Milei ratifica que vetará la reforma jubilatoria si el Senado la aprueba: "No vamos a ceder el superávit"

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Milei ratificó que vetará la reforma jubilatoria si se aprueba en el Senado.
  • La medida incluye un aumento del 7,2% en jubilaciones y un bono de $110.000, ajustado por inflación.
  • El Gobierno rechaza el proyecto por su alto costo fiscal (1,8% del PBI).
  • Francos y Adorni respaldaron públicamente la postura oficialista.
  • La votación en Diputados reveló fracturas internas en el PRO y distanciamiento de aliados provinciales.
  • El Senado es ahora clave: si el peronismo suma tres votos, el veto presidencial será el próximo paso.

Tras la media sanción del proyecto de reforma jubilatoria en la Cámara de Diputados, el presidente Javier Milei reafirmó vía redes sociales que vetará “cualquier cosa que atente contra el déficit”, en caso de que el Senado convierta en ley las medidas que impulsan un aumento del 7,2% en jubilaciones y pensiones —excluyendo regímenes especiales— y una suba del bono previsional de $70.000 a $110.000, con actualización por inflación.

El mensaje fue claro y sin rodeos. “Esperemos que los senadores no apoyen esta demagogia populista”, publicó Milei en su cuenta de X, apenas minutos después de que se aprobara el paquete previsional con 142 votos a favor, 67 en contra y 19 abstenciones.

La línea oficial fue sostenida también por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien en un evento empresarial reiteró que el Ejecutivo vetará cualquier ley que comprometa el equilibrio fiscal. “No hay nada si no mantenemos el equilibrio”, enfatizó Francos, recordando los ajustes ya implementados: recortes de programas, despidos y eliminación de fondos fiduciarios.

La Casa Rosada calcula que las reformas implicarían un costo fiscal superior a los 12.000 millones de dólares, alrededor del 1,8% del PBI, una cifra considerada inaceptable por el oficialismo. A pesar de que la oposición incorporó propuestas para financiar los aumentos —como eliminar exenciones fiscales y redirigir fondos discrecionales—, el Gobierno se mantiene inflexible.

La votación en Diputados reveló fracturas en varias bancadas. Diputados de Independencia (Tucumán) y de Innovación Federal (Salta), ambos espacios cercanos al oficialismo, votaron a favor del proyecto, marcando posibles distancias con la Casa Rosada. El PRO, por su parte, expuso tensiones internas con votos divididos.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, reforzó la postura del Gobierno con un mensaje en redes: “El populismo ya no es parte del camino. El Presidente vetará todos y cada uno de los proyectos que impliquen quebrantar el equilibrio fiscal”.

Ahora la definición pasa al Senado. El peronismo necesita apenas tres votos adicionales para alcanzar la mayoría. Si lo logra, el proyecto podría ser enviado al Ejecutivo, que ya anticipó su veto. En ese escenario, el Congreso podría intentar insistir con dos tercios de los votos en ambas cámaras. La pulseada recién comienza.

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