Crimen de Blas: por ahora, la fiscalía descarta imputar al conductor del Fiat Argo

Juan Cruz (18), amigo de Valentino Blas Correas, manejaba el Fiat Argo baleado por la Policía de Córdoba en un control apostado frente al edificio Pablo Pizzurno. 

Desde la Fiscalía del Distrito 1 Turno 3, a cargo del doctor José Mana, descartaron que se analice imputar al conductor del auto en el que viajaba el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en la espalda. Fuentes de la fiscalía aseguraron a El Doce que no está en análisis, al menos por ahora, esa instancia judicial.

Esta mañana, Gabriel Prunotto, secretario del fiscal que investiga el caso, dijo que estaban “evaluando la responsabilidad penal" contra el joven. "Para empezar, podría ser resistencia a la autoridad”, señaló en diálogo con Arriba Córdoba.

 
Los avances en la investigación

Hasta el momento, hay cinco personas detenidas:

*Lucas Gómez (cabo prrimero): homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de policía y también por homicidio calificado en grado de tentativa reiterado. La bala que mató a Blas salió de su arma reglamentaria.

*Javier Alarcón (cabo primero): homicidio calificado en grado de tentativa reiterado.

*Wanda Esquivel (agente de menor rango): confesó que plantó el arma calibre 22. Acusada por encubrimiento agravado y omisión de funcionario público.

*Yamila Martínez (oficial principal): encubrimiento agravado y omisión de funcionario público.

*Sergio Alejandro González (subcomisario): por encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público. 

Además, tres empleados del área administrativa del Sanatorio Aconcagua fueron imputados por abandono de persona, debido a que se negaron a atender a Blas Correas cuando estaba agonizando.

 

Autopsia y pericia del arma plantada

De acuerdo a lo que pudieron determinar los forenses, el adolescente agonizó varios minutos tras ser baleado. El proyectil que atravesó la luneta del auto Fiat Argo, ingresó por la espalda de Blas, perforó un pulmón y causó la rotura del bazo. 

El informe de la pericia balística determinó que el arma calibre 22 -plantada a metros de la escena del crimen- era “inservible, no operativa, e inclusive no contaba con el percutor”.

Fuente: El Doce