El Gobierno refuerza las reservas con Bontes, pero persisten dudas sobre el cumplimiento de las metas con el FMI

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno colocó u$s1.000 millones en Bontes 2030 para reforzar reservas netas.
  • Faltan u$s3.600 millones para cumplir la meta del FMI antes del 13 de junio.
  • Se negocia un REPO por u$s2.000 millones y se evalúa otra colocación de Bontes.
  • El Bonte no ajusta la meta del FMI al alza por ser en pesos; el REPO solo suma si supera u$s1.500 millones.
  • Se analiza pedir un "waiver" (perdón) al FMI por posible incumplimiento parcial.
  • El mercado ve señales de compromiso, pero crece el riesgo por la falta de tiempo y posibles tensiones cambiarias.
  • Junio será clave para el futuro del acuerdo con el FMI.

El Gobierno nacional concretó la semana pasada una colocación de deuda por u$s1.000 millones en Bontes 2030, una jugada destinada a reforzar las Reservas Internacionales Netas (RIN), en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, esta operación no despeja los interrogantes que sobrevuelan en la city: ¿alcanza para cumplir con la exigente meta de acumulación de reservas? ¿O se abrirá la puerta a una flexibilización por parte del Fondo?

Pese a que el presidente Javier Milei aseguró que “la meta con el FMI está cumplida”, los cálculos privados indican que aún faltarían cerca de u$s3.600 millones para llegar al objetivo fijado para el segundo trimestre, con apenas dos semanas por delante.

En paralelo, el Ministerio de Economía acelera negociaciones para cerrar un nuevo REPO con bancos internacionales por u$s2.000 millones y evalúa una nueva emisión de Bontes, aunque a menor tasa que el 29% ofrecido en la última colocación.

¿Cuenta o no cuenta?

Un informe que circuló entre operadores del mercado renovó la discusión técnica sobre qué instrumentos pueden efectivamente contabilizarse como aporte a las reservas netas. En particular, el Bonte 2030 es un bono en pesos integrado en dólares, y por tanto no ajustaría al alza la meta del FMI, al no tratarse de deuda en moneda extranjera. En cambio, los REPO sí permitirían sumar al objetivo, pero solo a partir del umbral de u$s1.500 millones, según explicó el economista Tobias Balbiani (Facimex).

Desde LCG estimaron que, incluso sumando los ingresos del Bonte y parte del REPO, restaría acumular u$s3.600 millones antes del 13 de junio, fecha clave para la revisión del programa.

Ante este panorama, una prórroga de un mes para esa revisión ya se discute como opción viable. No obstante, el Gobierno parece jugar una estrategia de “cumplimiento parcial” que apunte a obtener un waiver (perdón) del Fondo en esta primera instancia, mientras se centra en alcanzar la meta final de fin de año, que requiere sumar u$s15.200 millones más.

Señales y riesgos

En el mercado reconocen que tanto la colocación del Bonte como la búsqueda de nuevos REPOs son señales de compromiso con el programa económico. Sin embargo, advierten que iniciar el nuevo acuerdo pidiendo una dispensa podría debilitar la credibilidad de la estrategia oficial.

Mientras tanto, el Gobierno apuesta a que una baja del riesgo país y una mayor confianza del mercado faciliten próximas colocaciones de deuda, sin tener que recurrir masivamente a la compra de divisas en el mercado oficial (MULC), un movimiento que podría tensionar el tipo de cambio.

En definitiva, la distancia entre las intenciones y las exigencias del FMI sigue siendo significativa. Y aunque las herramientas están en marcha, el margen de tiempo y de maniobra se achica. Junio se perfila como un mes decisivo en la pulseada del Gobierno con las metas del Fondo.

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