Silencio y tensión en Olivos: los audios de Spagnuolo golpean la imagen de Javier Milei

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Los audios de Diego Spagnuolo sobre presuntas coimas en ANDIS afectan directamente a Javier Milei y su círculo cercano, incluyendo a Karina Milei y Eduardo Menem.
  • El presidente y su hermana mantienen un prolongado silencio público y en redes desde el jueves, generando desconcierto en el Gobierno.
  • La falta de reacción oficial aumenta el riesgo de que Spagnuolo declare ante la Justicia y se convierta en un arrepentido, profundizando el escándalo.
  • Diputada Lilia Lemoine y jefe de Gabinete Guillermo Francos intentaron controlar la narrativa, calificando los audios como una operación mediática y respaldando al Presidente.
  • La consultora Ad Hoc registró un aumento de 7 puntos en la negatividad digital hacia Milei y 243 mil menciones en redes en 72 horas, superando incluso el impacto de su discurso en Davos.
  • El caso pone en tensión la imagen del Gobierno y cuestiona la credibilidad de su discurso “anticasta” en un contexto preelectoral y de alta exposición digital.

Los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), siguen generando temblores dentro del Gobierno nacional. Las grabaciones, en las que se detallan presuntas coimas vinculadas a la provisión de medicamentos, no solo afectan directamente a Karina Milei y a figuras como Eduardo «Lule» Menem, sino que golpean de lleno la intimidad del presidente Javier Milei, al revelar la cercanía del exfuncionario con el Mandatario en Olivos, donde compartía con él gustos como la asistencia a óperas, una de las pasiones del jefe de Estado.

El desconcierto en la cúpula se refleja en el prolongado silencio de Milei y su hermana, quienes desde el jueves no se han pronunciado públicamente ni en redes sociales sobre los audios o el caso Spagnuolo. En un contexto preelectoral, el episodio pone al Gobierno frente a un dilema: sostener su discurso de “kirchnerismo nunca más” mientras lidia con denuncias de corrupción que podrían erosionar la credibilidad de sus seguidores, muchos de los cuales ya se muestran escépticos ante la posibilidad de un cambio real en la política.

La falta de reacción oficial también evidencia el riesgo de contradecirse: negar o minimizar los audios podría dar munición al propio Spagnuolo, quien, como abogado, podría optar por declarar y convertirse en un arrepentido ante la Justicia, intensificando el impacto mediático y político del escándalo. La estrategia de comunicación del oficialismo, en este marco, todavía carece de una “salida acordada” para frenar la mancha sobre la imagen presidencial, y mientras tanto, la atención pública se concentra en la inacción de los hermanos Milei.

La diputada Lilia Lemoine y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fueron los encargados de hablar del asunto. Lemoine calificó la filtración de “operación para perjudicar la imagen del Gobierno”, mientras que Francos aseguró que Milei le había informado que Spagnuolo “jamás le habló de ese tema” y enfatizó: “De manera que yo le creo al Presidente”. Su intervención, sin embargo, no alcanzó a frenar el impacto en la opinión pública ni en el terreno digital, donde las repercusiones comenzaron a medirse con fuerza.

Según la consultora Ad Hoc, la negatividad digital hacia Javier Milei creció 7 puntos respecto al promedio mensual tras la difusión de los audios, alcanzando un pico de 59% entre jueves y viernes. En solo 72 horas, el caso generó 243 mil menciones en redes sociales, con “Karina” y “Spagnuolo” como los términos más asociados al nombre del Presidente, situándose entre los cinco más mencionados de la semana. La consultora destacó que este volumen de repercusiones superó incluso al generado por el discurso de Milei en Davos de este año, marcando un nuevo desafío para la comunicación del Gobierno.

El escándalo evidencia además la fragilidad de la narrativa oficial en medio de un contexto político delicado: el silencio prolongado, la falta de explicaciones públicas y la exposición directa de figuras cercanas al Presidente generan un combo que amenaza con desgastar la imagen de un Gobierno que se presenta como “anticasta”. Mientras se espera que se definan las acciones del Ejecutivo, el caso Spagnuolo muestra que los escándalos internos, más que las críticas externas, pueden convertirse en un factor decisivo en la percepción pública y digital del poder presidencial.

En definitiva, el episodio no solo afecta la reputación de Milei y su círculo cercano, sino que plantea un dilema estratégico: cómo preservar la credibilidad en un momento en que la política y la comunicación digital marcan la agenda de manera casi instantánea, y donde la presión social exige respuestas rápidas y transparentes. La capacidad del Gobierno para manejar este tipo de crisis será un termómetro del verdadero alcance del discurso de transformación que Milei ha promovido desde su llegada al poder.

Palabras clave: Spagnuolo, Javier Milei, Karina Milei, ANDIS, corrupción, imagen digital, política, Gobierno, audios, redes sociales.

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