Milei ordena la interna libertaria para acelerar la agenda de reformas

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Milei y Karina ordenan la interna para acelerar la agenda de reformas.
  • El Gobierno busca avanzar con las reformas laboral y tributaria y evalúa cuándo iniciar la previsional.
  • Karina Milei lanzó una advertencia interna: “tolerancia cero” a las rebeliones.
  • Agustín Romo fue ratificado como jefe de bloque bonaerense con apoyo explícito del Presidente.
  • Bullrich, Santilli y Menem tendrán roles centrales en la negociación legislativa.
  • Brasil confirmó la firma del acuerdo Mercosur–UE con participación de Milei.

La semana que pasó dejó al descubierto el tipo de dinámica política que el Gobierno buscará desplegar en los próximos meses. Con señales claras tanto del presidente Javier Milei como de su hermana Karina, la conducción libertaria bajó línea hacia funcionarios, legisladores y bases: no habrá margen para que las tensiones internas desvíen el rumbo central, que es aprovechar la ventana de oportunidad para aprobar la mayor cantidad de reformas posibles.

En la Casa Rosada admiten que el clima político y económico les juega a favor para impulsar proyectos sensibles, especialmente después del buen desempeño electoral de octubre. Milei considera que cuenta con el respaldo social necesario para avanzar con un paquete de reformas de “segunda generación”: laboral y tributaria en el corto plazo, y recién después de 2027 una previsional más profunda. Sin embargo, cerca del Presidente no descartan que, si el contexto de mercado mejora, esta última pueda adelantarse. Para Milei es una cuestión de “oportunidad estructural”, más que de opinión pública.

Quienes conocen la cocina oficial creen que el Gobierno podría avanzar incluso sin pagar grandes costos políticos. “Si meten todo lo que tienen que meter y la calle no se desmadra, volverán a la época en la que no les entraba una bala”, graficó un operador de una provincia aliada. En otras palabras, la victoria electoral revitalizó la legitimidad del programa libertario y alejó, por ahora, cualquier tentación de armado coalicional. El vínculo con sectores opositores será estrictamente transaccional y sin compromisos de largo plazo.

Con ese diagnóstico, los Milei activaron un mensaje disciplinador hacia adentro. En un congreso partidario en Mar del Plata, Karina Milei advirtió que habrá “tolerancia cero” a las individualidades e insubordinaciones dentro de La Libertad Avanza. La frase apuntó a las distintas tribus internas, preocupadas por su proyección en un escenario donde la concentración del poder político se vuelve imprescindible para sostener la agenda de reformas.

Esa bajada de línea quedó en evidencia en la provincia de Buenos Aires, donde se produjo un movimiento inesperado. Sebastián Pareja, presidente partidario bonaerense, designó como jefe de bloque en la Legislatura a Agustín Romo, referente de Las Fuerzas del Cielo, el espacio alineado al asesor presidencial Santiago Caputo. La decisión tomó por sorpresa incluso a sectores que habían asegurado que no le cederían nada a Romo. Pero el apoyo explícito de Milei inclinó la balanza: “A Romo lo banca el uno”, reconocieron con resignación en el entorno de Karina Milei.

Ese gesto marcó la primera victoria interna del santiaguismo en varias semanas. No solo consolidó el rol de Romo, sino que reforzó el lugar de Caputo, cuyos alfiles continuarán en puestos clave del Estado. En los organismos sensibles, la lógica fue clara: “El que sacaba, ponía”. Nada que pusiera en riesgo la arquitectura política que sostiene la ingeniería reformista.

Aun así, en el oficialismo remarcan que se trata de una calma circunstancial. Las sesiones extraordinarias y el tratamiento de proyectos centrales, como la modernización laboral y el Presupuesto 2026, obligan a mantener las tensiones bajo control. Dos miembros de la mesa chica insisten en que “todo sigue igual” y que no hubo pactos formales de tregua. Para el karinismo, la disputa se reanudará cuando pase el temario legislativo sensible.

En ese terreno, el Gobierno definió roles nítidos para ordenar la interlocución política: Diego Santilli será el nexo con los gobernadores; Martín Menem, con Diputados; y Patricia Bullrich, con el Senado. Milei les transmitió que necesita el Presupuesto aprobado antes de fin de año. Bullrich incluso se muestra optimista y cree que tanto la Ley de Leyes como la reforma laboral podrían sancionarse en diciembre. Otros operadores son más cautos y señalan que, con suerte, se llegará a dictamen en el Senado.

Las diferencias tácticas se ven en el vínculo con la CGT. Bullrich descarta cualquier negociación fina y considera que los gremios y el peronismo no acompañarán ninguna reforma. Otros funcionarios creen que, aunque la arquitectura no se toque, puede haber conversaciones discretas para bajar tensiones. El malestar afloró cuando más de un referente del Gobierno habló con sindicalistas sobre el articulado laboral, algo que alteró la sensibilidad interna.

En paralelo, en el plano internacional, Brasil confirmó la firma del acuerdo Mercosur–Unión Europea para el 20 de diciembre. Milei participará de la cumbre en Brasilia, un gesto que satisface parcialmente al gobierno de Lula da Silva, aunque no despeja las tensiones políticas. En Brasilia tomaron nota con inquietud del reciente retuit del Presidente apoyando a Flavio Bolsonaro como candidato para 2027, un mensaje que reabre viejas suspicacias en la relación bilateral.

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