La Casa Rosada en alerta: Milei enfrenta el desafío de sostener los vetos a los proyectos previsionales

• La oposición logró media sanción a tres leyes: aumento de jubilaciones, moratoria previsional y emergencia en discapacidad.
• El Gobierno las considera inviables fiscalmente y anunció que las vetará si el Senado las aprueba.
• Sin embargo, hay dudas sobre si podrá sostener esos vetos en Diputados.
• Algunos aliados y diputados dialoguistas votaron a favor, confiando en que el veto impediría su implementación.
• La emergencia en discapacidad podría superar el veto si se repite el escenario de ausencias.
• Gobernadores como Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Marcelo Orrego (San Juan) tomaron distancia del oficialismo.
• Diputados macristas se abstuvieron, lo que evidencia tensiones internas en el PRO.
• La Casa Rosada deberá negociar voto a voto y equilibrar presiones políticas con el calendario electoral.

La Casa Rosada activó todas sus alarmas luego de que la oposición lograra el miércoles pasado la media sanción de tres proyectos que el Gobierno considera fiscalmente inviables: el aumento de las jubilaciones, la restitución de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. Desde el oficialismo no tardaron en advertir que, de ser aprobadas en el Senado, las leyes serán vetadas por el presidente Javier Milei. Sin embargo, la posibilidad de sostener esos vetos en la Cámara baja es incierta.

El inesperado apoyo que consiguieron las iniciativas generó inquietud entre las filas libertarias. Más aún porque varios diputados aliados y bloques dialoguistas se animaron a desmarcarse, en parte debido a la certeza de que el veto impediría que las leyes entraran en vigor. Paradójicamente, esa amenaza facilitó la aprobación inicial: al estar "blindados" por el veto presidencial, varios legisladores decidieron no pagar el costo político de votar en contra de los jubilados.

Pero ahora el Gobierno se enfrenta a una encrucijada. Si las leyes son aprobadas por el Senado y luego vetadas por el Ejecutivo, la Cámara de Diputados podría insistir con su sanción original si logra el respaldo de dos tercios de los presentes en la sesión. En números: si hay quórum completo (257 diputados), se necesitan 172 votos afirmativos. En la votación por el aumento jubilatorio, la oposición reunió 142 votos a favor, mientras que el oficialismo sumó apenas 67 rechazos. Las cifras muestran que, aunque todavía lejos de los dos tercios, el oficialismo tampoco tiene garantizado el tercio necesario para sostener el veto.

El caso de la moratoria previsional parece menos riesgoso para Milei: solo cosechó 111 votos afirmativos, frente a 100 rechazos y 15 abstenciones. Allí, el Ejecutivo descuenta que podrá imponer su voluntad. No ocurre lo mismo con la emergencia en discapacidad, donde la oposición sí logró llegar a los dos tercios gracias a las ausencias: 148 votos a favor, 71 en contra, 3 abstenciones y 55 diputados que no participaron. De repetirse esa combinación, el veto de Milei podría ser revertido.

La tensión se agrava por los movimientos de los gobernadores, cuyas bancadas jugarán un rol clave. La actitud del tucumano Osvaldo Jaldo encendió las alarmas en Balcarce 50: sus tres diputados —que en 2023 habían ayudado a sostener un veto de Milei y hasta participaron de un asado en Olivos en su honor— esta vez votaron junto a la oposición. “Los jubilados tienen derecho a vivir mejor”, dijo Jaldo al día siguiente, marcando un giro con costo político.

También sorprendió la actitud de nueve diputados del PRO cercanos a Mauricio Macri, quienes se abstuvieron en la votación por el aumento jubilatorio. Entre ellos, María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato y Daiana Fernández Molero optaron por no definirse, dejando abierta la puerta a futuras negociaciones. La interna entre el ala macrista y el bullrichismo complica la cohesión del bloque, y todo indica que el armado electoral para octubre será determinante para definir posiciones.

El Gobierno también observa con atención las señales del gobernador sanjuanino Marcelo Orrego, cuyo bloque Producción y Trabajo aportó un voto a favor y una ausencia, cuando el año pasado había respaldado el veto a la fórmula jubilatoria. La ausencia de figuras como el radical misionero Martín Arjol, que se quedó haciendo campaña y no votó, refleja cómo los intereses locales y las alianzas provinciales están reconfigurando el escenario.

La amenaza del veto, en este nuevo contexto, ya no es tan eficaz. La Casa Rosada deberá negociar voto por voto, apelando tanto a la "zanahoria" del reparto de fondos como al "garrote" del ajuste. “Milei va a construir a los 87 con los cierres de listas”, ironizó un diputado dialoguista, resignado. La pregunta de fondo es si ese número mágico alcanzará para sostener un rumbo económico que choca con los límites de la política.