"Cuidado que Schiaretti nos mira con cariño", dicen en el PRO

La alianza Juntos por el Cambio (JxC) entendió en Córdoba que su verdadera potencia emana de la unidad, encolumnada detrás de Luis Juez y Rodrigo de Loredo, los liderazgos que emergieron por empuje del antikirchnerismo local el domingo electoral del noviembre de 2021.

Sin demoras, hicieron los deberes en las barandillas del Juzgado Electoral que comanda Marta Vidal y la notificación formal de la constitución de la alianza se viralizó este martes, temprano, en los teléfonos de sus protagonistas. El 25 de junio, por primera vez desde su fundación experimental en 2014, la coalición opositora formalizó la sumatoria de fuerzas de la UCR, el PRO, el Frente Cívico, la Coalición Cívica; del pichettista Encuentro Republicano Federal y de Primero la gente. Afuera quedó el Partido Liberal Republicano, sólo por problema de papeles.
En el acta, el responsable político de la campaña será un hombre de la mesa chica del candidato a gobernador Luis Juez. Se trata de Walter Nostrala que, consultará sus movimientos con el amarillo Oscar Agost Carreño y el evolucionista Marcos Ferrer, alfil de De Loredo, candidato a no se sabe a qué aún.

Subsanado el trámite que llevó más de un año de negociaciones, se impone la urgencia a Juez y De Loredo de resolver los asuntos pendientes.
El senador necesita al radical para lograr un valor diferencial que neutralice los números negativos con los que carga cualquier veterano de la política. El diputado tiene un menú de opciones inimaginable ante sus ojos. Sin embargo, la abundancia enceguece y medita por estas horas la mejor decisión. Ya se conocerá si ganó el altruismo o el egoísmo. Lo que sí se sabe es que ninguna decisión será inocua.
De Loredo podrá mantener la incógnita hasta el 6 de mayo, plazo perentorio para la inscripción de las listas. Es razonable que esa paciencia budista que él exhibe no sea la regla del conjunto. Ya circulan punteos de listas con dos escenarios posibles: con el radical en la fórmula o en la cabecera de la boleta municipal, que competirá el 23 de julio, un mes después de la compulsa general.

Lo cierto es que el PRO está dispuesto a capitalizar la campaña que el llaryorismo le hizo gratis al mencionar al menos a tres de sus más encumbradas figuras en el lote sondeado para la vicegobernación de Hacemos Juntos por Córdoba, la nueva marca del cordobesismo. En otros términos, trata de asegurarse bajo esa pantalla que nadie saque los pies del plato a último momento -como especula el peronismo-, situación que terminaría impactando negativamente en las posibilidades amarillas.

Soher El Sukaria, Héctor Baldassi y Pedro Dellarossa niegan el cruce de filas y ratifican su pertenencia a JxC; el entorno de Gustavo Santos también lo afirma, mientras sale al cruce del fuego amigo y peronista que agita el acuerdo con el alfil del expresidente.

El fin de semana, en medio de los telefonazos peronistas para ampliar Hacemos por Córdoba, el funcionario de la Organización Mundial de Turismo estuvo en la ciudad. Lo vieron en su base de operaciones, el bar del hotel Orfeo Suites. Como era de esperarse, hay quienes explican que pasó por trámites personales; en otros casos prefieren adjudicarle un fin espurio en términos políticos al paso rasante. Si el pacto de no agresión entre el expresidente Mauricio Macri y Juez existió, todo parece indicar que no hay chances de fisura.

El movimiento amarillo local acusa la ansiedad de quienes se sienten en desventaja en la pelea por la lapicera que reclama el pleno la UCR, en sus distintas vertientes, pero que tampoco Juez quiere ceder del todo. Es por eso que en las canteras del PRO envían dos mensajes. El primero es que Macri no será un estorbo en la campaña, ergo son socios legítimos en esta negociación. El segundo: ponen en circulación la lista de aspiraciones para que no sea una realidad esa sangría que se imagina el PJ en el marco de la puja por las nóminas ejecutivas y legislativas.

La propuesta del PRO
“Nosotros no tenemos actores taquilleros. A Baldassi ya no le podemos pedir más, pero tenemos la lapicera de un partido de peso en el esquema de la alianza. Si De Loredo es el vice de Juez, queremos la viceintendencia de mínima”, dicen sin vergüenza en la casa partidaria ubicada en pleno centro de la Capital.

La interna en la ciudad de Córdoba promete ser una sangría si De Loredo, el indiscutido candidato para un triunfo municipal, juega en la provincia y cumple con Juez y el radicalismo que votará a un peronista. Allí hay varios nombres que el PRO impulsa, aunque esperan que el campo de visión de acomode apenas el diputado de Evolución defina. Ahora bien, si este deja la vacante provincial, deslizan el nombre del marcosjuarense Dellarossa para escoltar a Juez.

El exintendente del kilómetro cero del cambio le ganó al gobernador Juan Schiaretti en las elecciones municipales del año pasado y a la candidata amarilla que apadrinó el PJ. Es el preferido en el búnker de Llaryora en este ideal de la fórmula mixta. El PRO se empodera, pero muestra que no está tan seguro de la fortaleza de las fronteras de su partido.

Igual, los pedidos siguen. Sabe que De Loredo quiere colocar en el renglón de las candidaturas departamentales a la Legislatura a varios de sus protegidos; pero chocará con la lista de Mario Negri y la de Ramón Mestre. En el PRO son salomónicos: “La lista de legisladores debe repartirse en tercios. Si no hay acuerdo, que Juez pague con lo suyo la interna radical”.

Entonces, reclaman la departamental de Marcos Juárez, Pocho, Cruz del Eje y Colón. En la primera, por el liderazgo de Dellarossa. Si no es vice de nadie, le ofrecen ese lugar. La de Traslasierras, porque fue la única ganada en la estampida peronista de 2019. En el norte, aseguran que su exponente está mejor que el de De Loredo; y en el populoso departamento del Gran Córdoba, exigen que Evolución respete el acuerdo con Gabriel Frizza que evitó la interna en la ciudad de la doma y el folklore.

La sábana es corta, pero el peronismo dice que tiene tela.

Con información de LetraP, sobre una nota de Yanina PASSERO