Optimismo cambiario: por qué varios analistas prevén un dólar mayorista con suba mínima en 2026

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El dólar mayorista podría subir apenas 10% en 2026, según FocusEconomics.
  • Consultoras proyectan valores de entre $1.400 y $1.600 hacia fin de año.
  • La inflación esperada rondaría el 18%, con tasas reales positivas.
  • Un retorno parcial al mercado de deuda impulsa la confianza inversora.
  • El agro y las reformas serán determinantes para sostener la estabilidad.
  • Algunos escenarios ubican el tipo de cambio por debajo del techo de la banda.

Durante las últimas semanas, el precio del dólar mayorista logró sostenerse por debajo de los $1.500 y, según diversos economistas locales y del exterior, ese comportamiento estable podría extenderse durante el próximo año. Las proyecciones más recientes indican que, hacia fines de 2026, el tipo de cambio podría ubicarse incluso por debajo de los valores que marca hoy la banda de flotación del Banco Central, siempre y cuando el Gobierno avance con las reformas tributaria y laboral y continúe acumulando reservas a través de mayores exportaciones, inversiones y nuevas emisiones de deuda.

Un informe global de FocusEconomics, basado en un relevamiento entre bancos y consultoras, fijó el piso esperado para diciembre del año que viene en torno a los $1.400. Dentro del grupo de analistas más optimistas, especialmente los argentinos, la franja proyectada se ubica entre $1.500 y $1.600. Así, el ajuste previsto para el dólar mayorista durante el próximo año ronda un 10%, muy por debajo del aumento del 40,5% estimado para todo 2025.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, que encuestó a 46 economistas, calculó un tipo de cambio nominal de $1.720 para diciembre de 2026, lo que implicaría una variación anual del 16,8%. Esa cifra también se ubica por debajo del techo de la zona de no intervención, hoy actualizada a $1.513 y con un ajuste mensual del 1%. La lectura general del mercado es que, salvo un evento disruptivo, el ritmo del dólar oficial será moderado.

En los contratos de futuros del Matba-Rofex, el dólar mayorista para noviembre del año que viene se negocia a $1.805,5, lo que supone un incremento esperado del 23,6%. Ese porcentaje se alinea con la inflación proyectada por más de 40 especialistas consultados por FocusEconomics, quienes prevén variaciones del orden del 18% para 2026.

Las consultoras y bancos que prevén un dólar más bajo convergen en diagnósticos similares. Barclays Capital estima $1.335 hacia fines de 2026, mientras que Pezco Economics proyecta $1.414. En tanto, Quantum Finanzas ubica el escenario base en $1.564, con un tipo de cambio que se apreciaría en términos reales si la inflación se mantiene en torno al 15%. Para C&T Asesores, el valor esperado es de $1.571, sostenido por una buena oferta de divisas y tasas de interés que el Gobierno mantendría por encima del índice de precios para acelerar su desaceleración.

Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, coincide en que el dólar podría ubicarse cerca de $1.625 a fin del próximo año. A su juicio, el factor determinante será una inflación contenida, proyectada en 18%, y un tipo de cambio que, incluso con un ajuste del 1% mensual, quedaría por debajo del techo de la banda. El economista advierte, sin embargo, que el escenario depende del clima y de los precios internacionales del agro. Cualquier desvío severo en la cosecha podría alterar los pronósticos.

La mejora en la percepción sobre la economía argentina también juega a favor. Según Sebastián Menescaldi, de Eco Go—que proyecta $1.625 para diciembre de 2026—, los pronósticos capturan “un cambio de expectativas”, con señales de estabilidad, crecimiento y un retorno gradual al mercado internacional de deuda. La reciente colocación de un bono para refinanciar vencimientos de enero, aunque de corto plazo y legislación local, fue interpretada por los inversores como una señal positiva que ya impacta en el riesgo país.

Los analistas coinciden en que una baja marcada del riesgo país podría atraer nuevamente financiamiento externo tras más de siete años de cierre, con beneficios adicionales en los precios de los bonos soberanos. El acceso a divisas voluntarias, combinado con una cosecha robusta, reforzaría la calma cambiaria.

Sin embargo, los desafíos no son menores. Según FocusEconomics, la sostenibilidad del escenario dependerá de que Milei logre aprobar reformas estructurales clave. Un avance firme impulsaría el crecimiento y fortalecería la demanda de pesos; un estancamiento, en cambio, podría generar presiones sobre el tipo de cambio.

Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, remarcó que será fundamental la acumulación de reservas netas, proceso que podría darse a partir de una remonetización gradual de la economía. Para ello, el Gobierno deberá evaluar dónde se estabiliza la demanda de pesos antes de acelerar la compra de divisas, aunque advierte que ese proceso debería iniciarse cuanto antes para anclar expectativas.

En conjunto, los economistas vislumbran un 2026 de relativa estabilidad: inflación moderada, mejora en la oferta de dólares y un dólar mayorista que podría ubicarse incluso por debajo de los $1.600. Un escenario que, por ahora, combina expectativas positivas con riesgos aún latentes.

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