Tensión en el Congreso: la oposición busca sesionar y Milei anticipa veto; marcha y operativo policial rodean el debate

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La oposición intenta sesionar en Diputados para tratar un paquete de medidas sociales con alto costo fiscal, que el Gobierno rechaza.
  • El temario incluye aumentos jubilatorios, bono previsional, moratoria, fondos a provincias y emergencia en discapacidad.
  • Milei anticipó que vetará cualquier proyecto que afecte el equilibrio fiscal; el impacto estimado es del 1,8% del PBI.
  • El oficialismo buscó frenar la sesión con apoyo de gobernadores, pero sin éxito completo; crecen las tensiones con las provincias.
  • Fuera del Congreso habrá una gran marcha, con reclamos sociales y gremiales; se dispuso un fuerte operativo policial.
  • La sesión puede marcar un punto de inflexión, al evidenciar la debilidad legislativa del Gobierno frente a una oposición activa.

Este miércoles, el Congreso se convierte en el epicentro de una nueva pulseada política y social que enfrenta al Gobierno de Javier Milei con una oposición decidida a avanzar en una agenda legislativa que los libertarios rechazan por su “alto costo fiscal”. Mientras los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Coalición Cívica y el Frente de Izquierda intentan reunir el quórum para tratar un paquete de medidas sociales, frente al Palacio Legislativo se espera una movilización masiva, con fuerte presencia policial y un operativo de seguridad especial.

El paquete que incomoda a la Casa Rosada

El temario que impulsa la oposición incluye aumentos en las jubilaciones, un nuevo bono previsional, extensión de la moratoria jubilatoria, transferencia de fondos a las provincias y la declaración de emergencia en discapacidad hasta 2027. Proyectos que, según estimaciones de la Secretaría de Hacienda, tendrían un impacto fiscal equivalente al 1,8% del PBI —unos 12.000 millones de dólares—.

Desde Balcarce 50 aseguran que no hay forma de financiar estas medidas sin comprometer el equilibrio fiscal. Javier Milei ya avisó a su entorno que vetará cualquier proyecto que avance en esa línea. “Es el procedimiento de manual que hay que hacer en estos casos”, afirmaron fuentes oficiales.

Estrategias, vetos y tensiones internas

A contrarreloj, el oficialismo intentó frenar la sesión apelando a la influencia de los gobernadores. Algunos mandatarios provinciales retiraron a sus diputados en gestos de buena voluntad hacia la Casa Rosada, pero la movida no alcanzó para garantizar el bloqueo de la sesión. La relación con los gobernadores atraviesa su propio momento de tensión: estos vienen reclamando por la caída de la coparticipación, la parálisis de la obra pública y exigen un nuevo pacto fiscal.

En paralelo, el Ejecutivo avanza en negociaciones por la nueva composición de la Auditoría General de la Nación (AGN), que hoy opera con seis de sus siete puestos vacantes. El Gobierno propone ampliar su estructura de 7 a 9 miembros, y ceder uno de los nuevos cupos a las provincias, como parte de una estrategia para obtener respaldo parlamentario en las próximas semanas.

Una marcha con múltiples demandas

Fuera del Congreso, el escenario no será menos intenso. Organizaciones de jubilados, sindicatos, personal del Hospital Garrahan, colectivos feministas como Ni Una Menos, y agrupaciones sociales convocaron a una manifestación para respaldar los proyectos en discusión y rechazar el ajuste. El Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, activó un operativo especial con vallado, “corralito” de seguridad y protocolo antipiquetes.

Aunque en la Casa Rosada buscan minimizar el impacto de la protesta, reconocen que la confluencia de reclamos sociales, previsionales, de salud y género responde a una estrategia de visibilización contra las políticas del Gobierno. También admiten que algunas de las organizaciones presentes han protagonizado manifestaciones recientes con incidentes, lo que alimenta el temor a posibles enfrentamientos.

Una jornada clave

En un Congreso sin mayorías consolidadas, esta sesión puede marcar un punto de inflexión. Si la oposición logra avanzar con el temario y forzar un eventual veto presidencial, quedará expuesta la debilidad legislativa del oficialismo. Mientras tanto, en las calles, la presión social busca colarse por las ventanas de un Parlamento que vuelve a ser escenario de disputa entre dos modelos de país.

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