


En una reciente entrevista para Mujeres Argentinas en América TV que ya circula como pólvora en redes sociales, Griselda Siciliani se despachó con una declaración tajante: “Yo con Luciano no conviviría. Lo amo, pero no podría vivir con él.” Hablando de su relación con Castro, quien le dedico un emotivo mensaje para su cumpleaños.
La actriz, siempre frontal, dejó en claro que, si bien tiene una conexión muy fuerte e intensa, además de consolidada con Castro, la convivencia no está en sus planes. ¿Capricho, libertad o una indirecta con destinatario? Griselda dejó la puerta abierta para cualquier especulación.
Siciliani distendida pero filosa. Entre risas nerviosas y respuestas afiladas, dejó frases que no pasaron desapercibidas: “Yo soy muy de mis espacios, necesito mi tiempo sola, Luciano tiene una energía... intensa, lo adoro, lo admiro, pero no creo en la convivencia como modelo de amor.”
“Nos llevamos bárbaro cuando no estamos todo el día juntos. Eso mantiene viva la chispa.” Estas declaraciones, cargadas de honestidad brutal, se alejaron del cliché romántico. Lejos de “el amor todo lo puede”, Griselda apuesta por una relación libre, sin el peso de la rutina diaria ni los roces de compartir baño y cocina
La bomba de Griselda no se lanzó en un vacío. Los más atentos no tardaron en vincular sus palabras con las relaciones anteriores de Luciano Castro, especialmente con Flor Vigna y Sabrina Rojas, dos mujeres que, según trascendidos, sufrieron altibajos justamente durante la convivencia.
Flor Vigna compartió techo con Castro durante su romance, y aunque al principio todo parecía idílico, las tensiones internas (y públicas) se hicieron notar. Vigna llegó a decir que “era difícil convivir con alguien que necesitaba tanto su espacio, pero a la vez demandaba atención constante”.
Por otro lado, Sabrina Rojas, madre de los hijos de Castro, quien atacó a Griselda mucho tiempo, también vivió una larga etapa de convivencia que terminó en separación. Con el tiempo llegó a afirmar: “Nos amábamos, pero había mucho choque en lo cotidiano. Luciano tiene una energía muy masculina, muy territorial.”
Según allegados, su forma de estar en pareja es intensa, pero muchas veces asfixiante para mujeres independientes. Y en ese punto, Siciliani se planta con claridad. Ella valora su soledad, su independencia, su modo caótico pero libre de habitar el hogar.
“Yo necesito poder estar en pijama hasta las 3 de la tarde sin que nadie me diga nada”, dijo entre risas. La frase puede parecer trivial, pero resume un estilo de vida, una elección. Y también una forma de marcar distancia con los moldes tradicionales.
Fuente: Infobae







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