El juicio por los Cuadernos pone en la mira una corrupción del tamaño de las reservas del BCRA

• El economista Ariel Coremberg afirmó que la corrupción investigada en la causa Cuadernos equivale a las reservas actuales del Banco Central: 42.500 millones de dólares.
• Según sus cálculos, ese monto surge de sobornos del 15% en obra pública y 5% en subsidios entre 2004 y 2015.
• Coremberg sostuvo que sin esa corrupción, el país no habría necesitado recurrir al FMI y habría tenido mayor crecimiento.
• El juicio oral por la causa Cuadernos comenzará el 6 de noviembre de 2025 y Cristina Kirchner está acusada de liderar una asociación ilícita.
• La investigación surgió a partir de los cuadernos del chofer Oscar Centeno y apunta a funcionarios y empresarios ligados a la obra pública.
• CAMARCO está en la mira, y el caso reaviva el debate sobre corrupción estructural y sus efectos económicos.

El impacto económico de la corrupción vuelve a quedar en el centro del debate. En una reciente entrevista radial, el economista Ariel Coremberg aseguró que el dinero que se habría desviado en sobornos durante los gobiernos kirchneristas —según se investiga en la causa conocida como "los Cuadernos de las Coimas"— equivale a los 42.500 millones de dólares que hoy conforman las reservas del Banco Central.

“El problema no es quién pagó coimas, sino si hubo alguna obra pública que no lo hizo”, sentenció Coremberg, quien explicó que el cálculo surge de aplicar los márgenes de soborno reconocidos por empresarios —15% en obra pública y 5% en subsidios— al gasto consolidado entre 2004 y 2015. Ajustado a valores actuales, el número escala a una cifra que, de haberse conservado, “habría evitado pedir préstamos al FMI en los últimos tres gobiernos”, afirmó.

Además del costo económico, Coremberg advirtió sobre las consecuencias estructurales: “Sin esa corrupción, la productividad hubiese crecido medio punto del PBI anual. Hoy, un argentino tardará 90 años en duplicar su ingreso per cápita”.

El juicio que se avecina: una amenaza judicial para Cristina Kirchner

Tras su condena en la causa Vialidad, Cristina Fernández de Kirchner se prepara para enfrentar otro proceso judicial de alto voltaje político: el mega juicio oral de la causa Cuadernos, que comenzará el 6 de noviembre de 2025 por orden del Tribunal Oral Federal N.º 7.

En esta causa se investiga una presunta asociación ilícita dedicada al cobro de sobornos por la asignación de contratos de obra pública. La expresidenta está acusada de ser la jefa de esa estructura, lo que podría implicar penas de hasta 12 años de prisión.

El caso estalló en 2018 tras la revelación de los cuadernos escritos por Oscar Centeno, ex chofer del funcionario Roberto Baratta, mano derecha de Julio de Vido en el Ministerio de Planificación. Las anotaciones detallaban con precisión recorridos, fechas y montos de los sobornos, muchos de los cuales, según las declaraciones judiciales de empresarios y ex funcionarios arrepentidos, terminaban en el departamento de los Kirchner en Recoleta.

Una de las figuras clave en el circuito del dinero fue Daniel Muñoz, secretario privado del expresidente Néstor Kirchner, quien acumuló una fortuna superior a los 100 millones de dólares y falleció antes de ser juzgado.

CAMARCO y la sombra de la corrupción

Las empresas implicadas, en su mayoría miembros de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), fueron blanco de críticas por parte del presidente Javier Milei, quien en campaña la rebautizó como “Cámara Argentina de la Corrupción”. El proceso involucra a decenas de empresarios, exfuncionarios y testaferros, todos señalados como parte del engranaje de pagos ilegales al calor de la obra pública.

El juicio por los Cuadernos no solo representa una amenaza judicial concreta para Cristina Kirchner, sino también un punto clave para el debate sobre la corrupción estructural en la Argentina. A casi una década del final de su gobierno, la expresidenta volverá a sentarse en el banquillo de los acusados, mientras el país sigue pagando las consecuencias económicas y sociales de prácticas que, según Coremberg, “no son un abstracto: son una forma brutal de empobrecimiento colectivo”.