Centros Vecinales: Telón final y balance positivo para el PJ

POLÍTICAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
multimedia.normal.9242230fbbf29b54.bm9ybWFsLndlYnA%3D

La gestión de Daniel Passerini cerró, este fin de semana, el trabajoso proceso electoral de los Centros Vecinales. El último test electoral se dio en ocho instituciones barriales que resolvieron, casi privativamente, internas del peronismo en las seccionales. Pero, más importante que esto, son los números macro que arrojó el extenso calendario.

De los 400 centros vecinales que tiene la ciudad, en 243 quedaron al mando armados que nacieron como listas únicas; léase, que reflejaron un acuerdo real entre los distintos espacios en pugna. Por fuera de ellas, hubo otros 43 centros vecinales que tampoco fueron a elecciones, pero en estos casos porque solo uno de los aspirantes a presidir logró presentar una lista que atravesara el doble control de la Junta Electoral Vecinal y la Dirección de Centros Vecinales. En estos casos, más que de listas “de unidad” debiera hablarse de “listas únicas”.

A ese global de 286 centros vecinales deben sumarse otros 52 en las que naufragaron las Asambleas Vecinales, por falta de interés de los propios vecinos. Las Asamblea Vecinal, cabe aclarar, es la instancia primigenia de la que debe surgir la Junta Electoral Vecinal, organismo que debe tutelar la marcha del proceso electoral según las disposiciones de la ordenanza de Centros Vecinales.

Finalmente vale hablar, como domingo a domingo se hace desde estas páginas, de los 58 centros vecinales en los que dos o más listas quedaron habilitadas por las juntas electorales para competir en elecciones de vecinos. En su gran mayoría -aproximadamente el 80 por ciento de las contiendas- se impusieron listas peronistas o armados que conjugaron vecinalismo y PJ, pero párrafo aparte merecen las disputas del último domingo.

En la seccional 3ra, dos listas peronistas se disputaron el centro vecinal de Villa Páez. Una de ellas reunía a un sector del PJ con un armado vecinalista; la otra, referenciada en el concejal llaryorista Marcos Vázquez, a buena parte del PJ oficial. Se impuso la segunda.

En la seccional 4ta estaba en pugna el control del centro vecinal de barrio Kennedy-Ampliación Kennedy. Compitieron una lista vecinalista-radical, con padrinazgo del legislador provincial Miguel Nicolás, y una lista vecinalista-PJ, con banca de la legisladora Cristina Pereyra. En una incursión fuera de la 9na, se impuso Nicolás.    

En la seccional 5ta, tres listas variopintas, que fusionaron vecinalismo, peronismo y otras lides, se disputaron el centro vecinal de Colonia Lola-Miralta. La que actualmente se encuentra al mando revalidó, en contra de un armado que se configuró a partir de una escisión del propio oficialismo barrial, y otro que también congrega a dirigentes peronistas de la seccional, y que precedió al actual oficialismo al frente del centro vecinal. Tras conocerse el resultado hubo denuncias cruzadas, porque inicialmente una sola lista había recibido el visto bueno de la Junta Electoral. Pero una vez que la Dirección de Centros Vecinales revisó las impugnaciones advirtió que los errores en las otras dos listas eran subsanables, y las tres quedaron en condiciones de competir. Una de las listas dice que las otras fueron favorecidas por la gestión. Las dos restantes, que fueron perjudicadas por la Junta Electoral Vecinal, que intentó proscribirlas. 

En la seccional 7ma también chocaron dos listas con incidencia PJ, y se impuso la que apadrinó Juan Domingo Viola, secretario de Participación Ciudadana. Del otro lado, el justicialismo se había mixturado con elementos de la UCR y el PRO.

En la seccional 10ma estuvo en juego el centro vecinal de Villa Adela-Las Playas. Dos listas: a un lado, un armado orientado por el PJ; al otro, una lista vecinalista de la que participó un dirigente radical, pero -presuntamente- sin vinculaciones con el partido. Ganó la segunda.

En la seccional 11ra fue a elecciones en centro vecinal de Lamadrid-Anexo Las Palmas. Chocaron dos listas con elementos PJ. Una de ellas, producto de un acuerdo entre una porción del peronismo y el Surrbac, en alianza con el ex legislador y cacique territorial Walter “Tom” Ramallo. La otra, un armado vecinalista-PJ. Esta última, la “33”, se impuso.

En la seccional 12da, finalmente, hubo dos elecciones: 25 de Mayo e Ituzaingó Anexo. En 25 de Mayo jugaron dos listas PJ: una, apoyada por el Surrbac y el legislador Pablo Ovejeros, entre otros; la segunda, patrocinada por el inagotable, celebérrimo, Guillermo “Puma” Kraisman. El Puma ganó con la mística, por dos votos. Y de esa victoria también participaron algunos dirigentes alineados con el monobloque “Cordobeses por la Libertad” en el Concejo, que encarna la edil exPRO Jessica Rovetto Yapur. Los vencidos recriminaron a los vencedores haberle impreso a la campaña un tono agresivo contra la gestión municipal. 

En Ituzaingó, en tanto, se invirtieron los términos, y jugadores de Kraisman cayeron derrotados ante un PJ unido en su contra. Aunque esta vez, la diferencia no fue ajustada.

Balance

Finalizado el cronograma electoral, cada quién hizo su propio balance del resultado.

Para el peronismo el proceso fue un éxito, y el resultado también. El primero, porque apenas hubo un ínfimo porcentaje de elecciones en las que hubo problemas. En otras palabras, un margen de error más que aceptable para un trabajo arduo, meticuloso, y siempre expuesto a la crítica. Y en cuanto al resultado, la mayor parte de los centros vecinales quedaron en manos de dirigentes que trabajan en coordinación con la gestión, haciendo posible que las acciones del Palacio Municipal permeen en el territorio con mayor facilidad. 

Agregan, para completar, que el juego de la oposición fue complejizar el proceso, aumentando los requisitos que preveía la ordenanza para validar las listas con el propósito de fomentar la polémica. Y que no lo logró.

Desde el radicalismo, en tanto, mantienen todos los cuestionamientos. Un comunicado del bloque de concejales de la UCR denunció “graves irregularidades (…) impugnaciones arbitrarias, padrones manipulados, listas únicas sin competencia y favoritismo político”, y prometieron dar soporte legal a las listas que quieran impugnar los resultados.

Desde el Frente Cívico denunciaron una “baja participación”, entendiendo que en solo una fracción de los centros vecinales hubo competencia. El Frente Cívico dijo no haber buscado ni tenido injerencia alguna en las elecciones, propuso “despartidizar” los centros vecinales y aclaró que, aunque ofreció alguna asistencia legal o técnica para los vecinos que quisieron participar, no lo hizo jugó como partido. Se despegó específicamente de la derrota en Alberdi.

Lejos de esa posición, el peronismo se zambulló de lleno en el cronograma electoral de los centros vecinales, y todos sus dirigentes con peso territorial jugaron: Diego Casado, Pablo Ovejeros, Guillermo Kraisman, Juan Domingo Viola, Leonardo Limia, Cristina Pereyra y un interminable etcétera. 

*Posdata

El lector meticuloso habrá advertido que la cuenta final no llega a los 400 centros vecinales de Córdoba. A esa pequeña luz de distancia la ocupan las elecciones que se judicializaron, y que todavía no tienen una resolución definitiva.

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, OSBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto