Reforma laboral y giro tributario: los ejes fiscales del proyecto de modernización que impulsa el Gobierno

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
QACEEQBOJFFHJLW6TA3ZHYZ2I4
  • La reforma laboral se complementa con una amplia reconfiguración del sistema tributario
  • Se introducen cambios en IVA, Ganancias, impuestos internos y el impuesto a las sociedades
  • Se prevén exenciones y alícuotas reducidas para sectores productivos y financieros
  • El proyecto incluye beneficios específicos para el agro y el mercado inmobiliario
  • Se eliminan impuestos internos para bienes y servicios considerados no esenciales
  • Se crea el Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones con beneficios fiscales y requisitos estrictos

El gobierno de Javier Milei presentó ante el Congreso de la Nación el proyecto de “Ley de Modernización Laboral”, una iniciativa que no solo introduce cambios en el régimen de trabajo sino que incorpora una amplia reconfiguración del esquema tributario argentino. La propuesta, que será tratada durante las sesiones extraordinarias previstas para diciembre de 2025, apunta a generar incentivos para la inversión, reducir la presión fiscal en sectores estratégicos y modificar impuestos clave como el IVA, Ganancias y los tributos internos, además de crear un nuevo Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI).

Un informe técnico elaborado por Lisicki Litvin & Abelovich (LL&A) sistematizó el alcance impositivo de la iniciativa, que contempla la entrada en vigencia escalonada de varias medidas a partir de enero de 2025 y 2026, según el caso. En ese marco, el proyecto busca acompañar la reforma laboral con un esquema tributario que, según el oficialismo, mejore la competitividad y promueva el desarrollo productivo.

Entre los cambios más destacados figura una modificación en el Impuesto al Valor Agregado (IVA). El texto establece una alícuota reducida del 10,5% para el suministro de energía eléctrica destinada a sistemas de riego en el sector agroindustrial. La medida apunta a aliviar costos en una actividad considerada clave para la producción y las exportaciones, en un contexto de búsqueda de mayor eficiencia en el uso de recursos y estímulo a la inversión en el campo.

En el impuesto a las Ganancias, la reforma introduce múltiples ajustes. A partir de los ejercicios fiscales iniciados el 1 de enero de 2025, los quebrantos impositivos podrán actualizarse por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que permitiría a las empresas compensar pérdidas considerando el impacto inflacionario. También se prevé la exención de los intereses de depósitos a plazo fijo en moneda extranjera para personas humanas y sucesiones indivisas. En el mercado inmobiliario, se eximen las ganancias provenientes del alquiler de inmuebles destinados a vivienda, aunque se elimina la deducción del 10% de los alquileres devengados para los locadores.

El proyecto incorpora, además, cambios relevantes en la tributación de operaciones inmobiliarias. Desde el 1 de enero de 2026, quedarán exentos los resultados derivados de la venta de inmuebles y de la transferencia de derechos sobre inmuebles adquiridos a partir del 1 de enero de 2018, tanto para personas humanas como para empresas que cumplan las condiciones establecidas.

En materia financiera, la iniciativa propone la exención de los resultados obtenidos por la compra-venta y otras formas de disposición de acciones y activos similares de fuente argentina, incluyendo acciones sin cotización, obligaciones negociables y ADRs, con la excepción explícita de las monedas digitales. Para activos financieros locales no cotizantes, la exención se aplicará siempre que los beneficiarios no residan en jurisdicciones no cooperantes y que los fondos no provengan de esos territorios.

Otro capítulo relevante es la modificación del impuesto para sociedades. A partir de los ejercicios iniciados en 2026, se reducen las alícuotas correspondientes al segundo y tercer tramo de la escala, sin alterar los valores que definen cada segmento. La medida busca reducir la carga efectiva sobre las empresas de mayor tamaño relativo dentro del esquema vigente.

El proyecto también avanza sobre los impuestos internos. Se elimina este tributo para una amplia gama de bienes y servicios, entre ellos seguros, telefonía celular y satelital, objetos suntuarios, vehículos, embarcaciones de recreo y aeronaves. Al mismo tiempo, se reducen alícuotas para determinados bienes, aunque se mantiene el impuesto para productos como tabaco, bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas analcohólicas.

Finalmente, la creación del Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI) se presenta como uno de los pilares de la propuesta. Orientado a micro, pequeñas y medianas empresas, el régimen busca fomentar inversiones productivas mediante beneficios como la amortización acelerada en Ganancias y la devolución anticipada de créditos fiscales de IVA. El esquema incluye requisitos de permanencia de los bienes y establece causales de exclusión y sanciones en caso de incumplimiento.

Con este paquete de medidas, el Gobierno intenta articular la modernización laboral con un rediseño tributario de amplio alcance, en un debate que promete generar tensiones y negociaciones intensas en el Congreso.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto