ARFID, el trastorno silencioso que transforma la comida en un problema

SALUD Y NUTRICIÓNJulia VOSCOJulia VOSCO
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Durante años pensé que era una tonta con la comida”, dice Mara, una mujer de 35 años que evitó frutas, verduras y hasta embutidos desde chica. Sentía rechazo por la textura o el olor de muchos alimentos, pero recién logró ponerle nombre a su problema cuando escuchó sobre el ARFID en redes sociales.

El Trastorno por Evitación o Restricción de la Ingesta de Alimentos (ARFID, por sus siglas en inglés) es una condición reconocida desde 2013 por el manual de diagnóstico DSM-5 y desde 2022 por la Organización Mundial de la Salud. No se trata de una etapa caprichosa ni de un trastorno ligado al peso corporal como la anorexia. En este caso, las personas evitan comer por miedo a atragantarse, por experiencias traumáticas con la comida o por una sensibilidad extrema a sabores, texturas u olores.

Según la psicóloga alemana Ricarda Schmidt, de la Universidad de Leipzig, “comer no es un placer para quienes padecen ARFID, sino una carga”. No sienten hambre o bien les cuesta hacerlo frente a otros, lo que interfiere en su nutrición y vida social. “Los síntomas muchas veces se confunden con anorexia, pero aquí no hay una preocupación por el peso corporal”, aclara la especialista.

Cómo identificar el ARFID: más allá de la selectividad
A diferencia de la alimentación selectiva común en la niñez, que tiende a desaparecer con el tiempo, el ARFID puede persistir en la adultez y requiere atención profesional. Afecta a entre el 0,5% y el 5% de la población general, según estudios publicados en Psychiatry Research.

Las señales más frecuentes incluyen:

Síntomas físicos:

Pérdida de peso o crecimiento lento en niños
Falta de apetito o saciedad precoz
Dolores abdominales, constipación y calambres
Fatiga, baja temperatura corporal, mareos
Piel, cabello y uñas secas
Déficit de hierro, hormonas tiroideas o nutrientes clave
Síntomas conductuales y emocionales:

Rechazo a comer frente a otras personas
Miedo a vomitar o atragantarse
Dietas extremadamente limitadas en variedad y cantidad
Vestirse con capas para ocultar el cuerpo
Alta ansiedad durante las comidas
Evitar eventos sociales donde haya comida
“Hay chicos que no pueden asistir a cumpleaños por el temor a tener que enfrentarse a la comida”, explicó Schmidt.

Abordaje y tratamiento: trabajo en equipo
El ARFID puede manifestarse desde los primeros años de vida, incluso en el inicio de la alimentación complementaria. “Es muy frecuente que se desestime el problema como una etapa. Pero si a los cinco años el repertorio alimentario sigue siendo mínimo, conviene consultar”, advirtió la pediatra chilena Verónica Gaete, del Centro de Adolescentes y Jóvenes de Clínica Las Condes.

La estrategia de tratamiento recomendada incluye un enfoque interdisciplinario: trabajo conjunto entre pediatras, psicólogos, nutricionistas y eventualmente psiquiatras. También se destaca el rol de la familia y la escuela.

Una de las claves es evitar la presión. Según Schmidt, “los padres deben ofrecer los alimentos rechazados de forma constante, sin obligar, en un ambiente tranquilo”. A veces, el avance se da en pequeños pasos: probar un tipo nuevo de fideo o una textura distinta puede ser un logro importante

La psicóloga alemana Andrea Hartmann Firnkorn lidera en la Universidad de Constanza un programa de intervención que combina terapia cognitivo-conductual con módulos familiares. “No se trata de curarlo en doce semanas, sino de dar herramientas para que la familia acompañe el proceso”, explica.

Por qué es importante hablar de ARFID
Aunque aún es poco conocido, el ARFID genera un alto nivel de estrés en las personas que lo padecen y su entorno. El diagnóstico temprano puede prevenir problemas nutricionales y sociales a largo plazo. Y, como en todos los trastornos alimentarios, una intervención a tiempo mejora el pronóstico.

Mara, que hoy sigue ampliando lentamente su repertorio alimentario, reflexiona: “No es que no quiera comer. Es que hay cosas que no puedo. Pero ahora entiendo lo que me pasa, y eso ya es un alivio enorme”.

Fuente: TN

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