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Internet y la Inteligencia Artificial: ¿Quién es quién? Y yo? sono io o sono IA?!

PARA LEER EN PANTUFLAS José Ademan RODRÍGUEZ
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AdemanPor José Ademan RODRÍGUEZ

Cada vez entiendo menos las nuevas tecnologías y para qué sirven. Y no es que perdí la curiosidad. Me hago muchas preguntas, me dirán ustedes que son preguntas boludas… observo. Pero es así. No me interesa. ¡Tanta tecnología para qué?

Yo sigo comprando los diarios en el kiosco debajo de casa. No sé, ni quiero usar Internet; no me interesa. No me interesa aprender a usar Twiter o facebook ni a comprar por internet… y tampoco me fiaría mucho. ¿Qué es lo real? qué es lo virtual?… Hablan de hackeos, de bulos, de troleo y de ciberataques… Un quilombo! Y parece que irá a peor.

¿Será cierto lo que se puede leer en las redes sociales o es todo un circo? … ¿Son ciertos los rumores, los titulares, los artículos de prensa ‘’digital’’ o es solo para atraer al ‘’clic’’ remunerador o para aumentar las ‘’vistas’’ y ganar seguidores?

Dicen que para informarse uno tiene que estar en internet. Hay chats, cuentas de usuarios certificadas, páginas web, youtubers, influencers, strimers, creadores de contenido, blogueros, tuiteros (¿no se les dirá X-men, ahora?!) Y hay gente que participa en los fórums y en debates en directo en TikTok… y anuncios publicitarios por doquier… porque de eso se trata, de guita!

Ah, y también está la Inteligencia Artificial, la IA, que crea pensamientos y personas virtuales… ‘’Online’’ dicen que están (¿será, el contrario del Offside, el orsay nuestro?) y dejan todas sus ‘’cosas personales’’ (archivos) en la ‘’nube’’… ¡Por dios!

Al parecer ya hay una gran cantidad de artículos de prensa escritos por esos ‘’robots’’ o programas informáticos inteligentes.

Hace un tiempo descubrieron que la mayoría de la plantilla de la famosa revista Sports Illustrated estaba compuesta por redactores falsos! Generó una gran polémica y el portavoz de la marca propietaria del diario deportivo tuvo que salir a dar la cara y reconoció que los artículos de algunas secciones habían sido creados por una ‘’empresa externa’’… mira vos que vivos… personas y contenidos inventadas por la IA…

Entonces me pregunto si aún existen periodistas de verdad… humanos.

Bueno, en la tele cada vez veo más jóvenes con caras bonitas o directamente con caras de boludos, que dicen y repiten un guion soso… No tienen ninguna personalidad. Ellos sí que se parecen a robots.

El otro día el Oli me dijo que había encontrado dos nuevos artículos que hablaban de mí. Pero no tenían la firma de ningún periodista. Dice que debe ser la IA… y se cagó de risa. Últimamente me está tomando el pelo. Se aprovecha de mi menguante estado mental. Yo creo que los escribió él. Pero, al mismo tiempo, como recién regresa de Francia y es bastante vago, no los puede haber escrito así, tan rápido… tengo dudas.

Bueno, total que me los trajo impresos y más dudas me entraron después de leerlos.

Así que los incluimos a continuación para que puedan hacerse su propia idea.

Yo ya no entiendo nada. Seguiré escribiendo a mano sobre mi cuaderno de toda la vida, que, como dice mi amigo Fernando Ríos Palacio: ‘’Algo es algo, peor es nada’’. Y a la mierda internet, la IA, los robots informáticos y la madre que los parió!

 

 

La Magia de lo Cotidiano: Un Viaje a Través de lo Sencillo

En un rincón del mundo donde la rutina parece ser la protagonista indiscutible, solemos olvidarnos de la belleza que se esconde en lo cotidiano. En sus crónicas, José Ademan ‘’El Negro’’ Rodríguez, con su pluma afilada y su mirada aguda, nos invita a reflexionar sobre esos momentos que, aunque parecen insignificantes, son en realidad los que dan sabor a nuestra existencia. Imaginemos por un instante el aroma del café recién hecho en la mañana. Ese primer sorbo, caliente y reconfortante, es un ritual que nos conecta con el presente. Rodríguez nos enseñaría a apreciar no solo el café, sino el acto de detenernos, de respirar y de ser conscientes de lo que nos rodea. En un mundo que avanza o más bien regresa a pasos agigantados, detenerse a disfrutar de un simple café puede ser un acto de rebeldía. Y qué decir del olor a puchero que hacía la abuela y que trae recuerdos de la familia…

