Distancia insalvable: la fractura Moyano que sacude al sindicalismo y al peronismo

• La relación entre Hugo y Pablo Moyano está rota desde noviembre de 2024, tras la renuncia de Pablo a la CGT.
• Tienen posturas enfrentadas: Hugo evitó el paro por Cristina Kirchner; Pablo lo impulsó y visitó a la expresidenta.
• Pablo quedó aislado del poder sindical, mientras Hugo mantiene el control del gremio y la CGT.
• El conflicto también involucra a otros hermanos Moyano alineados con Hugo.
• Pese a las diferencias, ambos se expresan con respeto en privado.
• Pablo pidió unidad en el PJ para enfrentar al gobierno de Milei, reafirmando su compromiso con la movilización social.

La grieta entre Hugo Moyano y su hijo Pablo, dos de los referentes más emblemáticos del sindicalismo camionero, se profundiza y visibiliza como una herida abierta dentro del peronismo y la CGT. Desde que Pablo renunció de manera sorpresiva a su cargo como secretario general de la central obrera en noviembre de 2024, la relación padre-hijo parece estar rota definitivamente, sin diálogo ni intentos visibles de acercamiento.

La distancia quedó en evidencia la semana pasada cuando Hugo Moyano, lejos de adherir a un paro en rechazo a la condena judicial de Cristina Kirchner, visitó a la expresidenta en prisión domiciliaria. Pablo, por su parte, había insistido públicamente con la necesidad de movilizarse contra el gobierno de Javier Milei, una postura que su padre no quiso respaldar.

Según reconstruyó PERFIL, las diferencias entre ambos se mantienen firmes y son incluso alimentadas desde los entornos familiares. Mientras Hugo mantiene el control absoluto del sindicato y la CGT, colocando a sus aliados en puestos clave, Pablo quedó aislado y con una agenda propia que lo mantiene alejado del poder sindical central. La pelea interna incluye además a otros hermanos Moyano, como Facundo, Huguito y Jerónimo, alineados con Hugo y distantes de Pablo.

No obstante, en la intimidad, el histórico líder gremial habría expresado cierto arrepentimiento por declaraciones duras dirigidas a su hijo, y Pablo continúa mostrando respeto y cariño por su padre, aunque mantiene sus convicciones políticas y su reclamo por la unidad dentro del peronismo.

En su reciente diálogo con Cristina Kirchner, Pablo Moyano planteó la urgencia de superar diferencias internas en el PJ para hacer frente a lo que definió como “la derecha que tanto daño ha hecho al pueblo argentino”. “Los vamos a derrotar en la calle y a través de las urnas porque el 70% de la gente la está pasando mal; los negocios están vacíos”, sentenció, reafirmando su compromiso con la movilización social y política.

La fractura Moyano, más allá de ser un conflicto familiar, refleja una pulseada de poder y liderazgo que afecta no solo al sindicato de Camioneros, sino también al entramado sindical y político que rodea al peronismo en un momento de alta tensión y desafíos.