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Tras la derrota en las PASO, empresarios piden un cambio de rumbo aunque esperan más kirchnerismo "recargado"

ECONOMÍA 14/09/2021 Andrés Sanguinetti*
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Una sociedad fatigada por la pandemia del Covid-19 y cansada de reclamar soluciones a la inseguridad, la pobreza y la inflación es la interpretación que hacen los empresarios locales de la aplastante derrota del Gobierno en las PASO de este domingo 12 de septiembre que pasó.

Para los principales hombres de negocio del país el mal humor expresado de manera casi aplastante en las urnas se debe a un rechazo a un estilo de gestión que beneficia a sectores cercanos al poder y deja de lado al resto de la sociedad.

Esperan cambios en las políticas oficiales que hasta ahora vienen generando más emisión, que se basan en controles de precios, cepos y restricciones en el frente externo para que parte del voto empresario pueda acompañar al Frente de Todos en la "hazaña" de dar vuelta la derrota con una economía de fondo que no ofrece soluciones a las demandas sociales.

Advierten que se vienen días de incertidumbre y desequilibrios más profundos en los principales drivers de la economía, teniendo en cuenta que la palabra presidencial quedó devaluada y que las recetas kirchneristas también fueron plebiscitadas por los votos.

Los ejecutivos piden que a partir de este escenario las distintas fuerzas políticas que volverán a las urnas el próximo 14 de noviembre trabajen en ideas y proyectos que cambien el paradigma actual para contar con un verdadero plan económico, consistente y equilibrado para afrontar las tormentas que se avecinan.

De hecho, antes de los comicios desde sectores kirchneristas ya se habían enviado mensajes al sector empresario sobre la posibilidad de consensuar un programa para favorecer a la industria y a la inversión que podría ser consensuado con la oposición.

Un plan que fue informado por el diputado Máximo Kirchner durante reuniones con referentes del mundo de los negocios pero que ahora fue puesto en dudas, teniendo en cuenta que la crítica situación del país que analizan desde las usinas del Instituto Patria se combate "con más de lo mismo" pero, quizá con otros interlocutores en los sillones de los principales ministerios.

También los frentes de batalla abiertos por el Gobierno con los industriales y el campo días antes de las PASO abonan la teoría de que, a pesar del voto negativo y los reclamos sectoriales, no habrá cambios de formas.

Por caso, Alejandro Ginevra, titular de la desarrolladora inmobiliaria GNV Group, entiende que los resultados dan un mensaje claro sobre la necesidad de un cambio de rumbo, sobre todo, en el plano económico. "Venimos de una situación difícil, agravada por la pandemia, que necesita que el Gobierno profundice la agenda de la realidad, que tiene que ver con alentar la producción, la inversión, la construcción y reconstruir la confianza económica para controlar la inflación, la devaluación de la moneda y en definitiva, la caída del consumo en todos los niveles de bienes y servicios", sostiene.

Anticipa que si se reacciona rápidamente y se fortalece la economía, el Gobierno tendrá mejores posibilidades en las elecciones del 14 de noviembre. Pero advierte que si mantiene el rumbo actual "es insostenible para las Pymes y para las grandes empresas y si no corrige y da señales claras, ahora, la elección estará definida".

Por su parte Ércole Felippa, presidente de la autopartista Manfrey, aconseja esperar la reacción del Gobierno y las decisiones que tome para intentar revertir el escenario.

"Si profundiza el estatismo, con una fuerte intervención por parte del Estado, o recurre a medidas favorables a los mercados que le permitan captar votos que hasta ahora no consiguió", dijo el ejecutivo en declaraciones a vario medios.

De hecho, en su mensaje desde el búnker del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández dio señales de que había comprendido el mensaje de los votos y le pidió a su "tropa" tomar en cuenta el veredicto de la sociedad para entender que "algo no hicimos bien".

Anticipó también que todo el Gobierno comenzará desde este lunes post PASO a trabajar para resolver lo que haya que resolver, aunque volvió a insinuar que no habrá cambio de rumbo ni de recetas cuando dividió el país en dos modelos: uno que incluye y otro que deja a millones de costado.

Está claro que el Jefe de Estado ubica a su coalición gobernante en el primero de los dos grupos más allá de que haya querido enviar un mensaje de corrección sobre lo que se hizo mal y derivó en la aplastante derrota en casi todo el país que sufrió el oficialismo.

Si esto ocurre, lejos entonces se encuentran las autoridades de escuchar a los empresarios que piden cambiar "las malas costumbres" y aplicar medidas diferentes que permitan atraer inversiones.

