Fuerte caída en la recaudación de mayo: el Gobierno enfrenta un bache fiscal

• Fuerte caída en la recaudación: Ganancias e IVA, los dos principales impuestos, se desplomaron casi 30% en términos reales interanuales en mayo.
• Razón de la caída: Se explica por la alta base de comparación de mayo 2024, cuando se registraron ingresos extraordinarios por la devaluación de diciembre 2023.
• Pérdida en Ganancias: Aunque nominalmente recaudó igual que en 2024, la inflación del 44% generó una pérdida real del 39%, casi $1 billón.
• Retroceso en IVA: Cayó 1,1% real, reflejando el enfriamiento del consumo.
• Impacto en provincias: Las transferencias automáticas cayeron 23,3% real y la coparticipación neta 26,3%, según IARAF.
• Advertencia del CEPA: El IVA ya mostró caídas en cuatro de los últimos cinco meses, con comportamiento errático por la recesión.
• Algunos tributos crecieron: Bienes Personales (+6,1%), Combustibles (+51,4%), Energía Eléctrica (+238,7%) y Monotributo (+128,2%).
• Riesgo fiscal: La baja recaudación pone en duda el superávit financiero, y el Gobierno habría reforzado los recortes para sostener el equilibrio.

El Gobierno sufrió en mayo un duro revés en materia de recaudación tributaria. Según datos preliminares del Ministerio de Economía, los ingresos por el Impuesto a las Ganancias y el IVA —los dos pilares del sistema impositivo— cayeron casi un 30% en términos reales respecto al mismo mes del año anterior. El dato oficial se conocerá este lunes, pero las proyecciones ya generan preocupación.

La caída se explica, en parte, por la alta base de comparación de mayo de 2024, cuando el efecto de la devaluación de diciembre 2023 infló artificialmente las ganancias empresariales. Aquella renta extraordinaria quedó reflejada en el Impuesto a las Ganancias de las sociedades, cuyo vencimiento se da en el quinto mes del año.

En términos nominales, Ganancias recaudó prácticamente lo mismo que en 2024, pero la inflación interanual del 44% provocó una pérdida real del 39%, equivalente a casi $1 billón. En paralelo, el IVA —índice más sensible al consumo— cayó 1,1% en términos reales, lo que refleja el enfriamiento de la actividad económica.

El impacto se sintió también en las transferencias automáticas a las provincias. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), las transferencias totales se contrajeron 23,3% en términos reales, mientras que la coparticipación neta cayó 26,3%. Esta baja estuvo explicada en gran medida por el desplome de Ganancias (-41% real) y el retroceso del IVA.

Pese al retroceso, el IARAF señala que la recaudación de mayo de 2025 aún se ubica 7,4% por encima de la de 2023 en términos reales, y 4,7% arriba del promedio del período 2016-2023.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advirtió sobre la debilidad del IVA, que ya acumuló caídas en cuatro de los últimos cinco meses. En 2023, ese impuesto mostró alzas constantes, mientras que en 2024 y lo que va de 2025, las cifras fueron erráticas y a la baja, en sintonía con el freno del consumo.

No todo fue negativo: algunos tributos coparticipables mostraron alzas. Según Politikon Chaco, los impuestos internos crecieron 9,6%, y destacaron subas en Bienes Personales (6,1%), Combustibles Líquidos (51,4%), Energía Eléctrica (238,7%) y Monotributo (128,2%).

Aun así, la fuerte caída en los dos principales impuestos pone presión sobre las finanzas públicas. Con una menor recaudación y un gasto que venía siendo recortado, el superávit financiero del Gobierno podría verse comprometido. Todo indica que, ante esta merma prevista, la administración habría intensificado la “motosierra” en mayo para mantener el equilibrio fiscal.