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Menos dólares y golpe al consumo: los alarmantes datos económicos con los que asumirá el próximo gobierno

ECONOMÍA 29/05/2023 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias

La economía cerró el primer trimestre con un crecimiento del 0,8% respecto a los últimos tres meses del 2022. El inicio del año fue mejor a lo que se esperaba en medio del impacto de la sequía y la aceleración de los precios. Sin embargo, las consultoras señalan que el país no podrá evitar una recesión en 2023 que dejará una caída de la actividad de al menos 3% anual para cuando asuma el próximo gobierno. Los factores clave serán el impacto de la inflación arriba de los tres dígitos, el encarecimiento del crédito, la escasez de dólares y un consumo debilitado por la pérdida del poder adquisitivo.


El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó esta semana su Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) con el que cerró el período enero-marzo. El indicador, que funciona como adelanto de la evolución del PBI, arrojó un crecimiento del 0,8% trimestral en ese lapso, tras correcciones al alza que realizó el organismo para enero y febrero.

Tal como explicó la consultora Ecolatina en su último informe, el país evitó sumar dos trimestres consecutivos de caída e ingresar formalmente en una recesión. Es que el período octubre-diciembre había marcado una baja de 1,5% trimestral, en medio de una fuerte baja en la cosecha de trigo, el impacto de la inflación en el poder adquisitivo y la aceleración del ajuste fiscal.

Para Ecolatina, la Argentina no podrá evitar un escenario recesivo este año debido a las restricciones que sufrirá la oferta por la falta de dólares y una demanda en retroceso al calor de ingresos deteriorados. “Nuestra estimación es que el PBI se contraiga este año cerca del 3%”, proyectaron.

La consultora indicó que a partir del segundo trimestre comenzará a sentirse el impacto directo e indirecto de la sequía en la producción agrícola, que implicará un golpe de 2 puntos en el PBI. Ese menor stock de cosecha se traducirá en menos exportaciones y un desplome en el ingreso de dólares, que se estima en torno a los US$20.000 millones. Cabe esperar un mayor endurecimiento del cepo importador que limitará la oferta de bienes finales e insumos.

“Asimismo, esperamos que todos los componentes de la demanda agregada se vean deteriorados durante 2023. Por un lado, prevemos un retroceso para el consumo privado, que sufrirá el deterioro del salario real y de los ingresos de los hogares más dependientes del Estado (beneficiarios de asignaciones, jubilaciones) ante una escalada inflacionaria que no esperamos que pueda ser mitigada completamente por las negociaciones paritarias y ante el escaso espacio fiscal para impulsar una robusta política de ingresos”, afirmó Ecolatina.

Ese mismo escenario es el que advierten los empresarios industriales. La Unión Industrial Argentina (UIA) destacó que, a pesar de un escenario macroeconómico complejo, hubo un sostenimiento de la actividad sectorial en los primeros meses del año, aunque advierten que desde abril el contexto podría cambiar.

“No se descarta que las tensiones cambiarias de fines de abril impacten sobre la actividad, especialmente a partir de las dificultades para el abastecimiento de insumos y la suba de costos y la tasa de política monetaria. En tanto, continuará el impacto de la sequía sobre la molienda y los sectores industriales encadenados. Podrían compensar parcialmente esta situación las medidas orientadas a sostener el consumo y la demanda de bienes durables”, puntualizó la casa fabril.

En este sentido, los niveles de actividad económica y de consumo se convierten en factores clave para cualquier gobierno en un año electoral. Según Econviews, un resultado adverso en esos indicadores puede afectar las posibilidades de cualquier oficialismo.

“En 2011, el PBI creció 6% y el oficialismo ganó las elecciones, en el 2012 la economía cayó un 1% y en las elecciones del 2013 al oficialismo no le fue tan bien en las elecciones de medio término. En el 2014 hay una baja de 2,5% del producto, y el oficialismo pierde las elecciones presidenciales del 2015. En el 2019, la economía venía mal, con caídas ese año y el año previo, y el oficialismo perdió las elecciones”, enumeró la consultora.

Finalmente, Econviews proyectó que la actividad económica marcará una caída del 5,2% en el segundo trimestre, con un impacto pleno de la seca, y de 0,8% en el tercero, por lo que allí habrá un escenario de recesión. Para el cuarto puede haber una leve recuperación. “Las mejoras en la actividad en el primer trimestre nos obligan a corregir nuestras proyecciones de crecimiento para el 2023, donde pasamos de esperar una caída de 4,5% del PBI a una de 3,8%”, concluyeron.

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