En este marco, Agustín O´Reilly, titular de la consultora Moody Brook, entiende que  a simple vista, no parece divisarse un golpe de timón en la conducción económica. "Recuperar a un país con estancamiento económico desde hace varios años no parece ser tarea posible en tan sólo dos meses. Entre el gobierno de Cristina de 2011-2015 y el de Fernández, suman dos gobiernos peronistas que no sólo no generaron empleo sino que perdieron fuentes de trabajo", señala.

Anticipa que la semana que se inicia será de las más duras para el gobierno de Alberto Fernández. La derrota enarbola aún más el descontento de la población contra las medidas adoptadas y la situación económica y social. El cimbronazo sufrido en las urnas va a ser muy difícil de absorber por toda la coalición del Frente de Todos.

Luego, resta saber qué hará Cristina Fernández de Kirchner. Con este resultado, el proyecto político basado en la unidad del peronismo parece estar al borde del naufragio. Sin embargo, a los optimistas hay que advertirles que Cristina siempre tuvo malas elecciones legislativas. En 2009 perdió y sin embargo ganó en 2011, lo mismo ocurrió en 2017 y en 2019 se imponía la fórmula Fernández-Fernández con el 47% de los votos y en primera vuelta.

Más de lo mismo

Uno de los principales empresarios del sector alimenticio destaca que el resultado de las PASO para la coalición gobernante es entender que perdió por haber promovido más Estado, más regulación, más dirigismo, más pobreza.

"Que rectifiquen el rumbo económico y tomen medidas para atraer inversiones", pide el ejecutivo que prefirió mantener su nombre en el anonimato.

Si bien su mirada es compartida por varios de sus colegas, otros hombres de negocios consideran que no habrá un drástico cambio de rumbo y que el Gobierno hasta podría profundizar lo trazado hasta ahora, manteniendo la presión sobre el gasto público para atraer más votantes a través de una masiva inyección de fondos para fomentar el consumo.

O que la inflación, en lugar de acomodarse, podría acelerarse hasta fin de año precisamente por una mayor emisión necesaria para sostener el incremento del gasto público.

Uno de quienes abonan esta teoría es Martín Cabrales, por considerar que el Gobierno viene sosteniendo los mismos argumentos en varios temas por lo cual no hay chances de esperar cambios en el corto plazo.

"No habrá posibilidades de que se pongan en marcha medidas como las que reclama el sector privado", señaló el dueño de Café Cabrales y miembro de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Del mismo modo, Marcelo Uribarren, titular de la UIA de Córdoba (UIA), consideró que los resultados tanto en su provincia como a nivel nacional reflejan reclamos al Poder Ejecutivo sobre cambios en el rumbo.

En declaraciones a medios cordobeses, espera que el Gobierno "se modere y busque un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que aplique una mayor cordura fiscal y que se hable de propuestas de mediano y largo plazo".

En el sector automotriz, en tanto, esperan mayor emisión monetaria también. En una de las mayores terminales locales sostuvieron que se están preparando para que el Gobierno "emita, y no deje de emitir", sin tener confianza en que habrá un cambio de actitud por vía de medidas "amigables" ni con el sector ni con el resto de la economía.

No esperan un llamado al diálogo con la oposición, ni un pronto acuerdo con el FMI y mucho menos un cambio de políticas económicas como las que empujaron a la industria automotriz a tener actualmente escasez de divisas para ofrecer modelos 0Km sin demoras o con fuertes subas en sus precios.

La reactivación de la economía a partir de otros métodos tampoco es esperada por los referentes de las grandes cadenas de consumo, en donde coinciden en que habrá "lluvia de fondos" para levantar las ventas que provendrán de una mayor emisión del Tesoro a pesar de que la actuación del Banco Central también estará acotada por su nivel de reservas.

Es decir, esperan que se acentúen la emisión y el crecimiento del gasto para revertir la derrota en noviembre.

"Quedan tres meses muy difíciles y dos año durísimos", anticiparon desde una de las principales empresas de este sector afectado, entre otras medidas, por la Ley de Góndolas.

Por su parte, Miguel Arrigoni, titular de FIRST Corporate Finance Advisors, espera que el resultado de las PASO siembre la ilusión de volver a tener un país más criterioso, aunque con el recuerdo de un gobierno anterior que iba a cambiar el destino y fracasó rotundamente.

Para el financista, la pregunta no es qué hará el Frente de Todos, que tendrá su propia batalla interna entre el kirchnerismo y el peronismo tradicional. "La pregunta es qué hará Juntos por el Cambio con este resultado, quiénes serán sus referentes económicos, porque si son los mismos que ya fracasaron, no tenemos futuro", señaló.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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