Para expertos, el final del cepo está cerca y Caputo tiene que definir si es "por las buenas o las malas"
ECONOMÍA Marcos Phillip*La persistencia del cepo cambiario en Argentina generó un intenso debate entre economistas y agentes del mercado. Si bien existe un consenso generalizado sobre la necesidad de eliminarlo, las divergencias se centran en el momento óptimo para llevar a cabo esta medida y sus potenciales consecuencias.
Según los expertos consultados por iProfesional, mantener el cepo implica costos significativos para la economía, como la desalineación del tipo de cambio y la incertidumbre sobre el futuro económico. Esto, a su vez, inhibe la inversión extranjera y limita el crecimiento. Sin embargo, levantar las restricciones de manera abrupta podría desencadenar una espiral inflacionaria y generar inestabilidad financiera.
Los analistas identifican dos escenarios principales para la salida del cepo: uno ordenado y gradual, y otro más abrupto y desordenado. En el primer caso, el gobierno implementaría una política de ajuste gradual, acompañada de medidas para contener la inflación y fortalecer las reservas internacionales. Este escenario podría resultar en un impacto menor sobre los precios y una transición más suave hacia un mercado cambiario más flexible.
Por otro lado, un levantamiento brusco del cepo, impulsado por presiones del mercado o una crisis de confianza, podría generar una devaluación significativa y una aceleración de la inflación. Si bien este escenario es menos deseable, los expertos consideran que no sería catastrófico, siempre y cuando el gobierno implemente políticas económicas adecuadas para estabilizar la situación.
No obstante, algunos economistas cuestionan la necesidad de una devaluación, argumentando que las actuales condiciones macroeconómicas de Argentina no lo justifican. Según este punto de vista, el gobierno podría estabilizar la economía a través de políticas monetarias restrictivas y la búsqueda de financiamiento externo.
En conclusión, la salida del cepo cambiario en Argentina se presenta como un desafío complejo que requiere una cuidadosa planificación y ejecución. Si bien existen diferentes visiones sobre el momento óptimo y las medidas a implementar, el consenso general es que esta medida es necesaria para restablecer la estabilidad económica y fomentar el crecimiento.
Cómo se sale del cepo
De acuerdo con la consultora económica Econviews, hay consenso de que hay que salir del cepo, pero se mantiene el desacuerdo sobre cómo y cuándo hacerlo. En este sentido, explicaron que mantener el cepo tiene costos, porque hay inversiones que no vienen a la espera de que sepan si van a poder sacar los dólares y pagar dividendos. Mientras se mantiene el cepo, además indicaron que sigue la incertidumbre respecto de lo que puede pasar con la inflación una vez que se unifique el tipo de cambio.
No obstante, alertaron que sacar el cepo también tiene riesgos, dado que puede poner en peligro el principal logro del gobierno que es la baja en la inflación. Sin embargo, producto de que salir es inevitable, en algún momento las autoridades tendrán que pasar el trago amargo. Y si la inflación sigue estando por encima de las tasa de devaluación, cuando más tarde peor porque atrasa el tipo de cambio real.
"Unificar implica eliminar la restricción cruzada para compra de divisas y quizás dejar sólo algunas restricciones sobre el pago de dividendos históricos y la obligación de liquidar exportaciones. A esto se sumaría la de mantener un límite sobre la posición que las entidades financieras pueden tener en moneda extranjera", comentaron
Para los analistas, hay dos caminos: por las buenas o por las malas. Por las buenas detallaron qye sería una situación en la que el gobierno lo hace por iniciativa propia y paga un costo relativamente bajo por abrirlo. En ese caso el tipo de cambio se podría unificar en niveles de 1.300 pesos, a precios de hoy o incluso algo menos. En este caso el efecto sobre precios sería controlado ya que hoy el comercio exterior funciona con un tipo de cambio efectivo aproximadamente 1080, y dado que la "devaluación" se hace con programa, con superávit fiscal, con buena comunicación y con una política monetaria contractiva seguramente la inflación subiría unos 3 puntos el primer mes, dos el segundo y sólo uno el tercero. No debería ser un tema traumático y el fantasma quedaría atrás.
Salir del cepo por las malas
Desde Econviews señalaron que en la segunda alternativa, se levantaría el cepo "por las malas", o sea por presiones del mercado, en un escenario en el que seguramente sería precedido por un aumento de la brecha, un riesgo país por encima de los 1.500 puntos y con reservas tocando un piso, que es lo que en última instancia fuerza la unificación cambiaria.
En este contexto, advirtieron que las expectativas no serían tan favorables y el salto inflacionario y devaluatorio sería más alto, pero no sería el fin del mundo. Esto puede implicar que la deprecación sea de ente 40 y 50%, y por lo tanto el impacto en la inflación sería mayor. También podría haber un período de incertidumbre hasta que el Banco Central finalmente pueda dominar la situación, probablemente con aumentos importantes en la tasa de interés.
"Pero lo más probable es que la turbulencia sólo dure unos meses. Luego se vuelva al sendero de baja de la inflación en el que estamos desde enero: con la ventaja de que se habría despejado una gran fuente de incertidumbre y se crearían condiciones más favorables para la reactivación económica y la inversión", estimaron
De acuerdo con la consultora que dirige Miguel Kiguel, la variable clave que ayuda a ninguno de los escenarios sea traumático es el superávit fiscal, que es el ancla del programa y lo que diferencia la situación actual de otras que hemos vivido en el pasado. Todo indica que el gobierno busca postergar la unificación lo más posible, incluso no se puede descartar que sea en el primer trimestre del año que viene, aunque la pérdida de reservas, si continúa, puede acelerar los tiempos.
"Lo que no va a poder evitar el gobierno es el trade off entre tipo de cambio y tasa de interés. Si la intención es salir del cepo con el menor tipo de cambio posible, no le va a quedar otra que manejarse con una tasa de interés real elevada. Si por el contrario optara por pagar mayores costos de entrada con un fogonazo inflacionario corto, podría salir con una tasa levemente positiva o incluso neutral, de manera que el crédito siga apoyando la recuperación de la actividad. Lo bueno de todo esto es que más allá de que una prefiera una alternativa a otra, no parece haber pastillas de veneno en la salida del cepo" concluyó.
¿Argentina necesita devaluar?
De acuerdo con el economista Salvador Di Stefano, la economía argentina muestra superávit fiscal, superávit de balanza de pagos, inflación en baja y se está capitalizando el balance del Banco Central, por lo que rechaza el argumento de que se necesita una devaluación para corregir el atraso cambiario.
Al respecto, el especialista detalló que la economía se juega "entre lo escaso y lo abundante", y el gobierno hará que los pesos sean escasos, con lo que el dólar en manos de los privados pasa a ser muy abundante.
"Paralelamente a estas acciones, el gobierno no abandona la posibilidad de conseguir financiamiento internacional. La idea es que vía FMI y otros organismos internacionales conseguir u$s10.000 millones, y si es necesario poner de garantía el oro que ahora está depositado en un banco internacional. Con una exitosa moratoria, un blanqueo que podría atraer un piso de u$s 20.000 millones, y un techo de u$s 30.000 millones, más el crédito que podría llegar del exterior, no parecería necesario una devaluación del signo monetario", explicó
Para el especialista, se está lejos de una devaluación del dólar mayorista, los dólares alternativos gozan de una brecha muy elevada, la tasa de interés en Estados Unidos podría bajar, y si Argentina logra cerrar un acuerdo con el FMI, un blanqueo exitoso, mantiene el superávit fiscal, y sigue en el proceso de baja de la inflación, el riesgo país debería caer significativamente.
* Para www.iprofesional.com