

Juan Negri, ¿el nuevo transversal del Partido Cordobés?
En el estacionamiento del enlatado edificio del Concejo Deliberante de la capital se pueden ver algunos autos con sedimento de las sierras de Córdoba en los guardabarros. Algunos ediles pudieron hacer una escapadita exprés, que confesaban en voz baja para excusarse del requerimiento periodístico.

Con todo, buena parte del cuerpo deberá conformarse con la sombra que aportan las tipas que adornan la vera de la histórica Cañada, ubicada a menos de 30 pasos del recinto legislativo. Es que el intendente Daniel Passerini requirió sesiones extraordinarias para lograr la aprobación de la Agencia de Control y Fiscalización. Anticipó el año legislativo que formalmente comienza cada 1° de marzo.

¿Por qué la urgencia? La semana que viene se debatirá en comisiones la creación de este nuevo ente descentralizado que tiene varios condimentos políticos.

Es una respuesta a un hecho de corrupción como, por ejemplo, el quiosco de los bomberos que otorgaba habilitaciones truchas o el de un agente de un Centro de Participación Comunal que tenía un patrimonio de magnate. También, es una advertencia para los inspectores que protege el sindicato municipal, con Rubén Daniele a la cabeza, y que cada tanto son noticia por cobrar coimas para firmar habilitaciones comerciales o permitir actividades nocturnas.

La oposición puso el grito en el cielo por la creación de un organismo autárquico, pero el diálogo siguió con algunos sectores de Juntos por el Cambio que, desperdigados, suman 14 voluntades. Hay alta expectativa de que el proyecto vea la luz verde en la primera sesión de febrero, porque el presidente del Concejo, Javier Pretto, ya tiene apalabrados a Luciano Agüero Díaz y Claudia Luján, ediles que responden directamente al radical Juan Negri.

El exjefe de campaña de Rodrigo de Loredo ya había anticipado su visto bueno apenas ingresó a la Secretaría Legislativa, pero en los despachos gana más la rosca que las ganas de tomarse vacaciones. Los muros hablan.

Para lograr la mayoría agravada que exige la creación de la agencia, el oficialismo necesita cinco votos más que se suman a la mayoría automática que regala la Carta Orgánica a la fuerza ganadora de la elección. Negri sumaría dos a la causa y los otros tres, según el PJ, vendrían de los tres bloques unipersonales del PRO: Soher El Sukaria, Gabriel Huespe y Jessica Rovetto Yapur.

Los ruidosos aires acondicionados del Concejo no tapan la pregunta de rigor. ¿Qué habría acordado Negri para desmarcarse de la bancada radical? Primero, hay que esperar que ese apoyo que dice tener el Partido Cordobés se compruebe a mano alzada. Sin embargo, las versiones más inocentes aseguran que el negrismo tendrá la vocalía por la oposición en el flamante organismo de control. Las más picantes sugieren algo más grande. “Juan Negri quiere ser el defensor del pueblo”, una apuesta grande que no se logra si no hay buena vibra con el cordobesismo.

Socialistas, a la lista de espera de Llaryora
La convivencia en el Partido Cordobés de Llaryora no es sencilla. En la Legislatura de Córdoba se escucha en altos despachos advertir que el peronismo “pagó caro” al PRO, en detrimento de la sociedad con la UCR transfuguista, y recibió poco a cambio.

La cuenta rápida indica que figuras amarillas se llevaron dos carteras centrales como la de Industria y Turismo; comandan el Concejo Deliberante de la capital y otros exlegisladores ocupan cargos en la municipalidad capitalina. Cierran la factura con un reproche. La paridad legislativa que tiene que sortear el tridente compuesto por Myrian Prunotto, Facundo Torres y Miguel Siciliano, pone el foco en el bloque amarillo, especialmente en Oscar Tamis, cuyas referencias trabajan en el bloque de Hacemos Coalición Federal, como ya contó Letra P.

A estas protestas aliadas que rebuznan por las disposiciones del ábaco del poder, se suman otras voces que tienen mayor antigüedad en este juego de la transversalidad. El Partido Socialista ingresó al cordobesismo en 2019, en el lote de partidos que llevaron a la reelección histórica de Juan Schiaretti en la provincia.

“El Gringo les pagó bien con una banca en la Legislatura, Llaryora mantuvo el compromiso y Matías Chamorro revalidó el mandato legislativo”, advierten en el Panal, pero… el gobernador en su rol de candidato había prometido más.

“Nos prometieron un espacio de decisión dentro del Ministerio de Cooperativas que conduce Martín Gill. El socialismo tiene experiencia de vieja data con esos sectores; también en el Ministerio de Desarrollo Humano de Liliana Montero”, resumen. “Teóricamente, el 20 de enero debían completarse todas las reparticiones del Ejecutivo. Estamos un poco pasados, ya nos van a llamar”, acotó otra fuente de puño apretado, pero sin rosas para repartir.

Con informacion de LEtra P.

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