Silencio del Panal frente al 9M

El movimiento obrero cordobés logró pausar sus diferencias y cerró filas para enfrentar el ajuste del gobierno nacional de Javier Milei que mañana jueves sufrirá el segundo paro nacional de 24 horas desde que inició su gestión. La medida de fuerza fue convocada por la CGT a nivel nacional en repudio a las medidas económicas y a la reforma laboral que impulsa la Casa Rosada y que tiene media sanción de la Cámara de Diputados en el marco de la ley Bases. Ese mismo día, el 9, las comisiones del Senado intentarían firmar dictamen para que una semana después se produzca el debate en el recinto y eventualmente se convierta en ley. No hay nada seguro y la suerte de la ley depende de que los 33 senadores del PJ en sus diversas versiones se mantengan unidos y sumen al menos cuatro voluntades más. Uno de los triunviros de la CGT, Héctor Daer, dijo que el peronismo no puede votar las propuestas de Milei y pidió que el bloque en cámara alta se mantenga unido.

En Córdoba al paro se suma la movilización, prevista para el mediodía. Cada gremio saldrá de su sede sindical, de la Casa Histórica de los Trabajadores de Velez Sársfield y 27 de Abril, o de desde algún punto de encuentro, y todas las columnas se encontrarán en la esquina de Colón y Cañada. En principio, no habrá documento común: punto para el gobierno provincial, que podría haber sido castigado.  El dato local es la confluencia de las dos CGT y las dos CTA más la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) que nuclean a los gremios con base local, la mayoría de los cuales apoyó a Sergio Massa en las elecciones presidenciales. Algunas de las decisiones más importantes para la jornada, como la adhesión de la estratégica UTA, el gremio de los choferes de ómnibus, se tomaron en Buenos Aires. Más allá de eso, se trata de la continuidad de una estrategia conjunta de los sectores sindicales cordobeses que en el pasado reciente se enfrentaron por el manejo de la central obrera, que tuvo su bautismo en la marcha del 24 de marzo y siguió con la caravana del 1 de mayo pasado.

“Informamos que como consecuencia de las medidas del gobierno nacional tomadas directamente en contra el Pueblo trabajador, y abiertamente orientadas a vulnerar derechos individuales básicos, La Unión Tranviarios Automotor se suma al reclamo de toda la sociedad, y adhiere a la medida dispuesta por la CGT para el próximo 9 de mayo", indicó en un comunicado la UTA nacional y aclaró que no habrá servicios desde la cero hora del jueves hasta la medianoche. Tampoco habrá transporte de interurbanos ni de líneas de larga distancia, cuyos trabajadores están nucleados en Aoita. El sindicato de Comercio, impulsado por la decisión de la Federación nacional, también se sumó al reclamo. 

En el sector público, el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) y la Uepc (docentes) se sumaron a la medida de fuerza, al igual que el Sadop (docentes privados) de modo que no habrá actividad en la administración pública, o estará muy menguada, lo mismo que las clases. Los reclamos docentes son similares a los de la Provincia: que la Nación restituya el Fonid y los fondos de financiamiento educativo y que mande la plata de la Caja de Jubilaciones que Luis Caputo, el ministro de Economía, pisa desde comienzos de año. A eso suman el “no” al impuesto a las Ganancias, en el único punto que podría tocar de cerca al gobernador Martín Llaryora, cuyos diputados votaron por la restitución cuando acompañaron el paquete fiscal de Milei. Además de los mencionados, tampoco habrá atención bancaria por la adhesión de la Asociación Bancaria, trabajadores estos sí afectados de lleno en la vuelta de Ganancias para la cuarta categoría de los asalariados.

Llaryora mantuvo silencio neutro respecto al paro contra el gobierno de Milei, al menos al cierre de esta nota, en una posición que contrasta con la de su par de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien ayer se reunió con dirigentes cegetistas en el marco del primer Encuentro Federal por el Trabajo en La Plata, en un claro apoyo a la medida de fuerza. 

Luis Juez y Rodrigo de Loredo, aliados de Milei y opositores al gobernador, salieron a criticar fuerte el paro nacional con diversos argumentos. El senador sostuvo que “los muchachos” de la CGT estuvieron callados los cuatro años del gobierno de Alberto Fernández, mientras que el radical lamentó la pérdida del día de clases de los estudiantes.   En Córdoba se siente el impacto de la caída de recaudación y la coparticipación federal y también hay conflictos vinculados a la caída de la actividad, como los conflictos en Mabe, la ex Drean, en la ciudad de Luque, donde hubo 200 despidos, y de la firma WEG, su proveedora de esta capital, que consecuentemente echó a unos 40 empleados. 

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE BETTINA MARENGO.