Carrió afirma que la condena a Cristina Kirchner es “no indultable” y cita jurisprudencia para blindar su postura

• Elisa Carrió afirmó en la red social X que la condena por corrupción contra Cristina Kirchner es “imprescriptible” y “no indultable”.
• Citó el fallo judicial “Miralles” de 2016, que establece que ciertos delitos de corrupción no prescriben ni pueden ser indultados.
• Reivindicó al juez Leopoldo Schiffrin, firmante del fallo y figura destacada en defensa de derechos humanos.
• Su mensaje busca cerrar el debate sobre un posible indulto presidencial a Cristina Kirchner, argumentando que es jurídicamente inviable.
• Carrió insiste en que la corrupción estructural debe quedar fuera de cualquier posibilidad de perdón, posicionándose como una voz firme contra el kirchnerismo.
• La discusión sobre el indulto sigue abierta, pero su postura pone el foco en la legalidad frente a la política.

Desde su cuenta en la red social X, Carrió sostuvo que la condena por corrupción contra la ex mandataria es “imprescriptible” y, por lo tanto, “no indultable”. Como respaldo jurídico, citó el fallo “Miralles” de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, dictado en 2016, que definió ciertos delitos de corrupción como imprescriptibles, estableciendo así –según su interpretación– un límite infranqueable para el indulto presidencial.

“Los delitos que son imprescriptibles, son no indultables”, escribió la ex diputada, subrayando su argumento con una frase que busca clausurar cualquier especulación futura.

Además, Carrió aprovechó la ocasión para reivindicar al juez Leopoldo Schiffrin, uno de los firmantes del fallo y figura emblemática en la defensa de los derechos humanos. Recordó su exilio durante la dictadura, su renuncia forzada durante el gobierno de Mauricio Macri y su posterior reconocimiento como ciudadano ilustre post mortem en la provincia de Buenos Aires. “Por ello, nadie puede invocar amiguismo alguno”, aseguró, en un intento por blindar el valor legal y ético del precedente judicial citado.

El pronunciamiento llega en un contexto de alta sensibilidad, en el que sectores del oficialismo y la oposición especulan sobre la posibilidad –o no– de un eventual indulto para Cristina Kirchner, recientemente condenada con sentencia firme por corrupción. La estrategia de Carrió es clara: clausurar el debate desde el plano legal y dejar en evidencia cualquier intento de indulto como jurídicamente inviable.

Para la fundadora de la Coalición Cívica, el fallo Miralles es un “leading case” de peso suficiente como para marcar el rumbo jurisprudencial en delitos vinculados a la corrupción estructural. Así, busca impedir que la cuestión se reduzca a un debate político y reforzar la idea de que ciertos crímenes, por su gravedad institucional, deben quedar fuera de toda posibilidad de perdón.

Con su intervención, Elisa Carrió vuelve a colocarse como una de las voces más firmes contra el kirchnerismo, reactivando su histórico rol como referente de la lucha contra la corrupción. El mensaje no solo apunta a Cristina Kirchner, sino también a cualquier actor del sistema político que evalúe la posibilidad de reescribir las consecuencias de una condena firme por la vía del indulto.

La discusión está lejos de cerrarse. Pero con su declaración, Carrió acaba de elevar la vara del debate y anclarlo en un terreno que trasciende la coyuntura: el de la legalidad frente al poder.