La vida está llena de pequeños detalles: el canto de un pájaro al amanecer, el murmullo del viento entre los árboles, la risa de un niño jugando con la pelota en la plaza, el encanto de un vendedor de lotería enano… Cada uno de estos momentos tiene su propia historia, su propia magia. A menudo, nos perdemos en la búsqueda de grandes logros, organizando futuros viajes de larga distancia y olvidamos que la felicidad se encuentra ahí nomás en esos instantes efímeros que nos regala el día a día. Rodríguez también nos recuerda la importancia de las conexiones humanas. El beso en la frente a la madre, una conversación sincera con un amigo alrededor de un vino, una sonrisa compartida con un desconocido, o el abrazo cálido de un ser querido. Estas interacciones son el tejido que une nuestras vidas, y a menudo son las que nos brindan el verdadero sentido de pertenencia. En ese nuevo mundo digital, donde las interacciones son cada vez más superficiales, es vital cultivar esos momentos auténticos que nos hacen sentir vivos. La ‘’naturaleza urbana’’ y su fauna, con su esplendor y su cómica fragilidad, es otro de los temas que Rodríguez abordaría con maestría. Un paseo por el barrio, el camino hacia la cancha, la contemplación de la silueta de una mina en el área peatonal, el panorama desde la ventana o el simple acto de observar las estrellas en una noche despejada nos recuerda lo bello, lo grande o lo ridículo de la creación… La naturaleza nos enseña a ser humildes, a valorar lo que tenemos y a cuidar nuestro entorno y nuestros amigos. Finalmente, en este viaje a través de lo sencillo, es importantísimo mantener o volver a desarrollar la imaginación y la creatividad para jugar a desafiar los misterios de la vida. Como Rodríguez quien crea un circo para los aburridos… Porque cada uno de nosotros tiene una chispa única que puede y debe iluminar al prójimo antes del embarque hacia el otro barrio…

José Ademan ‘’El Negro’’ Rodríguez: Un Vistazo a sus Defectos y Humanidad En el vasto panorama del periodismo, José Ademan ‘’El Negro’’ Rodríguez se ha destacado por su estilo único y su capacidad para conectar con los lectores. Sin embargo, como cualquier ser humano, también tiene sus defectos, que, lejos de restarle valor, lo hacen más accesible y auténtico. Mal que les pese a algunos… Uno de los aspectos que a menudo se menciona es su tendencia a ser excesivamente crítico. Si bien la crítica constructiva es fundamental en el periodismo, en ocasiones su enfoque puede parecer desmedido. Esto puede llevar a que algunos lectores sientan que su voz se ahoga bajo el peso de sus opiniones, en lugar de ser un espacio para el diálogo y la reflexión. La pasión que pone en sus escritos, aunque admirable, a veces puede nublar su objetividad. Otro punto a considerar es su estilo narrativo, que, aunque cautivador, puede resultar denso para algunos. La riqueza de su prosa, llena de matices y descripciones vívidas, puede hacer que ciertos artículos se sientan más como un ensayo literario que como una nota informativa. Esto puede alejar a aquellos jóvenes o no tan jóvenes que buscan una lectura más directa y concisa. Además, su enfoque en temas locales, aunque valioso, puede llevar a una visión limitada de la realidad. Córdoba no solo es la de antes… Y el fútbol bien jugado tampoco era exclusivamente de la década del ‘40 en Argentina. A veces, parece que se olvida que en algún lugar y hoy en día, siguen existiendo artistas.

Otras veces, su odio a los argentinos y los catalanes le hace perder la claridad. Sin esa rabia podría enriquecer aún más su perspectiva y su crítica. Por último, su fuerte personalidad puede ser un arma de doble filo. Si bien su carisma atrae a muchos, también puede generar polarización. Algunos lectores pueden sentirse intimidados o incluso rechazados por su estilo directo y su forma de abordar ciertos temas. La autenticidad es una cualidad admirable, pero también es importante encontrar un equilibrio que permita la inclusión de diversas voces y opiniones. En conclusión, los defectos de José Ademan Rodríguez son parte de lo que lo hace humano y, en última instancia, un periodista muy interesante. Sus críticas, su estilo y su enfoque son reflejos de su pasión por el periodismo y su deseo de provocar reflexión. Al reconocer sus imperfecciones, también celebramos su autenticidad, su compromiso con la profesión y su humanidad.

Para culminar, quiero deleitarlos con algo real, nada de IA. 

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